Capitulo 7: Llamada a secas

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Calle se quedo observando a la chica por unos segundos, antes de hacer una mueca – ¿Tu qué vas a saber lo que siento? – Preguntó irritada, a lo que Poché reaccionó con una sonrisa.

– En realidad no tengo ni idea como tú te sientes, pero puede que tenga un inicio, pues yo perdí también a mi madre hace dos años – confesó sin quitarle un ojo de encima a la chica – No espero entenderte a la primera, espero que me expliques para entender – Continuo antes de cerrar de nuevo los ojos – Solo que a su tiempo – finalizó.

Calle no comentó nada, solo vio como está se acomodaba un poco más a su lado «Que chica más extraña» pensó antes de colocarse los auriculares de nuevo y observar su celular.

Luego de varios minutos, levantó de nuevo la vista, y se quedó mirando lo calmada que se encontraba Poché, como subía y bajaba con lentitud su pecho, su cabello bailar al darle el aire del abanico, y como su boca se encontraba entre abierta.

Sus labios formaron una curva inconsientemente, dejando los auriculares hacia un lado y concentrándose en la respiración de su compañera, sin darse cuenta cuando se quedo dormida.

Calle se quejó al sentir los rayos del sol dar en su cara, forzosamente siendo despertada, cuando abrió los ojos notó que se encontraba sola en la cama, sintiéndose un tanto desilusionada.

– ¿Ya despertaste? – La voz de Poché apareció del baño, mientras está se hacía una coleta.

– No, sigo durmiendo – Calle comentó sarcástica, mientras se reincorporaba, cruzando los pies en forma india.

Poché volteo los ojos, y con una sonrisa camino hacia la puerta – Usaré la cocina – Comentó abriéndola.

Calle abrió los ojos – ¡No me la vayas a incendiar! – Comentó rápido, ya que iba a ser la primera vez que alguien más la usaba.

Poché empezó a reír más fuerte – Nena, no es como si fuera a hacer una comida, solo haré el desayuno, que para tu información es mi especialidad – Está finalizó, empujando su caleta hacia atrás, dejando a Calle embobada.

– Me aseguraré de eso – Calle comentó corriendo al baño, para hacer sus necesidades, y limpiarse la boca, una vez terminada, se dirigió al primer piso, notando todo limpio como si no hubiera ocurrido nada la noche anterior.

– Tus amigos – Poché empezó al notar la presencia de la otra, pero con un poco de disgusto en esa palabra – Limpiaron anoche, no sé si se fueron, mucho menos me importa – Finalizó desinteresada.

Calle arqueó una ceja con el cambio de humor de esta – ¿Pasó algo entre ustedes? – Preguntó tomando haciendo en el taburete al frente de la isla, que se encontraba en el mismo medio de la cocina.

Poché busco entre las gavetas y la nevera lo que iba a hacer, y hundió los hombros – Para nada – Finalizó en secas.

Calle asintió no tan segura de la contestación – ¿Que hora es? – Preguntó al haber olvidado el celular en el piso de arriba.

Poché saco el de ella, y le dió una rápida mirada – Son las 9:24, ya es demasiado tarde como para ir a la escuela – Confesó.

– ¿Desde qué hora llevas tú levantada? – Calle preguntó a continuación.

Poché se puso a pensar – Más o menos desde las 7 – comentó.

– ¿Por qué no me levantaste? – Preguntó Calle con más curiosidad, sin quitarle los ojos de encima a la chica, quien se encontraba caminando de un lado a otro preparando el desayuno.

– Te veías demasiado tranquila durmiendo, y no quería molestarte, además pensé que estabas demasiado cansada después de lo de anoche – Comentó hundiendo los hombros, como si hubiera sido lo más normal en alguien.

Calle se quedó callada, viendo como Poché servía unos waffles, y los colocaba en la isla, al frente de ella « Me preguntó por qué hace esto»

– ¿Quieres ir para algún sitio? – Poché preguntó sacando a su compañera a la realidad.

– Yo... – Sus palabras fueron interrumpidas por el tono de llamada proviniente del móvil de Poché, quien miro la pantalla, y observó unos instantes antes de dejarlo al lado.

– ¿Cómo me decías? – Preguntó la peli azul mirando a la chica a la cara.

La respiración de Calle se detuvo unos segundos al quedar conectada con los ojos de esta – N... – Pauso y miró hacia el lado cuando volvió a escuchar el móvil – Deberías de contestarlo – comentó con desinteres mientras intentaba de tranquilizar el sentimiento que se le había formado.

Poché tomo el móvil y le dió para aceptar – ¿Qué sucede? – Pregunto sin quitarle el ojo de encima a Calle.

¿Por qué tan seca? Y ¿Dónde estás? Estuve esperandote en la entrada de la escuela toda una hora† – Se escuchó en un tono molestó.

Poché rodó los ojos – Ay, discúlpame, déjame mojarme un poco haber si no estaré tan seca para entonces – Gruñó con sarcasmo, mientras empezaba a jugar con un mechón de su pelo y sonreía al ver como Calle intentaba de aguantar la risa – Estoy enferma, y no pude asistir hoy – Mintió.

†Aveces odio que hagas eso† – El chico suspiró – †Pasare horita por tu casa, ¿quieres que te lleve algo?†

Poché negó con la cabeza, como si el chico la pudiera ver – No es necesario que vengas Juan, estoy en buenas manos – Comentó está viendo a Calle, quien había empezado a sonrojarse un poco inconsientemente a lo que una ceja se levantaba en confusión.

El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora