El Arte De Cupido - Primer Libro - [Editando]

Capítulo 11: Situación intensa

Poché sonrió al comentario, sentándose en el borde de la alberca, sumergiendo los pies en esta, temblando un poco al sentir lo fría que estaba.

Su mirada se había fijado en el cuerpo de Calle, quien se había sumergido debajo del agua, luego del comentario, tomando pulso y nadando hacia el lado contrario.

Poché saliendo del trance que se le había invadido, sacó su móvil del bolsillo, tomando una foto, la cual a su mala suerte, tenía el flash activado.

«¡Mierda! ¡Houston, Tenemos un problema! » pensó golpeándose la frente, y escondiendo el aparato en sus espaldas.

– ¿Poché? ¿Qué fue eso? – Preguntó la castaña al salir del agua, pasando sus manos por su cara, para apartar los mechones que la cubrían.

Poché sintió un sudor fría atacarla en ese momento, sus ojos reflejando pánico, escaneando a su alrededor buscando una excusa.

–  ¿Qué fue que? – Poché preguntó, haciéndose de la que no sabía.

Calle alzó una ceja incrédula, antes de que una sonrisa maliciosa se le dibujara en los labios, acercándose a esta con tranquilidad. Al llegar, se detuvo al frente de los pies de esta, levantando su manos, trazando con sus uñas una línea desde los tobillos hasta los muslos.

– ¿Estás segura que no sabes que fue aquella luz? – Preguntó en un tono coqueta.

Poché trago hondo, una acción que no se le escapó a la castaña, sonriendo en victoria.

– ¿D-de q-que luz h-hablas? – Poché siguió con su acto de perdida, mientras desviaba la vista hacia el lado.

Calle reposo sus manos al lado de los muslos de la peli-azul, usando un poco de fuerza para incorporarse fuera del agua, quedando cerca de la cara de Poché, quien al sentir el ligero peso en ella volteo a ver qué hacia la castaña.

– Ca... – A Poché se le olvidó cualquier cosa que iba a decir, esfumandose, mientras su mente se ponía en blanco, observando los ojos avellana que la observaban con tanta intensidad, que la hacia derretirse en el sitio.

– ¿Segurísima que no sabes? – preguntó con un tono seductivo.

Poché entre abrió la boca, buscando qué decir, pero al no encontrar nada, la cerró, dejando que sus ojos se desviarán hacia abajo, notando como las gotas de agua, recorrían su cuello, dejando una ligera y transparente línea detrás dejando saber de su existencia. Sin quitarle la mira a la gota, que terminó bajando hasta el sostén donde se quedaron sus ojos.

Calle sonrió al percatarse hacia donde miraban los ojos, y aclaró su garganta – Deberías tomar otra foto, dura más – Comentó con una combinación de tono entre coqueta y juguetona, inclinándose un poco hacia el odio de esta y soplando con delicadeza, sintiendo como el cuerpo de la otra se tensaba, antes de empujarse hacia atrás volviendo al agua.

Poché gruñó, colocando sus dos manos entre su entrepierna, juntando los muslos con un poco de presión – T-T-Tu e-eres t-tan... Argh... No te soporto – Finalizó con irritación.

Calle soltó una carcajada, lanzándose agua a la chica – Relájate nena – fue lo único que comentó al notar como Poché le lanzaba una mirada asesina – Uy que miedo me das – añadió la castaña con una sonrisa de lado.

Poché hizo una mueca, antes de secas sus manos en la parte, que aún no estaba mojada de su camisa, tomando el celular de su espalda. Busco en su galería la foto, observándola con una sonrisa tonta. La cual fue interrumpida cuando el ID de una llamada cubrió la imagen.

Está contempló el nombre, antes de arrojar el celular hacia el lado, haciendo que este cayera con un leve soñar, causando que se contestará solo.

†Hello, amor, ¿Dónde estás?† una voz masculina fue escuchada, inconsciente para Poché.

Calle sonrió, viendo que Poché la seguía mirando, antes de nadar hacia ella, tomándola por las piernas y jalandola.

– ¡CALLE! – Poché gritó con un tono burlón, mientras era sumergida en el agua, intentando de incorporarse, un poco del agua había entrado en su boca haciendo que está tociera, al salir a la superficie –C-calle, eres... Una idiota – Está dijo, intentando de calmar la tos que se le había formado.

– Ay la bebé, casi se ahoga, pensé que sabías nadar – Calle burlo, escondiendo la preocupación que le había invadido cuando está había empezado a tocer.

Poché la observó – Si, se nadar, pero no cuando me jalan así de repente – está gruñó, murmurando algo inaudible para la castaña.

Calle se le quedó observando, atónita a lo hermosa que se veía con los mechones en la cara, y la ropa que llevaba pegada, dejando ver las curvas.

– Toma una foto, dura más – Comentó Poché si mirarle.

Calle sonrió – Lo haría pero me eh dejado el móvil adentro, además, preferiría vivirlo al momento – Contestó, causando que está se sonrojara.

– ¿Tú nunca paras de coquetear? – Poché preguntó, un tanto burlona y curiosa.

– Ya es algo en mi, siempre me funciona, caen a mis brazos sin mucho esfuerzo –

Poché dejó una risita escapar – Espero que no estés pensando en ganarme a mí, no lo lograrás – Está finalizó aún sin observarle.

La llamada aún seguía activa, ya que este quería saber lo que estaba ocurriendo, y la razón por la cual estaba siendo rechazado.

– Yo creo que sí lo lograré – Comentó Calle con una sonrisa coqueta, acercándose a esta – Tú cuerpo reacciona contrario a lo que dices – Finalizó en un susurro, cerca del oído de la peli-azul.

Poché se estremeció, mordiendo sus labios inconsientemente, antes de cerrar los ojos – C-Calle, p-por favor – Está forzó sus palabras, intentando no caer en lo que estaba sintiendo – Respeta, tengo pareja – Finalizó, empujándo a la chica con cuidado.

Calle lo pensó un poco, antes de empujar a la peli-azul contra el borde de la alberca l, tomando a la chica por el mentón – ¿Lo amas? – Está preguntó.

Poché aguanto la respiración al instante que sus ojos se encontraron, y su ritmo cardíaco tornándose fuera de lo natural; sus mejillas tomando un tono rojo carmesí, sin saber que contestar.

Calle notó el complejo que la chica, tenía buscando que contestar.

El chico gruñó atraves de la llamada †¿Por qué te tardas tanto en contestar?†  Este se preguntó.

Poché dejó escapar un suspiro – Yo... –