Me acerqué a él con intención de quitarle el papel, obvio estaba mojado debido a su saliva.
—Feliz cumpleaños, mami. Gracias por recogerme de esa apestosa calle, te amo. Tobby —leí en voz alta con una sonrisa.
Estallé en carcajadas sin poder evitarlo.
—¿A ti se te ocurrió esto? Es tu letra —miré a Marcos aún riendo.
—Sí —rió.
—¡Hija, sopla la vela!
—Ah, cierto —golpeé levemente mi frente con la mano.
Me acerqué al ponqué y seguidamente fui cerrando mis ojos.
—Deseo que permanezcamos juntos y unidos, por siempre —dicho esto, soplé la vela.
Entre los tres comimos de éste postre y luego me levanté con dirección al baño para hacer mis necesidades.
Bajé de la habitación y un olor de panquecas y miel invadieron mis fosas nasales..
—Mmm, que divino —mencioné entrando a la cocina.
—Desayuno para la reina de la casa —dijo mamá sonriendo, dejando las cosas en el mesón.
—¡Gracias! —dije como niña.
Las horas pasaron y ya casi se era mediodía, mi madre estaba sobrelimpiando la casa (estaba limpia y ella de empeñada limpiando más)
Escuché timbrar y de inmediato me dirigí hacia la puerta, abrí y era.. ¡Nelson con un corazón de globo en base de una cajita, Víctor con un pequeño ramo con un girasol, rosas y otros tipos de flores. Además, Gabo con una caja de bombones.
¿¡Que hago!?
¡Estoy en shock! Paralizada, inmóvil, sin moverme... OMG, no puedo asimilar lo que tengo a la vista.
Ellos empezaron a cantarme feliz cumpleaños, y yo seguía sin reaccionar. Los Boys estaban cantándome en la puerta de mi casa, cosa que para mí es amistad y, para una fan lo es... todo, su sueño.
Escuchar a Nelson cantar provoca un montón de sensaciones en mi cuerpo, incluso los pelos de punta.. hasta llorar de la felicidad. Es algo increíble.
—¡Gracias, gracias! —abracé a los tres como pude después de haber terminado de cantar.
—¡Tantos regalos, wow! —subí ambas cejas sorprendida.
—Feliz cumpleaños, otra vez —me dijo con una hermosa sonrisa.
—Gracias, eres tan bello —dije parpadeando lentamente con mi mano acariciando su mejilla.
De una buena vez, adentramos a casa directamente al sofá, dejando los regalos en una mesa de vidrio que se encuentra en el centro y a la vez, sentándonos.
—Hey —me dijo Nelson— estos regalos son de parte de los tres, y bueno... más parte mía, tu sabes —presumió él.
—¡Si eres.. vale! —alargué riendo— ¿y tus papás? No los vi.
—Tus suegros, nena, tus suegros.
Nos echamos a reír por su comentario.
Nelson
Desde temprano fuimos a recorrer parte de la ciudad con mis padres con ayuda también del GPS, para comprarle los regalos a Antonella.
—Buenas, ¿en qué les puedo ayudar? —preguntó la vendedora.
—Hola, necesito regalos para una chica de 18 años.
La verdad no sé por qué dije eso, oh si.. no había hecho esto antes, me sentía muy extraño.
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Amor y Desconfianza
Fiksi Remaja¿Alguna vez te has sentido destrozado? ¿te has sentido tan mal, sintiendo como si el mundo se te viene abajo? ¿has tenido un mal pasado, y no quererlo recordar? Pues Nelson y Antonella sí. Haberse conocido fue lo mejor que les ha pasado, sus vidas...