Rather Strange (fanfic Doctor Strange)

12. Comer o no comer.

<< Raro... >>

Día uno del entrenamiento. Sí, especifico lo de día porque Stephen le ha hecho algo a Kamar-Taj para que en sus zonas "exteriores" siempre sea de noche. Podré deambular por cualquier sitio cuando se me antoje y colaborar con los otros "alumnos" a horas normales para ellos. Por cualquier ventana podré ver una magnífica luna llena.

En mi habitación había una túnica de aprendiz, así que me la he puesto y parece que, o han acertado con la talla, o se amolda perfectamente a mi cuerpo. Es una tela agradable. Aunque tengo que decir que no me vendrían mal un par de mudas mágicas limpias, porque no tuve la oportunidad de hacer la mochila antes de venir aquí. Creo que se lo diré a Stephen cuando le vea; igual puede hacer un portal y dejarme en mi casa un par de minutos. No tiene pinta de ser posible, dada la situación, pero preguntar es gratis.

Intento recordar qué corredor da al salón comedor. Tendría que haberle prestado más atención al tour en vez de seguir abrumada por el momento incómodo que acababa de pasar,

Localizo una conversación y me guío por ella hasta llegar al destino.

Emily está sentada frente a un desayuno abundante mientras habla con Loki. Stephen lee un periódico mientras su taza de té humea.

<< Esto va a ser incómodo. >>

— Buenos días. — La chica es la primera en saludarme. — ¿Tú comes?

— Eh... a veces, supongo. << Qué directa. >>

— Bienvenida al club. — Dice Loki en voz alta mientras usa sus poderes de levitación para hacer que un dónut glaseado vuele desde el centro de la mesa hasta su mano.

— Perdona. No quería ser grosera.

<< O se me ha leído en la cara o sus poderes empáticos funcionan bien. >> No, no pasa nada. Me tomaría unas tostadas con mermelada.

Me siento en una silla de las decenas que rodean la grandiosa mesa, no demasiado lejos de la parejita, pero lo suficiente.

— No os demoréis, tenemos trabajo que hacer. — Las primeras palabras que salen de la boca del Doctor son para meter prisa. — Que estemos seguros aquí no significa que tengamos tiempo que perder.

He visto a Stephen cientos de veces mover sus manos y, mediante destellos y círculos mágicos, conjurar cosas, hacer que se muevan, crear ilusiones o abrir portales, pero no se me había pasado por la cabeza que las artes místicas estuvieran al alcance de cualquier ser con la voluntad de manejarlas.

La primera clase es una mezcla de meditación, yoga y cómo encontrar la forma de encontrar la conexión con la energía universal para poder usarla después. Es... un poco deprimente.

Por supuesto, Loki enseguida se las da de listo. En cuanto empezamos con la parte práctica, es el primero en hacer circulitos en el aire, aunque los suyos tienen un aura verde y bien podrían ser una ilusión. ¿Acaso sabría Stephen distinguirlo si lo fueran? Imagino que sí.

Puedo leer en la mente de Emily que ella se siente ridícula haciendo movimientos sin ningún resultado, y estoy segura de que puede percibir exactamente lo mismo en mí.

— Tenéis que dejar de pensar en lo que parecéis o dejáis de parecer cuando no lo conseguís y centraros en lo que sentiréis cuando lo hagáis correctamente. — Nos dice Stephen, que levita entre nosotros corrigiendo nuestras posturas o dándonos consejos al respecto de las condiciones mentales idóneas.

<< Más fácil de decir que de hacer. >>

— Descansemos por ahora. Me gustaría que todos leyerais el tratado que os he dicho antes. Wong estará en la biblioteca. << Tú no. >>

<< Sí, maestro. >> Algún día, todo mi sarcasmo se convertirá en veneno y me moriré sin remedio.

— No crees en absoluto que seas capaz de hacerlo.

— ...

— Podríamos ir más rápido si me dejas entrar en tu mente y enseñarte a canalizar la energía desde dentro.

— ¿Eso se puede?

— Sí. Pero intento respetar nuestros acuerdos de confidencialidad. Por eso te pido permiso.

— Sólo para esto.

— Sólo para esto.

Intento disipar mis pensamientos para que le sea más fácil acceder a donde desee ir. Pronto comienzo a notar su cálida y poderosa presencia.

<< Haz los movimientos que hemos practicado. >>

Lo hago tal como me dice y siento la energía fluir a través de mi cabeza, mi torso y mis brazos hasta mis manos. A medida que mis gestos son más fluidos y precisos, comienzan a aparecer chispas; las chispas toman forma y se agrupan en dos discos de intrincado diseño delante de mis manos.