Amor y Desconfianza

Capítulo 63.

Antonella

—Bueno muchachas, como les estaba contando. Acabo de llegar de la uni y.. estoy enamorada de Nel —hablé con una sonrisa embobada.

—Ya es tercera vez que repites lo enamorada que estás —se quejó Williannys riendo.

—Déjala chica —reprochó en broma Gabriela.

—Chicas, las extraño un montón —confesé con voz apagada.

—Y nosotras a ti, amiga —dijeron ellas al unísono del otro lado de la pantalla.

—¿Nelson va a celebrar su cumpleaños? —preguntó Willi acomodando uno de los audífonos en su oído.

—Habrá una celebración, pero aún no hemos planeado nada. ¿Creen que haya posibilidad en que ustedes asistan?

—¡Claro que sí! —exclamó Gaby con entusiasmo.

—Por nada del mundo nos vamos a perder los 18 de Nelsito —dijo Willi— además, extrañamos a nuestros chicos.

—¡Es justo y necesario vernos!

Duramos más de una hora hablando y creo que se quedó corto para lo tanto que nos hacemos falta. Incluso, Rebeca y Arianna también están invitadas a la fiesta de Nel.

Antes de dormirme, me dirigí a la cocina, la Sra Neris se encontraba cocinando y quise aportarle mi ayuda. Mientras que cocinamos, Nelson se encuentra en la ducha.

—Estuve conversando con Carlos sobre el cumpleaños de Nelson, me comentó que tiene pensado alquilar el salón de un club para llevarlo a cabo —me explicó mientras cortaba unas papas sobre una tabla.

—¿El mismo día?

—Sí, ya que es sábado.

—Excelente —dije en cuanto fregaba unos platos— ¿y él está al tanto de todo?

—Claro.

Entre charla y charla terminamos de preparar el almuerzo del día de mañana.

Se hizo la hora de dormir...

Nel se encuentra viendo una película de ciencia ficción, yo no le presto atención a lo que ve. No me llama la atención ese ti de películas, no me gusta.

Al rato, apagamos el tv. Lo único que alumbra un poco es la luz de la luna la cual se filtra por la ventana ya que la cortina está medio abierta. Nelson ya está durmiendo y yo sigo tratando de hacer lo mismo.

Me costó conseguir el sueño.

Por un momento el sueño se me espabiló.

Despierto creyendo que ya amanece y será un nuevo día, pero no, no está la luz del día, todo está en completo silencio. Con cuidado, me posiciono de lado para ver la hora en el celular, el cual se encuentra en la mesa de noche.. son las dos de la madrugada y no sé que hago despierta.

Regreso a la posición en que estaba durmiendo, coloco mi mano sobre la cintura de Nelson dejándola reposar mientras que intento dormir nuevamente.

De forma repentina, una tos empezó a producirse en mi garganta. Por un instante pensé que era una simple tos, pero intensificaba más y comenzaba a preocuparme.

No quería despertar a Nel a causa de esto, y mucho menos a sus padres. Pero.. no he dejado de toser y enseguida sentí un movimiento de él.

Despertó por mi culpa.

—Amor —dijo en susurro, adormilado en cuanto se volteaba.

Quería decirle algo, pero la tos me dificultaba hacerlo.