– ¡Calle! – Poché gritó, escuchando el sonido de la máquina del corazón, pues el chillido era horrible, y los enfermeros había corrido a ayudarle.
Poché corrió hacia la camilla – No, ¡Calle! ¡QUEDATE CONMIGO! – Está gritó desesperada.
Uno de los enfermeros se acercó a ella – Señorita necesito que esperé afuera – Este le dijo, y está se negó.
– No puedo dejarla sola, tiene que saber que estoy aquí – Está sollozó, el enfermero no hizo ningún gesto, pues era su trabajo, y si la dejaba solo estorbaría.
– Lo lamentó, pero necesito que salga – Fue lo que dijo con seriedad, empujando a la chica fuera de la habitación.
La puerta se cerró, y el aumento de ansiedad en la chica aumentaba, moviéndose de un lado a otro mientras podía escuchar los gritos de los enfermeros dando comandos, la máquina descarrilada, y el corazón de esta no paraba de palpitar.
Luego de unos minutos el silencio se apoderó de la habitación, y Poché se detuvo al frente de la puerta. El silencio que se había formado en esos pasillo, podían dejar a cualquier sordo. La puerta se abrió unos segundos, las caras de los enfermeros serías, y una inquietud en sus ojos.
– Srt. Garzón – Una enfermera empezó.
Y el corazón de Poché se aceleró, no sabiendo que se le iba a decir.
– ¿Si? – dijo dudosa, pensando si quería o no saber la respuesta.
– Hicimos todo lo que pudimos, pero lame... – Poché no termino de escuchar, cuando su corazón se detuvo, las voces cedieron y cuando observaba a las personas lo único que podía ver era sus bocas moviendose.
Negando lentamente con la cabeza, camino moribunda hacia la habitación, percatandose de las máquinas alejadas de la camilla apagadas, y el cuerpo de Calle inmóvil en este. Su visión empezó a nublarse, en descontrol de las acciones de su cuerpo.
– Amor, amor escúchame, no me puedes dejar, no ahora, no eh dicho cuánto te amo – Esta empezó a decir desesperada, y las enfermeras entraron.
Estás intentaron de sacar a Poché, pues la chica ya se estaba descontrolando, golpeó a una de las enfermeras haciendo que está cayera en el suelo con un labio partido. Estás no pudieron controlarla, con lo que fueron a buscar a uno de los enfermeros para poderle poner un tranquilizante, pues tenían que aguantarla para poderla inyectar.
Poché se sintió mareada, una vez el líquido entro a su cuerpo, aún forzejeando su cuerpo se fue debilitando poco a poco, un último vistazo, fue lo que se le brindó, viendo a la camilla, antes de que cayera inconsiente.
~~~~~~~~~~ Fin ~~~~~~~~~~
¡ERA BROMA BEBÉS!
No me vayan a matar, solo quería molestarles un poco, ahora empieza la verdadera parte.
¿Les eh dicho que los amo? Pues se los volveré a decir. Los amo 😻🖤
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Poché al soltar el café, se les aguaron los ojos, viendo a la chica sentada en la camilla, mirando por la ventana, con tranquilidad, mientras delicadamente rozaba sus dedos, por encima de las vendas.
– ¡Calle! – Está grito con emoción, sonriendo de verdad ese día.
La mencionada miro hacia la puerta al escuchar su nombre, inclinó la cabeza un poco, como si fuera una perrita confundida, pero al igual tenía un brillo en los ojos.
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El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]
Fiksi Penggemar«Uno enamora a primera vista, cuando sabes que fue tu amor en otra vida» Calle tan coqueta y juguetona, con más de un pretendiente a sus espaldas. Poché tan inocente y amorosa, quien caerá inconsientemente en esa lista con enemigos. ¿Cómo reaccionar...