Cobarde (?)

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Vamos de duros pero no somos capaces de extirpar de golpe aquello que ahora nos hace daño por el simple hecho de que una vez nos salvó de todo ese desastre al que llamábamos vida... Porque abrasa por dentro y en vez de salir corriendo nos sentamos delante a comprobar si de verdad quema tanto como dicen, ardemos y nos convertimos en cenizas y aún así seguimos apostandolo todo a ese caballo que quizás nunca logre ganar esta carrera pero lo hacemos solo porque es ese caballo y quizás con él volvamos a ser fénix. Fieles seguidores de la buena suerte y al final somos nosotros quienes la creamos en realidad, nos empeñamos en hacerle un hueco en el pecho a esa persona que quizás sólo nos esté haciendo trizas poco a poco y dejamos de preguntarnos si realmente todo esto vale la pena. Porque duele más que marche que el que se quede pero debo y quiero quererme más a mi, que prometí que nunca dejaría que alguien hiciese daño de nuevo a este pobre corazón que solo quiere que lo quieran bien, que ya no aguanta más golpes, que le teme a que la razón pueda de nuevo volver a encerrarlo en aquellos muros que le costó tanto destruir y le repita una y otra vez el típico "te dije que no te movieras de aquí dentro, que aquí sí que estarías seguro, más que en ningún otro pecho". Pero pobre corazón que solo quería descubrir nuevos mundos y laberintos en pechos donde solo estaba permitido quererse más que a nada. No entendemos nunca cuando es el momento exacto en el que debamos decir basta porque le tememos a la idea de otro proceso de recuperación, que nos vemos de nuevo en ese círculo de desenamorados anónimos intentando sacar cualquier última espina que nos pueda hacer recaer en aquella adicción que en el fondo por bonita que parezca nos iba apuñalando lentamente. Pero no se lo decimos a nadie, nos mantenemos callados como si nada doliera, como si las palabras no calasen aquí dentro ni se almacenasen una a una por si de vez en cuando releyendo viejas vivencias al final logras poner ese punto final a la historia. Que quizás hoy más que nunca quiera romper con todo, acabar con esto y aceptar que dolerá pero que al final no habrá palabras que hagan daño ni cada día se vivirá con la espera de que al siguiente no sea igual. Pero qué se debe hacer en estos casos... Esperar a pensar en frío o asimilar ya de una vez que te estás dejando parte de ti en perdonar. Que no se es perfecta, claro que no, se cometen fallos y también se lanzan palabras punzantes que lo hieren a él... Me prometí que no dejaría que nadie nunca volviese a herirme con lo que decía pero contigo no dejo de levantar escudos que disimulan cuanto me duele en realidad... Ya no puedo más, siempre quiero pensar en el futuro que podríamos tener juntos y en las cosas que me encantaría hacer contigo... Pero estoy viviendo el presente y no me está gustando como encaminará a ese futuro. Nos pido perdón pequeña... Pero quiero que salgas de ese pecho y regreses al mío, te prometo que volveremos a estar mejor, si me dejas volver a pintarte de olvido. Llenaremos de nuevo las paredes de un azul cielo, como aquel que te pintó él en su pecho, plantaremos semillas de amor propio y nos sentaremos a ver como brotan, déjame quererte, déjame cuidarnos.

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Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora