23. Señor de la oscuridad.

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Cuando me despierto y miro a mi alrededor, tardo varios segundos en realinear mis neuronas y recordar lo que Emily ha probado conmigo. Por lo que veo, seguimos en la misma sala y no parece que haya pasado mucho tiempo inconsciente.

— La adrenalina ha funcionado. ¿Te encuentras bien?

— ... — Me llevo una mano a la cabeza, lo único que siento es una jaqueca bastante fuerte.

— No podía decirte lo que iba a hacer porque necesitaba que estuvieras receptiva. Ha sido totalmente temporal e inocuo, te lo prometo.

Está nerviosa. Rastreo brevemente su mente y sólo noto aflicción y algo de vergüenza. Respiro lentamente un par de veces para concentrarme en mí misma; tengo que deshacerme del dolor cuanto antes, es como tener un clavo atravesándome la cabeza.

— No deberías haberte quedado dormida. No lo entiendo. Sólo estaba estimulando la producción de unas hormonas que te hicieran sentir segura conmigo... no...

— Mi Sistema Nervioso ha debido tratar de controlar... o compensar lo que estabas haciendo, de ahí la migraña. << Voy a tener que hacer uso de todas mis habilidades de regeneración para lidiar con esto... >>

— Al menos no te ha puesto acné, date por satisfecha.

La voz de Loki apareciendo de la nada me sobresalta. El asgardiano está apoyado en la pared detrás de mí en su pose nihilista habitual, con los brazos cruzados y una mirada que me parece una confusa mezcla de desaprobación y diversión.

— Le he pedido que viniera cuando te has dormido. No estaba segura de poder despertarte con la adrenalina o si alguien con habilidades telépatas...

— Suficiente explicación. — Le corto, sin intentar esconder mi profunda incomodidad. Me pongo en pie y dejo la habitación antes de escuchar más excusas ni aclaraciones.

Camino por uno de los largos pasillos sin ningún rumbo concreto.

Lo cierto es que me ha mosqueado que haya probado eso conmigo sin mi consentimiento. Es verdad que me ofrecí a ser su conejillo de indias, pero con condiciones: nada de cosas raras. Si no fuera mi segunda mala experiencia con la empatía, igual hubiera reaccionado de forma un poco más comprensiva.

Ha traído de vuelta recuerdos indeseados.

Durante el último... encontronazo con mi hermano tuvo lugar una lucha en la que intervinieron muchos de los héroes de la Tierra como Thor, Spider-Man y buena parte de los X-Men.

En cierto punto del conflicto, Vlad Tepes, Drácula, Señor de la Oscuridad o como le gustara a él llamarse, secuestró y se alimentó directamente del Hechicero Supremo de la Tierra. En otras palabras, le mordió, trató de convertirle en vampiro. Por suerte, Stephen estaba en aquel momento en su forma astral antes de que la mordedura fuera completamente efectiva.

Ambos lucharon en el plano astral hasta que algunos aliados pudimos reunirnos alrededor de sus cuerpos físicos para completar el ritual de la fórmula Montesi, un encantamiento que desharía la maldición causada por Drácula, destruyendo a todos los vampiros del mundo... un grupo en el que supuestamente debería estar incluida.

La misma posibilidad de utilizar aquel hechizo que me costaría la vida fue causa de una discusión bastante fuerte.

Y no morí, aunque estaba preparada para ello.

Una de las explicaciones que obtuve aludía a que no era mi hermano quién me había convertido, si no que los dos habíamos comenzado a manifestar nuestras habilidades "vampíricas" a la vez. Stephen había investigado más e incluso acudido a los Hechiceros Supremos de otras dimensiones, pero sin sacar nada en claro. Por lo visto el vampirismo no era demasiado habitual en ningún otro plano espaciotemporal.

La perspectiva de continuar viviendo una vida a la que ya había decidido renunciar se convirtió en la causa por la que dudé de todo lo que tenía en aquel momento en mi vida.

Con aquel lío en la cabeza, hui de la ciudad de Nueva York... y hui de mi relación con Stephen.

No me gustaría que nadie hurgara en las emociones de aquella época.

Rather Strange (fanfic Doctor Strange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora