Capítulo 38: Segundo Hogar

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El policía mantuvo silencio, observando a la castaña, quien se había reclinado hacia atrás en el asiento.

– Me parece un poco injusto – Añadió Sebastián quien ah estado callado en todo momento.

El superior negó con la cabeza – Las fotos no están completas, no son suficiente evidencia ya que él no aparece en ninguna, además de tomar fotos sin el consentimiento de alguien es un caso de delito, aún que sea mínimo, y si venimos a ver, ella no tiene rastros de algún daño físico y él, pues él apenas es reconocible – Este comentó, pinchando el puente de su nariz.

Calle lo observó por unos minutos, sus ojos tornándose fríos y profundos.

– ¿Cuánto ofrecieron? – Está preguntó sería.

– No se de qué hablas – El policía comento llevando su vista hacia la mesa, volviendo a ver el móvil de la chica.

– No me vengas con estupideces Johnny, sé muy bien que el dinero estuvo en vuelto en esta mierda – Está gruño, inclinándose hacia alante, recostandose sus brazos encima de la mesa.

– Se supone que yo soy el de las preguntas, y no vuelvas a dirigirte así – Este comentó en un tono molestó.

Calle dejó su vista moverse de arriba abajo en el cuerpo del policía, y volvió a subir hacia su cara.

Se levantó de la silla, con calma y camino hacia la puerta, colocando su mano en la perilla.

– Daniela, ¿Adónde crees que vas? – Este preguntó levantandose de la silla.

Está lo miró una última vez y abrió la puerta, dándole la espalda.

– Como sigas desobedeciendo te dejare encerrada – Este gruño.

Sebastián no sabía que hacer, pues se había asombrado con la actitud de la castaña.

– Oh por favor Johnny – Está empezó a caminar por el pasillo – De todas maneras se cómo termina esto, siempre a terminado igual, te pagan una cantidad de dinero, y el caso se viene abajo, y se hacen como si no pasará nada – Está llegó a la puerta, a todas estas la familia Garzón observaba el intercambio de palabras.

– Cuando termines con Sebastián, llámame, estaré fumando afuera – Está finalizó guiñandole el ojo.

Calle termino de salir del sitio, caminando hacia quien sabe dónde.

– Joder, joder, no quiero que Poché me vea con esposas en las manos – Está gruño agarrándose el cabello – Ella no puede quedarse aquí, malditasea Mario, esto es tu culpa – patio una piedra, haciendo que está diera varios brincos y chocará uno de los carros, en la parte baja de la puerta delantera.

«Ire a la cárcel, otra marca más, y ¿esta vez por nada?» Está pensó para si misma, antes de caminar lentamente al auto, era el de Sebastián.

«¿Debería solo ir a buscarlo y acabar con todo esto?» Pensó de nuevo, llevando una mano a su barbilla.

– ¡MALDICIÓN! – dejó escapar un grito desesperado, recostandose del auto.

«Aun que quieras irlo a buscar, ¿que pensarás hacer? Tendrás a la policía a tus espaldas, no lograras ni tocarle un pelo» sus pensamientos, tenían una batalla en lo que debería y no debería hacer.

Su batalla duro pocos minutos, ya que el policía, había salido, buscándola.

– Daniela Calle, queda bajo arresto por agredir al señor Mario Ruíz – Este comentó con autoridad, sacando a la castaña de sus pensamientos.

– Así que injustamente terminaré allá adentro – Está burló, anotando.

– Solo tienes suerte que son 5 años nada más – Este sonrió de lado.

– Me da el presentimiento, que a ti te encanta dejarme en la cárcel – Está gruño levantando las manos, para que esté la esposara.

– Solo es mi trabajo, pero no es mi culpa que estes tanto tiempo metida en problemas, ¿cuántas van con esta? ¿Seis? – Este se preguntó.

– Siete – confirmo la chica – Para la próxima haré más que solo golpearlo – Está dijo en tono irritante.

– Daniela, pensé que había cambiado, no te veía la cara aquí desde que tenías 15, y ya estás casi en los 19 – este suspiro, llevando a la chica a uno de los autos de policía.

– No muchas cosas cambian, y sabes muy bien que eh estado aquí por malas compañías – Este comentó enfadada.

– Eso te manda a ti por siempre estar rodeada de bandidos, y todas esas cosas, podias, puedes hacer mejores cosas que esto – Este dijo, abriendo la puerta y entrando la en el asiento trasero.

Está observó por la ventana, viendo a Poché, su mirada estaba destrozada, volteando de a abrazar a su hermana menor, quien la intentaba de tranquilizar.

– No me refería a eso, me refería a juntarme con novatos que no sabía hacer sus trabajos, siempre era yo la que salía culpada – Está comentó entre dientes «Esos buenos para nada» pensó con desagrado.

El policía la observó, negando con la cabeza mientras, encendía el auto, normalmente se les hubiera dejado una noche en la estación de policía, y por la mañana los entregaba a las respectivas cárceles, pero por la suma de dinero y el acuerdo que habían llegado estos fueron obligados a ser acusados al momento, y llevados al sitio, pues se les hacia innecesario causar tanto revuelo.

Calle se mantuvo callada en todo el camino, dejando el paisaje recuperar sitios en su memoria, observando los cambios que han dado, tardaron unas cuatro a cinco horas a llegar a su destino.

– Srt. Calle, pero que desagradable sorpresa – La encargada del sitio comentó, observando con disgusto a la chica.

Calle sonrió – ay, dios, no vengas con esa expresión, la última vez que nos vimos no te quejaba mientras estabas entremedio de mis piernas – Está movió los ojos irritada, caminando hacia una de las mesas, donde se sentó, esperando pacientemente a que las esposas fueran removidas de sus muñecas, pues el metal frío no era de su agrado.

– No has cambiado en absoluto por lo que veo – La jefa comentó levantando una ceja, y quitándole las esposas.

Está hundió los hombros – No entendería por qué cambiar, con este mundo tan injusto, solo puedes jugar a ser quien no eres – Está sonrió de lado, un poco sádica.

La jefa la miró a los ojos – Debo de admitir, que notó algo diferente en tus ojos – se inclinó un poco más – ¿Estás segura que sigues siendo la misma? – Está preguntó.

Calle iba a contestar, pero una voz la hizo quedarse muda, sus palabras siendo golpeadas a otra dirección, una voz que no escuchaba en tanto tiempo.

– ¿Hermana? –


¡Holis hermosas!

Creo que lo prometido es deuda 🤦 los votos han pasado los 1k, en realidad no me esperaba eso.

Les dejare mi Instagram Lyma_hearts16, por si quieren torturarme al no subir capítulos o algo. No es necesario que me sigan, pero ya había prometido que lo iba a poner si pasaban los votos. 🖤🌸

Bueno, de todas maneras espero que les guste el capítulo, ya que no eh estado prestando mucho atención, pues mi mente a estado en una chica que me gusta, y como me le voy a confesar... Y dejen decirles, que se me e ah hecho difícil 🤦😫

El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora