Calle colocó a la chica en el asiento del pasajero, la observó por unos minutos «¿Cómo mierdas pasó esto?» Gruño para si misma, sentándose en el lado del conductor.
Poché estaba dormida, luego de lo ocurrido se encontraba agotada, además de que su estado no la ayudaban mantenerse despierta.
Está lo pensó, pues no sabía de llevarla a su casa a ir a la de Poché, sabía que no sería lindo explicarle al Sr. Garzón por qué estaba su niña así, además de qué era demasiado tarde, por lo que decidió ir a su casa.
Una vez llegada a esta, tomo a la chica en sus manos, y la llevó hacia dentro de su casa, le tomó unas fotos, para luego ir a la policía, solo por si las necesitaría.
– Poché, querida – Está le llamo, suavemente moviendola – Gorda, venga despiértate, necesitas tomar un baño – Está le dijo, en un tono suave, como si estuviera hablando con un bebé.
La mencionada se estiró un poco, abriendo un ojo – Ayúdame a bañar – Le dijo un poco adormilada, a lo que Calle trago hondo, y asintió.
Le quitó la camisa que le había dejado, y la ayudo a caminar a la ducha, la encendió.
– Vengo ahora – Le susurró la castaña en el oído, y salió en busca de una toalla.
Una vez regreso, se quitó el pantalón, solo quedándose con las bragas y el sostén, antes de entrar a la ducha. Uso el jabón para llenar la esponja, y con delicadeza la paso por el cuerpo de la chica. Poché se mantenía en silencio, observando lo que hacia su compañera, sintiendo sus mejillas arder, en lo que está pasaba la esponja por sus piernas, limpiandole, aunque está aún se sentía sucia.
Luego de la agonizante ducha, está la ayudo a salir, cubriéndola con la toalla, y caminando hacia la habitación, donde había ropa en la cama.
Calle la ayudo a verstirse, y sonrió al ver lo adorable que está se veía con su ropa, pues era unos size un poco más grande, ya que a la castaña, no le gustaba ropa pegada para dormir.
La dejo en la cama, mientras volvía a la ducha y se daba ella un baño apropiado, quitándose la venda de la mano, cerrando un ojo por el repentino ardor, y sin pensarlo la sumergido debajo del agua, aguantando el gemido de dolor que quería dejar salir.
Está se le quedó viendo, la sangre que salía de algunas de ellas, un poco confundida al caso como tal.
«¿Por qué mierdas me eh hecho esto? ¿Por qué joder sabía que algo le pasaba a ella? ¿QUIEN ES ELLA?»
– Demasiadas preguntas me van a volver loca – Pensó antes de terminar de enjuagarse y salir, curandose las heridas y cubriéndolas con una venda limpia, pues la que tenía estaba toda manchada de sangre.
Se dirigió a su habitación, y se quedó observando a la cama, viendo a la peli-azul tranquilamente durmiendo «¿Cómo puede estar tan tranquila luego de lo sucedido?» pensó para si misma, pero pudo divisar el leve temblor que ella la chica emitía.
Está se dirigió a la cama, sentándose con cuidado, acariciando el cabello de esta.
– Quedate conmigo – Poché murmuró, pasando las manos por la cintura de la chica y abrazándola.
Calle dejó salir un suspiro, y resignandose, pues se encontraba incapaz de ignorar el recado de la chica, acostándose al lado de está. La castaña, sintió como su compañera se relajaba, quedándose se dormida, dejando escuchar un suave ronquido. Automáticamente su mano se dirigió al cabello azul, suavemente acariciándolo, sin darse cuenta cuando se había quedado dormida.
Al otro día Calle se levantó sobresaltada, al escuchar un horrible sonido provenir del baño, observó hacia el lado de la cama y se percató que Poché no se encontraba en ella.
– ¿Poché, te encuentras bien? – Calle preguntó, más alerta que antes caminando hacia el baño, donde vio a la peli-azul sentada en el suelo al frente del inodoro.
Poché levantó una ceja, mirando hacia ella – ¿Tú qué haces aquí? – Fue lo único que preguntó antes de volver a vomitar, expulsando todo lo que había bebido la otra noche.
– ¿No te acuerdas de nada de lo que ocurrió anoche? – Está preguntó extrañada, pero al mismo tiempo comprendía.
Está negó con la cabeza, limpiándose los labios con la mano – Solo se que tengo una migraña horrible, y que me duele – Comentó señalando su entrepierna y abajo del ombligo.
Calle trago hondo – ¿Cómo le haré para explicarte esto? – Preguntó más bien para si misma, mientras caminaba fuera del baño y se sentaba en la cama.
– Explicarme ¿que? – Poché preguntó desde el baño enjuagandose la boca, y tomando un cepillo nuevo que había sido colocado en el estante – ¿Este cepillo es para mí? – Preguntó antes de abrirlo.
– Sí – Calle le respondió, poniendo ambas manos en su cara, y apoyando los codos en sus muslos.
– Calle, ¿que sucedió que no estás en el hospital? – La voz de Poché la saco de sus pensamientos, para mirar hacia ella.
La peli-azul camino hacia la cama sentándose al lado de ella, Calle dejó unas lágrimas salir, un nudo formandose en su garganta, y sin poder decir una palabra sacó su móvil, mostrándole las fotos que le había tomado.
Poché se paralizó, tornándose blanca, como si hubiera visto un fantasma, y Calle tuvo que desviar la mirada.
– Llegue demasiado tarde, no sé por qué, me había desesperado, sentía que me iba ahogar en algo, era sofocante – Calle comentó entre sollozos – Una imagen tuya apareció de la nada en mi mente, y me había mareado, sentía que algo malo ocurría, y tenía que salir del hospital y estar segura de que te encontrarás bien, pero... – Está empezó a llorar más fuerte – Pero... C-cuando ll-llegue y-ya era t-tar-de – Está empezó a hiperventilar, a los que Poché se preocupo.
– Hey, hey Calle – Está empezó, jalando a la chica entre sus brazos, abrazándola fuerte – Tranquila, despacio, okay, toma aire y cálmate – Está decía, pues aunque le fuera a afectar lo que se le había dicho, ella no se acuerda de nada, y al parecer a Calle le a afectado mucho más de lo que se suponía.
ESTÁS LEYENDO
El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]
Fanfiction«Uno enamora a primera vista, cuando sabes que fue tu amor en otra vida» Calle tan coqueta y juguetona, con más de un pretendiente a sus espaldas. Poché tan inocente y amorosa, quien caerá inconsientemente en esa lista con enemigos. ¿Cómo reaccionar...