El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]

Capítulo 44: Es solo un disparó

Maratón 4/?

Poché había escuchado el sonido de unos disparos, provenir del piso de arriba, a lo que hizo que se inquietara un poco, pues aparte de eso también había escuchado una voz demasiado familiar.

«Es imposible, ella estaba en la carcel, debo estar soñando» Está pensó, un poco de esperanza haciéndose paso en su interior.

Matu se detuvo a mitad de las escaleras, viendo la puerta abrirse -¿Quien puñetas eres tú? - está preguntó viendo a una chica parecida a Poché, con el pelo más claro y un poco más baja.

- ¡Pulga! - la peli-azul grito con emoción, entre un sollozo que la comenzó a invadir.

Valentina salto hacia al frente, del susto que le causó el sonido de un disparo provenir de detrás de ella, llevándose enreda a Matu, quien por tal acción soltó el arma que ella llevaba en sus manos.

Valentina y Matu cayeron al pie de las escaleras, una quejándose de dolor mientras la otra se quedaba inmóvil.

- ¡Bájate estúpida! Me estás dejando sin aire - Matu gruñó, intentando de sacar a la chica de encima de ella.

Vale frunció el ceño, y sin pensarlo le golpeó la nariz a la chica, al instante arrepintiendose, una vez sintió el dolor en sus dedos.

- ¡Mierda! ¡Creo que me has roto la nariz! - Está gimió de dolor sintiendo un líquido cálido salir de ella.

- A mí tú no me insultas - Vale comentó, empujando su pelo hacia atrás.

- Vale, sigue con tus actos de diva en otro momento, apurale y suéltame - Poché comentó un poco molesta, observando cómo su hermanita la miraba.

Está asintió y se levantó, caminando hacia su hermana. Una vez cerca se arrodilló, quitándole la atadura en los pies, antes de dar la vuelta el tomara entre sus manos, la soga que aguantaba las manos de su hermana.

- Joder, Poché estás sangrando - Vale comentó mirando la soga y con delicadeza empezó a soltarla.

- Pues a si mismo duele - Está comentó entre dientes, intentando de aguantar el dolor.

Poché levantó la visto, percatandose que Matu se estaba levantando, tomando la pistola en el proceso.

«¡Pulga avanza!» Está pensó viendo cómo está le apuntaba con la pistola.

Una vez sintió sus manos libres, Matu disparo, y sin dudarlo brincar hacia el lado, llevándose a Valentina al suelo, mientras la bala les pasaba a las dos por el lado, está chocando en la pared. Al intento de volver a disparar, Calle le disparó primero en la pierna, haciendo que cayera al instante contra el suelo.

- ¡¿Calle?! - Matu gimió de dolor, llevando su vista hacia su pierna - ¿Cómo has podido? Yo te amo, mucho más de lo que lo hace ella - la mencionada, miro hacia Matu, bajando las escaleras y pisando la pierna de la chica.

- Yo decido con quién estar, y con quién no - Está gruñó - Y es obvio que aún que pase cien año, yo contigo no estaría - termino de comentar caminando hacia las hermanas.

- Calle - Poché sollozó, saliéndose del agarre de su hermana y cayendo en las manos de la castaña, rompiendo en llanto.

Valentina vio como Calle cambiaba su expresión seria, a una de dolor, cerrando los ojos en el acto.

- Calle, ¿te encuentras bien? - Preguntó la menor, observando algún cambio en la chica.

La castaña asintió pero no comentó nada, a lo que Poché se apartó sintiendo su ropa mojada, y no era por el llanto.

- ¿Sangre? - La peli-azul dijo incrédula, apartándose un poco de la castaña mirando hacia abajo, viendo como el líquido rojo, salia del abdomen de la chica.

- ¡Valentina! ¡Llama a la ambulancia! - Poché reaccionó rápido - Calle, Calle, estás herida - está continua desesperada.

Los labios de la castaña dejaron paso a una sonrisa genuina y delicada - Poché, no es nada grave - Está comentó haciendo una mueca de dolor, antes de colocar sus manos en la mejillas de la chica quien empezó una vez más a llorar, pero esta vez en silencio - No llores bebé, solo es una bala - Está cayo al suelo de rodillas - Solo me alegro de que estés bien - Empezó a sollozar, intentando de limpiar sus lágrimas con sus manos, solo logrando manchar su cara con sangre.

- Daniela, no hables de esa forma, la ayuda vendrá en camino - Poché comentó, tomando a la chica en sus manos, intentando de aguantar el flujo de sangre.

Calle sonrió, y aprovecho la poca distancia que tenían para jalar a la peli-azul, atrapando sus labios con los de ella.

- Pollito, jamás te dejare sola otra vez, solo estoy un poco cansada, no eh dormido desde hace un día, solo pensando en ti - La castaña admitió, mordiendo su labio inferior.

Poché se quedó callada, pues no se esperaba el beso, lo cual la calmó un poco, pero el solo pensar que podía perder a la mujer que amaba, en sus manos, y sentirse tan patética al no poder hacer nada. La destrozaba.

- Poché, la ambulancia llega en unos minutos - Valentina hablo, sintiendo un nudo en la garganta al volver y ver cómo se encontraban.

- Vez, de esta saldré, no te preocupes - Calle sonrió, llevando su vista a Valentina - Te dije algo en el carro, y no pienso traicinarlo - Está comentó antes de empezar a tocer, y hacer una otra mueca de dolor.

«Solo espero que no se demoren tanto» Poché pensó, sin quitarle un ojos de encima a la castaña.

Diez minutos se tardaron en llegar, diez minutos en los cuales Calle se iba debilitándose más, sintiendo como perdía sangre.

Poché observó cómo recogían a Calle con cuidado, y la montaban en una camilla, llevándose la fuera del sótano. Matu estaba con una mirada de odio, que envió un escalofrío recorrer por la columna de la peli-azul.

- Yo me voy con Calle - Poché anuncio, a uno de los enfermeros, quienes asintieron, y permitieron el paso.

Valentina sintió intriga, y miedo a la vez, más una extraña sensación se apodera de ella. Llevando su vista por todo la casa, percatandose de una sola cosa.

- Y ¿los chicos? - Se preguntó en un susurro, viendo que no había rastros de ellos excepto, un camino de sangre que salía de la casa, continuaba en la tierra, y terminaba, seguido por las marcas de un neumático.

¿Debería parar el maratón aquí?