Amor y Desconfianza

Capítulo 7.

—Una amiga —respondí.

—¿Una amiga? —pregunta mi madre.

—Estábamos viendo una peli, y no se preocupen, no pasó nada de lo que tienen en mente.

Noté como rieron y sin decir algo, me senté en el mueble mientras utiliza mi celular. Me comentaron que ahora mismo vendrían mis hermanos y demás familiares. Ellos no piensan estar como si nada después de su reconciliación.

Antonella

Otro día más de rutina, otro día tan común como todos. Pero fue un día sumamente placentero, la mañana transcurrió en un abrir y cerrar de ojos; era un día donde no vimos absolutamente nada de números, nada de matemáticas.

Al estar en receso, estaba con las chicas en la cafetería en la fila esperando por los desayunos. Estaba impaciente, por primera vez tardaban en atender.

Cuando por fin nos atendieron, accedimos directamente a una mesa. Inesperadamente me tropecé con alguien quién también llevaba su desayuno, su jugo se derramó en mí. Levanté mi mirada y era María, joder.. ha arruinado mi mañana por completo.

—¿Eres ciega, o finges serlo? —le dije molesta.

—No tengo la culpa que seas tan torpe.

—Eres tan jodidamente ignorada, que tratas de llamar la atención.

—Cuidado con lo que dices —arqueó una ceja.

—¿Y si no, qué?

Ella iba a abrir la boca para hablar pero, mis amigas la interrumpieron.

—Sabes perfectamente que si te metes con ella, tendrás consecuencias —dijo Williannys.

—Ay si, mira como me da miedo —dijo fingiendo temor.

Sus comentarios me sacaban de quicio y la verdad ya no aguantaba seguir soportando eso. Tuve un gran impulso y derramé una mermelada en su cabello, y de inmediato las chicas y yo nos fuimos. Mientras nos íbamos podíamos escuchar las risas y burlas hacia ella, también pude percibir un gran enojo de su parte.

Me la tenía que descobrar, no siempre me debo de quedar callada, y mucho menos con ella. Si ella quería que yo pasara el ridículo, pues ella sería el doble. 

—No creía eso de ti —dijo Rebeca entre risas.

No respondí, sólo me reía. Caminábamos sin darnos cuenta y llegamos casi a la entrada.

—No puede ser.. ¿qué hace Daril aquí? —dice Arianna, mirando a un lado.

—¿Quién es Daril? —pregunto extrañada.

—¡Ay Antonella! El fotógrafo de Los Boys —dijo Rebeca, revirando sus ojos.

—¿Bueno? Yo no soy fanática.

—Es que tampoco es necesario que lo seas para saber quien es.

—Voy a preguntarle qué hace aquí —dijo Arianna.

—¿Es en serio? —pregunté sorprendida.

—Ah pues, observa —dijo mientras caminaba hacia él.

No lo podía asimilar, no creía lo que estaba viendo. Ari fue capaz de ir, saludarlo y preguntarle qué hacía aquí y por qué no estaban los chicos.. ¡qué loca!

Daril no hallaba que cara poner.

A los segundos ella regresó.

—Me dijo que ser su fotógrafo no implica estar siempre con ellos —se encogió de hombros.