El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]

Capítulo 17: Evitando conversaciones

La peli-azul aguanto su respiración al momento que su nombre fue mencionado, y su cuerpo reaccionó lentamente acercándose a esta.

Unos centímetros era lo que las separaba, sus respiraciones juntandose en una sola, como si un mundo fuera creado en ese instante en el que solo ellas habitaban.

Calle luego de unos agonizantes segundos aclaró sus garganta, moviendo la mirada hacia el lado, y separándose poco a poco.

– No creó que esto esté bien, y gracias por la foto, te espero abajo – Comentó con prisa tomando la bolsa que su compañera había traído y cubriéndose la cara con la mano, la cual estaba igual de carmesí que la tenía Poché, quien observaba con decepción a lo que había sucedido.

«¿Qué mierdas sucede contigo Calle? Ella tiene pareja, y además no estás segura de que sea homosexual o algo» Se regalo a si misma mientras bajaba las escaleras.

Tomo asiento en una de los taburetes de la cocina, y verificó su celular, sonriendo al ver la foto, la cual sin pensarlo la colocó de fondo de pantalla, sabiendo que nadie utilizaba su móvil, además tenía contraseña.

Se percató que tenía varios mensajes, cuatro de Drake, dos de Camila, uno de Juliana y Cuatro más de Matu.

Está decidió ignorar los de Matu y Drake, abriendo solos los de sus amigas.

Juliana 🤣:

Chica hace días que no sabes de ti, acuerdate del concierto que damos hoy en el Bar de Sebas.

Está se acordó, que le había prometido a uno de sus amigos, ir a este ese día por la noche, pero solo lo dejo en leído, y abrió el otro.

Camila 😎:

Oye bebé, acuerdate de que salimos hoy.

Camila 😎:

Ya suelta a la chica, a te acusaré de secuestro 😂

Calle empezó a reír, solo negando con la cabeza, antes de contestar.

Calle 😍:

Todavía no eh hecho nada, no se de lo que te quejas, además si acusamos a alguien de secuestro es a ella, pero... No la acusaría de todas maneras, no es como si quisiera que me salvarán.

Luego de enviar el mensaje, su sonrisa fue desapareciendo al ver el número desconocido, que ya no era un extraño, pues más bien una pesadilla.

Ella miraba seriamente su celular, entre abrirlos o no, antes de que el móvil fuera arrebatado de sus mano.

Al levantar la vista se encontró con Poché, mirándola sería mientras cruzaba las manos. No sabía si sentirse intimidada, o reír, pues la altura de la peli-azul, la hacia ver como una chihuahua cuando le quitaban su juguete favorito.

– Devuélveme el celular – Dijo Calle tranquila, recostandose sus codos en la isla.

Poché negó con la cabeza – No hasta que me despido una explicación – Comentó está, aún si quitar los ojos de encima de la chica, pero no era quien de mirarle a los ojos, pues su mirada reposaba en el cabello castaño, oh en el cuello de la chica, o simplemente a un punto fuera del cuerpo de esta, pues sabía que si la miraba a los ojos, no podría avanzar con la conversación.

– ¿De lo que ah pasado en la habitación? – Preguntó Calle confundida, levantando una ceja.

Poché dejó salir un suspiro, cerró los ojos y  volteo la cabeza hacia  el lado – Aún estando demasiado interesada, por lo que ah ocurrido en esa habitación – Pauso y observó otra vez hacia al frente, posicionando su vista en el cabello de esta – Quiero saber por qué tu sonrisa desaparece cada vez que ves el móvil, y lo ocurrido de ayer – Al finalizar pudo ver cómo la castaña se paralizaba, y empezaba a temblar un poco.

– Yo... Es que... – Calle levantó una de sus manos a la cabeza, rascandose está, dejandole saber lo incómoda que estaba.

– Puedes confiar en mí en lo que sea, pero no te presionaré – Confesó la peli-azul colocando el móvil en la isla – aunque te admitiré que no me agrada verte trate ni sería – terminó añadiendo, caminando hacia el marco de la puerta – Tenemos que ir volviendo a casa, y el camino de vuelta es largo – Terminó de decir antes de desaparecer del campo de vista de la castaña.

«¿Deberia confiar en ella?» Pensó la castaña al no saber que hacer, colocando una mano en el pecho «¿Pero que es lo que esto sintiendo por ella en realidad? Siento que quiero desahogarme con ella, decirle todo lo que eh callado, desde la muerte de mis padres, hasta la discusión de hace días con Matu» Pauso « Lo que sentí al mirar sus ojos... Esa tensión, ese sentimiento... ¿Que era eso?» Esta sacudió la cabeza, sacando esos pensamientos de ella, o al menos intentando.

Se levantó de donde estaba, y se dirigió a su habitación, recogiendo sus cosas, pues ya Poché la estaba esperando afuera, en el carro.

Calle gruño para si misma, arrojando su ropa y caltera en el asiento de trasero del auto, asustando a Poché, quien estaba escuchando música pacíficamente.

– Calle, ¿que te pasa? – Preguntó la peli- azul preocupada.

Calle se montó en el auto, ignorando la pregunta, y abrochándose el cinturón.

«¡Estoy empezando a frustrarme! ¿Por qué? ¡Por qué me estás empezando a gustar más de lo normal y no se qué hacer, el imbécil de mi ex novio me volvió a escribir, y para acabar de completar Matu no deja de joder!» Pensó frustrada, pero solo asintió luego de un rato y murmuró un – Nada – para que la otra dejará de mirarle, y arrancará.

Calle siguió metida en sus pensamientos, teniendo una batalla entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, en lo que debía y no debía hacer.

Antes de que una frase escapara sus labios, inconsciente de lo que había dicho, a lo que la peli-azul freno el carro, de repente, mirando a la chica.

– ¿Que acabas de decir? – Preguntó la peli-azul, asombrada, y con la silueta de una sonrisa, pues la estaba aguantando para quedarse sería en lo que lograba acalrar lo que su compañera había confesado.

– De que estás hablando, no eh dicho absolutamente nada – Calle se defendió, levantando una ceja, pues estaba perdida a lo que estaba pasando.

– Acabas de decir algo, y quiero saber si lo escuché bien – Poché contestó, con una mirada de perrito.

Calle aún queriendo contestarle, pues había sido inevitable ceder a esos ojos, no pudo más que negar con la cabeza – Dime que fue lo que dije, y te diré si es cierto o falso – Fue lo único que comentó la castaña, al no recordar que dijo.

Poché asintió y empezó a hablar...