16. Cielos despejados.

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La verdad es que esperaba recuperar mi acidez y mi bipolaridad de pensamiento a medida que avanzara el día.

Me he lucido invocando un pequeño portal a la biblioteca en cuanto el Doctor nos ha dado los anillos. Emily me ha felicitado, claro, aunque ella aún sigue intentando invocar los discos de poder. Loki parecía un poco molesto, quizás porque este tipo de cosas ya no las puede fingir con sus propios poderes, tampoco ha tenido muchos problemas con ello así que no puede quejarse.

Vuelvo a estar en mi habitación. Quiero adecentarme para la hora de comer. Darme una ducha, cambiarme de ropa y tal.

En Kamar-Taj, aunque tenemos habitaciones privadas, sólo hay un baño común, aunque bastante grande.

Cojo mis cosas de aseo, el móvil y una túnica limpia que le he pedido a Wong ya que controla bastante de ese tipo de cosas, de hecho, él es quién se encarga de que haya comida a las horas indicadas entre otros. Strange es la cara bonita del templo, pero el maestro Wong tiene muchos más años de experiencia con las artes místicas.

La retahíla de pasillos por los que hay que deambular para llegar de un lado a otro es enorme; como se trata de un espacio físico que manipulan los maestros a su antojo según se requiere, imagino que forma parte de un sistema de protección tipo laberinto contra posibles invasiones. Por lo que parece, con la mente despejada me cuesta menos ubicarme y no desorientarme si tengo claro el destino al que deseo llegar. O quizás el aumento de mi habilidad con las artes místicas hace que conecte mejor con el templo y lo haga más fácil para mí.

En cualquier caso, se suman pros a la lista de efectos tras el lavado sentimental.

— ¿Lianda? — El Doctor ha aparecido doblando la esquina del pasillo anexo. Lleva un grupo de pergaminos en los brazos.

— ¿Sí?

— Después de comer me gustaría que fueras con Emily. Me ha dicho que, trabajando contigo, ha hecho grandes progresos comprendiendo el funcionamiento de sus poderes empáticos.

— No hay problema.

Se acerca a mí y noto que comienza a intentar escanear mi mente, pero recuerdo lo que estuvimos practicando hace unos días y utilizo el control de las artes místicas para reforzar la barrera que le impide acceder más allá.

— Veo que tú también has avanzado.

— Gracias, maestro Strange. — La frase sale de mi boca mientras él se sitúa justo frente a mí. Nada. Ni una emoción. Todos los recuerdos de nuestra relación siguen ahí, por supuesto, pero es como si hubiera pasado página de repente. << Encefalograma plano, baby. Eh, eso casi puede considerarse humor. >> La barrera mental que he establecido parece oscilar ante la distracción de esa observación.

—¿Hay algo que quieras contarme?

— No, nada en especial.

— De acuerdo.

No insiste, y eso sí que es raro. Estará tan sorprendido como yo con mis súbitos progresos. A caballo regalado...

Ya a salvo en los baños, relajada y cubierta por agua y burbujas en lo que parece una bañera de estilo japonés, puedo darle una vuelta más a todo el asunto de lo que ha pasado con Emily y mis sentimientos.

Sea lo que sea lo que me ha hecho, el resultado es que mi concentración ha mejorado, y con ello mis habilidades mentales, artes místicas incluidas a pesar de que creo que no funcionan exactamente así. En realidad, quién sabe cómo funcionan todos estos poderes que los super humanos podemos tener. No es algo estrictamente científico, aunque es verdad que algunas características mutantes tienen cierta lógica si le echas imaginación. Creo que había un tío que le daba energía cinética a las cartas de una baraja y podía partir gente en dos, bastante guay y con más o menos sentido, pero... ¿cómo le puedes transmitir energía cinética a nada sin crearla primero? ¿O cómo la creas? Ni la más remota idea.

Una vez limpia, me visto y recojo todo lo que he traído para llevarlo de vuelta a mi habitación.

A lo lejos, escucho la voz de varias personas dando órdenes. No puedo localizar su ubicación en el templo con la mente, pero se acercan y rápido. Ya estaban tardando en localizarnos aquí... ¿Dónde están los demás?

Cuando aparecen por la esquina más cercana, puedo ver que llevan a Emily con ellos a punta de pistola. Son sólo tres hombres y fácilmente podré echarlos abajo con mi fuerza y agilidad. Qué pena que Stephen no nos haya enseñado aún cosas ofensivas que hacer con las artes místicas, hubiera sido divertido practicar con estos tíos.

Tiro al suelo las cosas que llevo entre manos para prepararme mientras ellos me apuntan y dicen alguna tontería de tío malo. No tienen pinta de ir a disparar, probablemente sólo vengan a capturar a Loki.

Y entonces, el que lidera, dispara.

Veo venir la bala a cámara lenta.

Quiero esquivarla. Debería ser capaz de esquivarla con mis habilidades.

¿Por qué no me muevo?

Rather Strange (fanfic Doctor Strange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora