Capítulo 13.

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Mi padre y Arturo se encargaron de alquilar un auto para todos. Con ayuda del GPS localizamos otro hotel para hospedarnos, llegamos aproximadamente a las 10:30AM.. el concierto está pautado para las cuatro de la tarde en un centro comercial.

—¿Y ya hablaste con.. cómo es que se llama? —pregunta Víctor.

—Antonella —responde Gabo.

—No vale.. ustedes andan peores que yo, qué tanto —dije revirando los ojos.

El chalequeo era inmenso, mi actitud era así simplemente porque no quería demostrar algo.

Antonella

Estoy psicológicamente preparada para hablar con las chicas sobre Nelson. Sé que Gabriela y Williannys lo van a recibir con calma, pero francamente no tengo ni la más mínima idea de como reaccionen Rebeca y Arianna.

El concierto es hoy, y acordamos en alistarnos todas acá en mi casa.. en estos momentos me encuentro mirando los estados de Nelson en el WhatsApp, pero, aún así no hemos hablado, seguramente anda súper ocupado.

Además, también camino de un lado a otro, dándole vueltas a la cabeza, tratando de organizar mis palabras para la hora de decirles todo. De repente escuché el timbre de la casa y segundos después, sus voces.. mi madre les ha abierto la puerta.

—¡Hoy es el día! —exclamó Rebeca, entrando al cuarto.

—¡Será el mejor, los vamos a volver a ver! —dijo Arianna.

—Buenas —dijeron Gabriela y Williannys, al unísono.

—Hola —respondí con una sonrisa.

Dejaron sus bolsos en el suelo y luego nos sentamos en la cama.. es el momento, Antonella.

—Chicas, tengo que decirles algo —dije mirando a todas.

—¿Pasa algo? —preguntó Arianna.

—Te notas nerviosa —dijo Williannys.

—Pero antes.. quiero que lo tomen con calma, por favor.

—¡Dilo ya! —dijeron todas a la vez.

Respiré profundo antes de dar inicio a mis palabras.

—Desde hace unas cuantas semanas, en una madrugada no podía dormir y estuve viendo Instagram.. casualmente me conseguí una foto de Nelson y cuando por fin iba a dormir, sonó el celular y era un direct de él, me vio como una stalker. Y desde ese entonces, hemos hablamos muy normal, incluso intercambiamos de números.

La única reacción que ellas tuvieron fue, quedarse boquiabiertas con los ojos abiertos como platos.. segundos después gritaron al unísono.

—¡Esto parece un sueño! —dice Gabriela.

—Qué suerte tienes, de verdad —dijo Gabriela.

—¿Se van a encontrar? —pregunta Rebeca.

—No hemos hablado —me encogí de hombros.

—Debe de estar ocupado —dijo Williannys.

—¡Qué emoción todo! —dijo Arianna, levantándose de la cama.

Se hicieron las dos de la tarde y llegamos al acuerdo en irnos ya para así no estar tan atrás en el público. Visto un jeans gris y camisa negra, zapatos deportivos negros y mi cabello suelto. Por otra parte, ya le había comentado a Marcos sobre el concierto, sólo espero que nos lleve puesto que el centro comercial queda lejos de mi comunidad.

—¡Anda, llévanos! —dije en forma de súplica.

—¿Dónde es?

—En el centro comercial Alto Prado —respondí.

Amor y Desconfianza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora