Capítulo 3.

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Pasaron los días, la semana pasó, llegó el día del festival y pues no teníamos clase. El festival será realizado en la cancha deportiva para así, el público estaría en la gradas.

Además, pueden ir personas que no estudian en el plantel, por ejemplo, mi hermano y sus amigos, ellos nunca se han perdido los festivales que realiza éste colegio.

Diez de la mañana.

—¡Antonella, date prisa! —gritó Marcos, desde abajo.

—¡Voy! —dije en su mismo tono, echándome perfume.

Y finalmente salí de la habitación, nos despedimos de mamá y sin más, nos fuimos.

Me coloqué un pantalón negro un poco rasgado por las rodillas, junto con una camisa color gris acompañada de chaqueta de jeans y, zapatos adidas blancos, con rayas negras.

—¿Vas para una cita o qué?

—Ay Marcos, no es una cosa exagerada y además no es primera vez —volteé los ojos.

—Como digas, hermanita querida —reprimió su risa mientas encendía el auto.

Aceleró con destino al colegio.
Nos costó estacionar el auto ya que el estacionamiento estaba full. Nos bajamos y accedimos a la cancha, casi todas las zonas estaban repletas de personas, pero, las gradas.. joder, ¡estaban sumamente llenas!

Estuvimos caminando a las gradas y al poco los amigos de mi hermano nos alcanzaron, de casualidad. Todos me saludaron, como siempre.

Desde que llegaron me sentí alejada, distante.. como la mayoría de las veces cuando todos ellos se juntan. Se pierden en sus conversaciones de chicos y yo quedo como ignorada.

—Oye Antonella, estás linda hoy —dijo Fernando, sonriéndome.

—Gracias —sonreí, echando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Hey hey, ¿qué pasa? —dijo Marcos.

—Yo sólo digo la verdad, hermano —ríe.

—Yo iré a buscar a las chicas —me di la media vuelta.

—Espera, vamos contigo —dice mi hermano.

Y así fue, junto con su grupo fuimos a las gradas a intentar de conseguir a todas mis amigas. Luego de estar recorriendola y buscándolas con la mirada por unos 5 minutos, las encontramos.

Marcos presentó a algunas chicas que no conocían a sus amigos y finalmente nos sentamos.

En la cancha había mucha gente, supongo que los encargados del festival y directivos. Incluso estaban acomodando una mini tarima en el centro.

—Lo que faltaba —dijo Williannnys, mirando a un lado.

—¿Qué? —la miré extrañada.

—María va a bailar, ¿no sabían?

—No —dijimos todas, al unísono.

María.. María es una chica que, se convirtió en mi enemiga, años atrás me molestaba por el hecho de que mi padre nos dejara, que se fuera con otra mujer.. siempre me decía que soy una despreciada.

Y fue así como empecé a odiarla. Además, es una persona engreída, sólo cree que el mundo gira a su alrededor.
Debo de admitir que es linda, pero cuando son arrogantes, nada que ver con esa persona.

Ella pasó con sus amigas cerca de nosotras y su mirada tuvo sinónimo de envidia y odio.
El evento inició al cabo de unos minutos, unos bailarines fueron los que iniciaron.

Amor y Desconfianza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora