"Capítulo 15"

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Unos gritos en la planta baja, la despertaron. Se incorporó ligeramente en la cama y se dio cuenta de que Austin no estaba a su lado. Se puso de pié y aquellos gritos se multiplicaron. Asustada, se acercó a la puerta, pero antes de abrir, pegó su oído a la puerta, para escuchar.

—¡Me vale mierda, Andrés!— Gritó Austin. — ¡No debiste abrir la puta boca!—.

Loraine se asustó al escuchar aquello.

— ¿Yo que iba a saber que eran ellos? ¡Joder Mahone! ¡No tenía idea!— Replicó él.

— ¿Cómo no ibas a saberlo? ¡Eran policías! ¡PO-LI-CÍ-AS!— Le gritó, enojado.

—Y esos policías sabían que yo te conocía, de algún modo lo sabían. Si me quedaba callado, me hubieran llevado a la puta cárcel. ¿Qué prefieres, que sepan sobre ella o que sepan sobre… Josh?— Preguntó Andrés.

—Pues, ¿Qué crees? ¡Ahora se enterarán de ambas cosas! ¡Jodido imbécil! Ya no han de tardar en llegar, yo me largo de aquí. Todos ustedes irán a la cárcel una vez que investiguen la casa y se sepa la verdad— Habló Austin, al parecer subía las escaleras. Loraine corrió de nuevo hasta la cama y se hizo la dormida.

— ¡Tú no te vas a ningún lado, idiota! ¡Eres culpable también!— Gritó Andrés desde abajo.

—Esta ni siquiera es mi casa, además, no pienso arriesgar a Loraine. A la mierda si soy culpable o no, eso es pasado. Me largo— Contestó él.

—Si te vas, ¡No volverás! ¿Entiendes?— Gritó Andrés, aún más enojado.

—Pues, ¿Qué crees? Me importa una mierda. No pienso toparme contigo jamás, imbécil— Finalizó Austin. Abrió la puerta de golpe. Se acercó a ella y le movió los hombros. Ella fingió que estaba dormida. Volvió a moverla, hasta que abrió los ojos para verlo. Su rostro era de coraje, estaba furioso. Se le notaba en sus facciones.

—Levántate cariño, nos vamos de aquí— Pidió él, tratando de lucir normal. Eso fue imposible, el coraje le recorría las venas. Puso las maletas de ella sobre la cama. Luego, el sacó una maleta de él, y guardó toda la ropa que pudo, así como cosas necesarias. Sacó de su cajón una billetera, y una pequeña mochila negra, muy pequeña. Se la colgó. Ella se sentó en la cama, algo extrañada.

—Austin… ¿Qué pasó?— Preguntó, demasiado confundida. Él siguió guardando sus cosas, hasta que terminó y cerró la maleta.

—Te explico más tarde, cámbiate o como quieras, tenemos que irnos ya— Exigió él.

— ¿A dónde? ¡Explícame! ¡Estás asustándome!— Gritó ella. Austin suspiró y la tomó de los hombros.

— ¿Confías en mí?— Le preguntó. Ella asintió de inmediato. —Entonces toma tus cosas y nos vamos— Finalizó él. Ella se quedó callada, no dijo nada más. Al parecer, no tenía alternativas. Se cambió rápidamente de ropa en el baño, se cepillo velozmente el cabello y tomó ambas maletas y su bolso.

—Estoy lista— Habló ella. Aunque por dentro, se sentía con miedo, nervios, todo la atormentaba. ¿Qué era eso que Andrés había dicho que todos eran culpables? Moría por preguntárselo a Austin, pero aún no era momento. Confiaba en él, pero por dentro, tenía miedo… mucho miedo.

—Bien, vámonos. Sígueme— Pidió él. Ambos salieron de la habitación y bajaron las escaleras, ahí, estaban Andrés y Christian. Austin se dirigió a la puerta y la abrió.

—Si sales por esa puerta, no vuelves, Mahone. Estás abandonándonos— Habló Christian. Austin volteó a verlos a los dos. Loraine no podía entender de lo que hablaban.

"La Última Carta" acmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora