Eres la paz que acaricia mi caos

22 4 0
                                    


Roza mi piel la brisa a la que estoy acostumbrada a venir, mis manos juegan con la arena y el oleaje acompaña por fin toda la paz que llevo dentro. Cierro los ojos, respiro, una vez más apareces aquí dentro, una vez más acarician tus manos este cuerpo que hasta tu llegada se sentía deshabitado. Se oye de fondo la voz de unos niños gritando, los pasitos delicados de sus pies corriendo en dirección a la espalda de su madre buscando protección y ahí regresa a mi mente la semejanza que tienen conmigo corriendo detrás de ti, buscando protegerme, intentando ponerme a salvo. Abro los ojos y me los quedo mirando, les sonrío y me devuelven la sonrisa. Fijo la mirada al frente y ahí entiendo, entre las voces de fondo, la marea subiendo y acariciandome la puntita de los pies, que eso eras tú. Esa paz que se respiraba, el ruido que mi cabeza colocaba en segundo plano para dejarle el papel principal al sonido del mar chocando contra las rocas, esa imagen en mi cabeza de ti sonriendo y sacándome una sonrisa casi al instante. Porque siempre estabas, en cualquier momento, ya podía estar llorando a las 3 de la mañana en mi cama o sentada en una playa queriendo no pensar, siempre aprecias aquí en mi cabeza. Vuelvo a cerrar los ojos y de nuevo estas ahí, en los sueños que me cumples, en las sonrisas que me sacas. Entendí que aquella playa a la que siempre corria para calmar mis penas se acababa de convertir en aquel ruido que dejaba en segundo plano, pues tú tenías el papel protagonista, pues tú te habías convertido en mi lugar favorito, en aquel al que corro para salvarme del miedo y ahí me esperas con los brazos abiertos dispuesto a protegerme de cualquier tormenta. Porque eres esa paz que me daba un paisaje, porque respirar de ti mientras cierro los ojos con algún destello de ti en mi imaginación hace que recorra todo mi cuerpo unas ganas enormes de perderme en ti, así como hacía antes con algún destino. Gracias por convertirte en mi rincón favorito del mundo, en esa vía de escape donde respirar unos segundo sin pensar en nada, te regalan todas las fuerzas que necesitas para seguir y más. Nunca imaginé un paisaje tan bonito como el de tu sonrisa y ojalá quedarme siempre.

17:30

Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora