—Sí, soy yo —afirmé con los nervios en mí, mirando como me fotografían.
—¿Cómo influye la relación que tienes con Nelson el Prince en su carrera artística? —interrogó una vez más la chica, yo volteé a ver a Neris sin saber qué responder.
Ella me observa con una media sonrisa, además hay algo en su rostro que no logro descifrar.
No me puedo quedar en completo silencio ante varias cámaras.
Tragué grueso devolviendo la mirada a la periodista.
—Nuestra relación se basa en la confianza, la comunicación, el respeto y el amor; y eso es algo fundamental para la vida de ambos —hice una pausa— sobretodo en su vida artística.
—¿Cómo lo tomaron sus fanes, has recibido malos comentarios? ¿te afecta? —preguntó esta vez un hombre.
—Podría decirte que un 50 y 50 en negativos y positivos, pues trato de no aferrarme a los malos pero realmente hay que ser fuerte para todo esto —respondí segura.
—¿Cuánto tiempo tienen? —interrogó una vez más el hombre, haciéndome sentir presionada.
—Regálanos una foto —dijo una chica.
—Un autógrafo por favor.
¡Mi mente va a colapsar!
Las luces del flash de varias cámaras no se detienen, ellos no dejan de hacer preguntas, están súper cerca de nosotras, fanes se acercan corriendo imaginándose que alguno de los chicos está con nosotras.
La Sra Neris me dijo que teníamos que irnos ahora mismo, asentí y las tres comenzamos a caminar para tomar dirección al estacionamiento.
Los reporteros y periodistas nos persiguen queriendo más respuestas de mi parte. Incluso más fanes también van detrás de nosotras y a medida de eso, aumentamos la velocidad de los pasos.
Inesperadamente, el padre de Nelson se apareció a nuestro frente junto a varias personas de seguridad.
—Tienen que irse ya mismo al estacionamiento, la gente no se controla —habló Carlos un poco acelerado.
No hicimos más nada solo que asentir a sus órdenes. El equipo de seguridad nos ayudó a desalojar el centro comercial entre la multitud de personas que nos rodeaban.
Al cabo de unos minutos, ya nos encontrábamos dentro del autobús.
—¿Estás bien? —me preguntó Nel en susurro al sentarme a su lado.
—Estoy bien ¿y tú? —le pregunté estabilizando mi respiración agitada.
Él dejó salir un suspiro y empezó a mostrarme rasguños en uno de sus brazos y cuello.
Oh Dios mío.
Quedé en shock.
—Eso... ¿eso te lo hicieron las chicas? —musité.
—Sí —asiente y yo niego con mi cabeza sin poder asimilarlo.
—No es primera vez, amor.
—Lo sé, pero.. esta situación es complicada.
—Tranquila, ya es costumbre —dice mientras deja reposar su mano en mi muslo— lo bueno es que tú no saliste lastimada.
Asentí y poco a poco fui dejando caer mi cabeza en su hombro. Y así quedé hasta llegar nuevamente al hotel.
Justo en este momento son las ocho y media de la noche, ha sido un día sumamente agotador para mí. Llevaba tiempo sin sentirme de esa manera. Los padres de Nelson se encuentran acostados al igual que los demás, excepto los muchachos, Nelson y yo.
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Amor y Desconfianza
Teen Fiction¿Alguna vez te has sentido destrozado? ¿te has sentido tan mal, sintiendo como si el mundo se te viene abajo? ¿has tenido un mal pasado, y no quererlo recordar? Pues Nelson y Antonella sí. Haberse conocido fue lo mejor que les ha pasado, sus vidas...