Capítulo 26: Secreto a voces

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Han pasado tres días desde que Calle a quedado hospitalizada, y aún no da señales de que despierte, sus amigos y algunos de sus compañeros han ido a dejar tarjetas de recuperación, y flores.

Poché se las leía, ya que apenas salía del edificio, pues se le era imposible dejarla sola, y si se marchaba era para ir a la casa, a dormir lo suficiente, bañarse y comer, pero volvía y regresaba. Entre cambia sentándose en la silla, o a los pies de esta en la camilla.

Su aspecto no era de los mejores, pues le afectaba tremendamente lo sucedido, y por alguna razón se echaba toda la culpa. Desde esa vez no ve a Juan, y el celular de la castaña a estado explotando de mensajes, desde la persona más desagradable hasta la más cariñosa, pues la mayoría eran deseando que se recupere, y que extrañaba su voz, pero dos personas en particular destacaban más; Matu y Drake, quienes seguían con un tipo de obsesión, que la misma peli-azul se le hacia sofocante.

- Poché, ya deberías ir a la casa, llevas desde las 2 de la mañana, y necesitas descansar - Sebastián le comento, entrando a la habitación, con unos aperitivos en manos.

Poché asintió sin protesta pues ya sentía la pesadez del cansancio encima, está se bajó de la camilla, depositando un beso en la frente de la chica.

- Por favor Calle, ya te necesito escuchar - Le susurró al oído antes de reincorporarse.

- Se nota que en verdad la amas - Sebastián comentó observando con detenimiento lo sucedido.

Poché observó la castaña, y llevó su vista hacia el chico.

- Creo que es algo que ya no puedo negar aunque lo intente - Está sonrió, una lágrima recorriendo su mejilla.

- Poché, lo que sienten ustedes dos es un secreto a voces, no sorprendería a nadie si lo hicieran público - este Pauso un momento - ¿Te puedo hacer una pregunta? - Sebas preguntó sentándose en la silla, posando sus codos encima de sus muslos, mientras tenía la mirada concentrada en la peli-azul.

- Ya la hiciste - Esta burlo, intentando concentrar su mente en otra cosa, negando con la cabeza - Seguro, ¿que ocurre? - Está finalizó.

Sebastián tenía un semblante serio, intercambiando su mirada entre Calle y Poché - ¿Por qué te tardaste tanto en aceptar lo que sentías? - este preguntó levantando una ceja.

Poché se mordió el labio inferior, buscando una razón válida en su mente, al no encontrar nada, bajo la cabeza, pensando que el suelo la iría a salvar.

- Poché, te eh hecho una pregunta - Sebastián le repitió.

Poché suspiro - No sé, okay, tenía miedo de lo que sentía, y no era como si pudiera haber dejado a Juan a la pata y entrar rápidamente en otra relación, llevaba 3 años con él, aún que no sintiera ya nada, la costumbre se me hizo difícil de olvidar - Está comentó, y antes de que Sebastián pudiera hablar esta continuó - Nunca creí que le hiciera está cantidad de daño, pues no más de una vez me ah demostrado que tiene interés en algo, pero tienes que entenderme, no estoy acostumbrada a sentirme de esta manera, y ella es otra chica, nuestra relación no se vería la más aceptada - Está comentó su voz quebrantandose.

Sebastián analizó la información que le había sido otorgada, entiendo lo que dices, y sé que puede asustar, pero no crees que se sentiría más posible si le das una oportunidad, las eh visto juntas, y la forma en la que se tratan, además de qué es divertida, es adorable, además de qué ambas se complementan - Este sonrió, sacando su celular del bolsillo buscando algo en el.

Este le mostró una foto en la cual estaba abrazada a Calle, con una sonrisa y las mejillas rositas.

- ¿Las conoces? Es una de las parejas más hermosas que eh visto - Este burlo.

- ¿Enserio nos estás juntando? - Está Comentó levantando una ceja incrédula.

Sebastián asintió - Desde que cree el nombre de su relación, y lo subí a Instagram con una foto, an tenido mucha aceptación - Este comentó hundiendo los hombres.

- ¿Que tu qué? - Está abrió los ojos, a punto de gruñirle.

- Caché, es el nombre de su relación - Fue lo único que comentó - Dani también lo había aceptado - Este Añadio.

Poché lo miro - Ella también lo sabía - Está comentó intentando de aceptarlo.

- Ella fue la que ayudó en el - el aclaró.

Está lo miró y negó con la cabeza - Tengo que ir a dormir, esto es demasiado - finalizó tomando sus cosas y caminando hacia afuera la salida del edificio, despidiéndose de algunas de las enfermeras que se había familiarizado.

Está llegó a su carro, arrojando las cosas en el asiento trasero, arrancando sin pensarlo, pues ya quería la comodidad de su cama. Una vez llegó, tomo un ligero baño, quitándose la calor que llevaba encima, conectando su móvil a cargar.

Luego de varias horas de sueño, volvió a levantarse vagamente, pues no sé quería despegar de su cama, ese matrimonio que está empezando a dolerle, al no poder pasar tanto tiempo en ella.

Está se voltio boca arriba, viendo el techo - No soportó verte así, por favor dios, déjala que vuelva a estar consciente, necesito su voz, su mirada, su irritante personalidad - Está sollozó, cubriendo sus ojos con el brazo izquierdo.

Se resigno, levantandose de la cama, arrastrando sus pies al baño, para prepararse, después de terminar, tomo sus móvil y las llaves, sin ganas de verificar si tenía una notificación, dejó este apagado, guardando lo en su bolsillo. Se dirigió a su auto, encendiendo, y arrancando hacia Starbucks, pues las ganas de un café la estaba sofocando, y tenía que matar esas ganas. Luego de llegar al sitio y pedir su café, se encaminó una vez más al hospital, un sitio que jamás le ha agradado para ser sincera.

- Una vez Calle pueda salir, no volveré a pisar este sitio - Murmuró en voz baja, viendo las personas pasar, entre enfermos a heridos, y acompañantes cansados y preocupados.

Está siguió caminando hacia el cuarto designado a la castaña, tomando una respiración honda, y una vez se calmó colocó su mano en la puerta de metal blanco, la cual estaba helada. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica al tacto repentino, empujandola abierta.

Cuando sus ojos captaron lo que sucedía, dejó caer el vaso que llevaba en la mano, sus ojos empezando a cristalizarse, al instante que el vaso se encontró con el suelo, Poché gritó el nombre de la castaña.

¡Holis bebés!

Nuevo capítulo de hoy, espero que sea de su gusto.

Y una pregunta...

Por mi forma de desarrollar la historia ¿No se han confundido? O ¿está lo suficientemente clara?

El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora