Capítulo 21.

608 40 3
                                    

—Y bueno... así fue como me expresé con Antonella —suspiré.

—Me hubiese gustado ver su cara —dijo Gabo, riendo.

—Me la imaginé sonrojada, se los aseguro —sonrío mirando a otro lado.

—¿Y qué con Danielys? —preguntó Eliana.

—Entre Antonella y yo sólo hay una amistad, por los momentos. Pues seguiré así con Danielys, ustedes saben que ya no me funciona una relación formal.

Ellos asienten puesto que tengo razón. Desde que mi ex me falló de una manera irritante, no supe más nada de un noviazgo, y eso sucedió hace un buen tiempo atrás.

Antonella

Las chicas se vinieron conmigo a casa después de haber finalizado nuestra labor con la directora. Preparamos unas galletas súper fácil y rápido, comíamos de ellas mientras estábamos sentadas en el jardín bajo sombra.

Sentía que era el momento para decirles lo de Nelson y pues, sin rodeos, les conté todo. Ellas realmente no lo podían creer, el shock que les causé era impresionante, pero.. sin embargo, lograron asimilarlo y se alegraron por mí.

—¡Dios mío, todo esto cae del cielo! —exclamó Arianna.

—Eso es tener burda de suerte —dijo Williannys.

—Más que suerte —dijo Rebeca.

—¿Y tú, le dijiste algo? —pregunta Gabriela.

—Que no lo podía creer —negué con mi cabeza.

—Tonta, ¿no sientes algo por él? —preguntó Rebeca.

Negué lentamente con mi cabeza, con la mirada baja.

—¡Ay no te hagas! Tú mirada hacia él lo dice todo —dijo Gabriela, sonriente.

Ay Dios.. en realidad, no puedo ocultarlo. En tan poco tiempo, ese chico consiguió que me sienta atraía hacia él. Y además, no puedo ocultárselo a las chicas, es muy notorio.

—Sí, si me gusta, y simplemente me delato fácilmente y es algo complicado para ocultarlo —dije con un gran suspiro.

Así es señores, a Antonella, le está gustando Nelson, el chico famoso. Haber asegurado y admitido mis sentimientos hacia él me causa emoción de amor, pero a la vez.. temo a que el sentimiento crezca y no pueda librarme de esto.

Esta desconfianza que tengo hacia el amor, puede no permitir que disfrute de ello del todo, y eso es totalmente hastiado.

Las chicas y yo andamos sentadas en unas sillas casi circularmente, platicando literalmente de muchas cosas, siendo franca no ando prestando atención a lo que conversan; mi mente está en otra parte que me tiene idiotizada en lo absoluto. Tengo una pierna recogida de lado debajo de la otra, la estirada la muevo de adelante hacia atrás mientras tengo mi barbilla apoyada en mi puño.. con la mirada fijada a la piscina. Simplemente estoy sumida en mis pensamientos y nadie ha logrado sacarme.

Williannys, la cual está a mi lado, de manera inesperada me aventó al suelo como consecuencia de haberme tumbado, así fue como alcancé espabilar. Por suerte, la silla es baja.. sin embargo, me golpeé un poco.

—¡Tierra llamando a Antonella! —dijo con voz alta.

—¿Eres loca? —me levantó lentamente junto con la silla.

—Nosotras hablando y pareciera que tú estuvieras en plutón —dijo Gabriela, riéndose.

—El amor te tiene embobada, amiga —dijo Rebeca, golpeando levemente mi hombro con su mirada llena de picardía.

Amor y Desconfianza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora