"Capítulo 11"

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No podría creer lo que leía, o más bien, no podía creer que Austin le hubiera entregado esas cartas a ella. Desde que leyó la del lunes, pudo reconocer que el remitente era él. Conforme más leía, sentía ese horrible nudo en la garganta formarse más y más, tratando de asfixiarla. Cada carta demostraba algo diferente, que Austin realmente estaba enamorándose de ella. Se sintió triste, realmente mal porque todo esto acabara de esta forma.

Los minutos pasaban, y con ello, las silenciosas lágrimas. Se encontraba leyendo ahora la carta del sábado. Le afectó muchísimo leer el último párrafo: ‘Dejarla mañana será lo más difícil que haga en toda mi vida…’. Pero cuando creyó haber derramado las suficientes lágrimas, no sabía lo que le esperaba. Dejó el sobre con la carta a un lado y tomó en sus manos la última carta. La del domingo. Suspiró un poco antes de abrirla para comenzar a leer.

 La Última Carta decía así:

‘Domingo. Me alegra que hayas llegado hasta aquí, Loraine. Supongo que sabes de qué va todo esto. Una carta por cada día de la semana. Dirás que soy cursi o algo así, pero he escrito cartas para mi familia desde que mi padre murió, cuando yo era un niño. Él murió de cáncer, lamentablemente. Bueno, al principio de este viaje, empecé a escribir todo esto sin motivo, sin destinatario. Pero… es curioso porque, apenas te conocí, supe que estas cartas iban para ti. Es difícil explicar lo que siento ahora mismo. Acabo de alejarme de ti hace unas horas y ya me siento fatal. Quizá sea la forma en la que me miras, tus labios, la forma en la que me besaste… tu carácter, tu personalidad… tus sonrisas… no lo sé, todo de ti logró enamorarme. Si, de nuevo yo siendo cursi. Nunca había escrito cartas para nadie, ¿Sabes? Me gustaba una chica en la preparatoria, llamada Chelsea. Yo estaba perdido por esa chica, pero ella andaba con media escuela. Creí que nunca conocería a nadie mejor que ella, y efectivamente, estaba equivocado. Porque te conocí a ti. Pero tú no eres como ella, no. Tú eres… única. Has robado mi corazón en una semana, has provocado que mis latidos se incrementaran a una velocidad impresionante al tenerte cerca. Ni yo mismo me la creía, nadie había provocado esas sensaciones tan impredecibles en mí. Me enseñaste a creer en el amor a primera vista, Loraine Winston. Es por eso, que hoy, te escribo esto para confesarte la verdad de mí. Probablemente cuando leas esto, yo ya estaré en Los Ángeles, al otro lado del mundo, y tú ya estés llegando a Europa, a tu natal Francia. Pero no importa, aquí voy. Al principio de esta carta te comenté que mi padre había muerto de cáncer. En realidad, murió de leucemia. El cáncer se apoderó de su sangre. El necesitaba un donador de medula ósea, y jamás lo consiguió. Es difícil aún para mí recordar esto, no sabes cuánto me afectó. Pero el punto ahora es… hace aproximadamente 2 meses, estaba cómodamente en recostado en mi cama, había llegado de una fiesta con Andrés, Christian y otros chicos. Ese día, me sentía el rey del mundo, debo confesarte que me había acostado con Chelsea. Creí que mi vida no podía ser mejor, era el jodido rey de la preparatoria por ello. Repugnante… ¿Cierto? Estaba a punto de quedarme dormido, cuando recibí una llamada. Algo enojado, levanté el auricular de mi teléfono celular. Era mi madre. Su voz estaba cortada, como si hubiera llorado mucho. Asustado, le pregunté qué pasaba. Fue ahí cuando mi vida dio un giro de 180… no… 360 grados mejor dicho. Yo padecía leucemia. Si, al igual que mi padre. El puto cáncer fue hereditario para mí. Hacía días me había hecho unos estudios con un doctor pues tenía muchos dolores de cabeza en exceso. Y ahí tenía mi respuesta. Ahora yo, tenía cáncer. Fue como si me echaran un balde de agua fría encima, peor que eso. Sólo recuerdo tirar el celular, por cierto, se quebró la pantalla. Empecé a patear todo lo que se me pusiera enfrente. Empecé a llorar como niño pequeño. Me tiré al suelo. Mis amigos llegaron, pues vivimos en la misma casa. Habían escuchado mis gritos. Pero en toda la jodida noche, no me controlé… no pude. El dolor y coraje que sentían eran extremos. Bien… después de ese día, todo cambió para mí. Ahora, me convertí en alguien totalmente nuevo. Dejé a un lado la cerveza, el cigarrillo, todo. Probablemente no por completo pero sí estoy dejándolo, créeme. Han pasado 2 meses desde que me enteré de aquella noticia. El doctor me dijo que si no consigo donador de medula ósea en 5 meses, yo moriría, Loraine. Así como lees. Estoy muriéndome por dentro. Por eso me embarqué en este viaje. Mi hermano Sean pagó absolutamente todo, quiso alejarme de todo, quiso que no me enfocara en el puto cáncer. Y luego te conocí… lograste… joder… lograste sanar mi corazón en una semana. Quizá no mi sangre, pero mi corazón sí. El dolor que estoy sintiendo ahora, no es por la enfermedad que tengo, si no por haberte dejado ir. Pero no puedo permitir que me veas sufrir, que me vas morir. No dejaría que viviéramos unos 3 meses de relación, para luego abandonarte para siempre. Preferí hacerlo antes de que probablemente el pelo se me cayera. Y quizá exagero, pero no aparece ningún donador… esto es difícil, más difícil que un rompecabezas de un millón de piezas. Se trata de mi vida... ¿Comprendes? Y… joder, no pensé que lloraría escribiendo esto. Sólo quiero que comprendas porqué te abandoné. Y quiero que siempre me recuerdes, estaré en tu corazón, en tu memoria. Siempre lo voy a estar, lo juro. Gracias a Dios hice todas las cosas que quería antes de morir, entre ellas bucear y aventarme de un helicóptero con la chica de la que me enamoré: Tú. Y si… mentía cuando te dije que ya lo había hecho antes, aventarme de un helicóptero… en realidad fuiste la primera con la que lo hice. Y no sabes cuánto lo disfruté. Tampoco sabes cuánto disfruté tus besos… tus sonrisas… tus regaños… tus cachetadas… joder, todo lo que hicieras conmigo, era bueno para mí. Porque te tuve, quizá por una sola semana… pero supe que el amor si existía, pude saberlo antes de morir. Gracias a ti puedo decir que viví la mejor aventura de todas. Como me gustaría volver a tenerte en mis brazos, para decirte cuanto te quiero. Pero no puedo y no podré nunca más. Sólo… recuerda esto, hermosa. Recuerda lo que vivimos. Yo espero de todo corazón que encuentres a un chico allá en Francia que sepa amarte con todas sus fuerzas y te proteja. Esto que me hiciste vivir, es lo más increíble de mi vida. Tuve una semana entera con la hija del presidente. Qué bien se siente decirlo… ¿No? Me hubiera gustado conocer a tu padre. Quizá estaría en la cárcel por las bromas que te hice, pero valdría la pena. En fin… creo que esta carta no terminaría nunca. Aquí me detengo. Ojalá nunca me olvides, porque yo nunca lo haré. Te deseo lo mejor del mundo, Loraine Winston. Hasta siempre, bella Rapunzel…

-Austin’.

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Las manos le temblaban. No podía moverse. El nudo en la garganta terminó asfixiándola por completo. Una lágrima volvió a recorrer su mejilla. Y más… más… millones de lágrimas empezaron a caer por su rostro. Sentía que el estómago se le estrujaba. No sentía los latidos de su corazón. Este dolor… era el peor que había sentido. No dejaba de temblar. Dejó la carta a un lado y trató de asimilar lo que acababa de leer… no… no podía. Se trabó en su propio llanto. Se cubrió la cara, trató de no gritar, pero fue imposible. Lo hizo, gritó, con fuerza, ganas, con llanto acompañándola. Estaba enojada, triste, sola… todo le dolía. El alma, el cuerpo. Estaba débil. Intentó pararse pero se cayó al suelo. Se quedó ahí, tratando de respirar. Pero apenas intentaba respirar, se le regresaba ese sentimiento de asfixia. Era horrible… lo peor que había sentido. Estas lágrimas no la abandonaban. La Última Carta, era la peor noticia que le habían dado… Austin, el chico del que se enamoró, que la hizo sentir cosas inigualables en tan poco tiempo… estaba muriendo. Y ella… no podía hacer nada al respecto. Sólo pudo quedarse ahí por horas… para llorar… llorar… sacar todo ese llanto acumulado en su cuerpo. Finalmente, se quedó dormida en el suelo. Sola… como Rapunzel en su torre, lamentable, destrozada y… triste.

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Lamento tanto la tardanza, les queria desear un FELIZ AÑO NUEVO, que todos sus propositos para este año se hagan realidad y que Dios los bendiga.

Voten y comenten.

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