"La Última Carta" acm

"Capítulo 2."

Austin empezó a correr por toda la parte de enfrente del barco.

—¡ESPÉRANOS MAHONE!— Gritaron los chicos, que venían siguiéndolo por atrás. Pero el no esperaría, estaba muy emocionado como para eso. Corrió hasta adentrarse al barco. Se percató de que la primera área era de primera clase. Se subió a un elevador y ahí los chicos lo alcanzaron. Bajaron hasta la segunda planta, que era para segunda clase. Caminaron por un largo pasillo hasta llegar a uno de sus camarotes.

—Bien, este es el mío y de Andrés chicos. Camarote 120— Avisó Austin.

—Acá está el mío— Dijo Christian— 122— Dijo, parado a unos metros de ahí.

—Pues hay que cambiarnos para ir a la piscina, ¿Qué opinan?— Preguntó Andrés

—¡Sí!— Dijo Austin de inmediato, sin pensarlo.

-Entonces nos vemos en 10 minutos allá, dense prisa nenas- Bromeó Christian. Todos de inmediato se adentraron en sus camarotes. Austin y Andrés se quitaron la camisa que traían arriba y se pusieron únicamente un short de mezclilla.

-*-*-*-*-*-*-

- ¡Ashley!- Gritó Loraine. Siguió caminando por todo el camarote pero ella no le respondía. - ¡Ashley! ¿Estás aquí?- Gritó ahora un poco impaciente. Pero al parecer, su amiga no estaba ahí. Maldijo en sus adentros por tener una mejor amiga tan fiestera. ¿Dónde podrá estar? Se preguntó ella. Tomó las llaves del camarote y salió dispuesta a buscarla.

- -*-*-*-*-*-*

- ¡Acá estoy!- Gritó Christian desde el interior de la enorme piscina. No había mucha gente en realidad, ya que era el atardecer, estaba a punto de meterse el sol. Pero a ellos nada los detendría de pasarla bien. Andrés y Austin los observaron y se acercaron con rapidez.

-Joder, ¿Traes una toalla extra Torres?- Preguntó Austin sentándose en una silla frente a la piscina.

-No viejo, ¿Olvidaste la tuya?- Preguntó Andrés

-Si, mierda. Ahora vuelvo- Se quejó Austin. Andrés simplemente sonrió, para proseguir a darse un clavado directo a la piscina.

- -*-*-*-*-*-*

- ¡Ashley!- Gritó una vez más ella. Estaba caminando por un costado de la borda. ¿Dónde podría estar ella? La había buscado por muchos lugares.
Caminó en dirección opuesta, ahora decidió dirigirse a la piscina. Probablemente ella estuviera ahí.

- -*-*-*-*-*-*

Salió del camarote y se colocó la toalla en el hombro, mientras la sostenía con una mano. Caminó a prisa, vaya que tenía ganas de entrar a esa piscina de una vez.

-*-*-*-*-*-*-

- ¡Ashley!- Si, seguramente parecería loca gritando Ashley por todo el crucero, pero no tenía opciones. ¿Dónde demonios estaba ella? Caminó junto a la piscina. Había mucha gente, hasta que finalmente pudo divisar a su mejor amiga, y no precisamente como hubiese querido. Estaba sentada en la orilla de la piscina platicando felizmente con un hombre desconocido, el cual sostenía dos copas de vino en sus manos, de las cuales una de ellas pronto estuvo en manos de Ashley. Además de que usaba bikini. Enojada, Loraine caminó hasta ella.

- ¡Ashley! Te he estado buscando por todo el jodido barco, ¿Por qué te fuiste sin avisarme?- Se quejó ella. La rubia volteó a verla.

-Amiga, ¡Tranquila! Decidí venir a la piscina ya que 'alguien' decidió quedarse en el camarote a ver televisión, que venir a divertirse- Confesó. El chico las miraba con extrañeza.

- ¿Ah sí? ¿Y quién rayos es el?- Preguntó, molesta.

-Me llamo Andrés, mucho gusto- Se presentó con una sonrisa, estirando su brazo para saludarla. Loraine ni siquiera lo tomó.