Stephen me guía a través de los intrincados corredores de lo que ha resultado ser Kamar-Taj, el gran templo de entrenamiento de los maestros de las artes místicas, hasta una pequeña habitación compuesta por una sencilla cama, una estantería baja y una silla. Aunque con pequeñas piezas decorativas, el entorno invita al aislamiento, la meditación... en una palabra, es deprimente.
— Esta fue mi habitación cuando llegué aquí por primera vez. — Dice, paseando su mirada con melancolía. — Aquí podemos hablar.
Usar la boca en vez de la cabeza parecía la mejor de las opciones si por fin íbamos a ser capaces de hablar como adultos. Comunicarnos con la mente siempre conseguía sacarme de quicio por ser incapaz de impedir que todo, quisiera o no, fuera captado por él.
— ¿Sabías que iría a buscarte al Sancta Sanctórum? ¿Por eso dejaste allí la capa? ¿Para mí?
— Había muchas posibilidades de que así fuera, sí.
Casi había olvidado que entre sus habilidades se contaba el vislumbrar los posibles futuros cercanos. A este hombre no le faltaban recursos.
— También era su misión terminar de establecer la protección del templo de Nueva York para mantener las zonas sensibles a salvo de los invasores desconocidos.
— Entonces sabes que Stark vino a verme "de incógnito".
— ... — Stephen no reprime una mueca de preocupación. — Me hubiera gustado hablar con él antes de marcharme.
— Imagino que no me vas a preguntar qué le dije.
— Supongo que apenas intercambiasteis dos frases. Él tampoco querría que lo hubieras hecho, seguramente él deseaba que no lo hicieras en ninguna circunstancia.
— No lo entiendo. Se tomó muchas molestias para llevarse el papel con la ubicación de tu apartamento.
— Porque yo se lo pedí.
— ¿Le dijiste que viniera a mi piso a robarme?
— Lo único que hice fue confiarle la localización del siguiente punto de control si me veía comprometido, y así ha sido. Él sabía exactamente dónde estarías y lo que tenía que hacer.
— Podría no a haber estado en casa, o llevar el papel en un bolsillo del pantalón. Diablos, podría haberlo roto. — Me siento en la cama, apenas lo suficientemente grande para una sola persona.
— No parecía posible. — Sonríe mientras recoge unos libros y hace un portal para devolverlos a lo que parece una biblioteca. — Pero para llegar a ese momento, tenías que rehusar mi oferta.
— Estoy cansada, Stephen, de nuestro tira y afloja, de los sinsentidos en favor de los futuros probables, de no saber... — Si soy capaz de expresar mis ideas con palabras en vez de callármelas y enfadarme, es por la paz que él desprende. — Si entra en tus probabilidades que esté aquí, tienes que ser claro conmigo, Quiero saber qué hago aquí.
— Si aceptas, me gustaría entrenarte en las artes místicas.
<< Eso no me lo esperaba. >>
— Algo no va bien en Nueva York, dentro de S.H.I.E.L.D. Están pasando cosas, fuera del control de Stark y de las otras cabezas de la organización. Grandes cantidades de suero anti-mutante, así como sus componentes se han esfumado y tememos que se vayan a utilizar en contra de los héroes defensores de la Tierra.
— Pero muchos, como Thor, tú o yo no somos mutantes, no les afectaría.
— Han estado capturando objetivos desde hace cierto tiempo. Mutantes y con otros orígenes. Individuos a los que nadie echaría de menos salvo aquellos agentes en contacto con ellos, como Loki.
— Están modificando el suero.
— Eso me temo.
— ¿Y Stark no puede hacer nada desde dentro? ¿El director Furia?
— Sí así fuera, no estaríamos aquí. Quien esté manipulando los hilos desde S.H.I.E.L.D. sabe lo que hace. Por el momento tenemos a Loki de nuestro lado, y él tiene a Emily.
— ¿Cuál es el plan?
— Esperar. El siguiente movimiento es cosa de Stark... Pero mientras esperamos, hay mucho que estudiar y practicar. Kamar-Taj os recibirá con los brazos abierto, hace algún tiempo que no da cobijo a nuevos aprendices tan prometedores.
— Un momento, ¿aprendices?
— Tú, Emily... y Loki, por supuesto.
— ¿Vas a enseñarle artes místicas al hermano de Thor? No puedo decir que me parezca sensato.
Otra vez la sonrisa. Esa sonrisa que dice: "lo sé" y "todo irá bien". Pero sé que no podré evitar preocuparme en los días o semanas sucesivos.
—Emily progresa adecuadamente en el dominio de sus habilidades empáticas, pero me gustaría tener tu permiso para que pueda practicar con tu mente, así como lo hará con la de Loki o la mía cuando esté preparada. Nada invasivo, por supuesto. Cambios de humor, inducción de ideas sencillas... todo en la medida que se lo permitas.
— Eh...
— A cambio, me gustaría continuar donde lo dejamos y enseñarte a cerrar tu mente ante las agresiones. Así practicaríais juntas.
Me siento un poco abrumada. ¿Estudiar artes místicas bajo su tutela? Perfecto. ¿Aprender a cerrar mi mente? Genial. ¿Dejar que una émpata sin experiencia juegue con mi mente? Eso ya no me parece tan guay.
— No más secretos.
— No más secretos.
El silencio envuelve la pequeña habitación. Stephen se da la vuelta y continúa adecentando el lugar.
— ¿Tengo que llamarte maestro o algo parecido a partir de ahora?
Suelta una carcajada que llena de calidez su mirada y se acerca. Apenas nos separan unos centímetros durante unos segundos que me parecen eternos. Se me había olvidado lo alto que era... Y justo antes de que el momento pase de entrañable a raro, Stephen rodea con sus brazos mi cuerpo en un suave abrazo.
— Lo iremos viendo, ¿vale? — Me susurra directamente en el oído.
Cuando se separa, me arde la cara.
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Rather Strange (fanfic Doctor Strange)
FanficSINOPSIS Lianda Tepes es una "joven" vampira recién residente en Nueva York. Prefiere mantenerse ajena al mundo de los super héroes pero el lanzamiento de una iniciativa para revertir los efectos de las nieblas terrígenas, así como cualquier otra mu...