No Tienes Que Estar Solo

Capítulo 24: la verdad de los exámenes

—¡¿Iruka-sensei?!— Con confusión y sorpresa, Sakura preguntó sin dejar de mirar al Chūnin.

—Al parecer, han pasado por mucho en esta prueba.—Comentó Iruka con una ligera sonrisa en su rostro.

—¡Oye, espera! ¡¿Para qué hiciste esa entrada tan sorpresiva?! ¡¿Por qué apareces como una invocación?!— Todas las preguntas que Naruto realizó, eran las mismas que los otros de hacían con respecto a los pergaminos y la prueba.

—Al final del segundo examen, los Chūnin debemos recibir de nuevo a quienes lo hagan y, bueno, tuve buena suerte de ser elegido para la importante tarea de ser su mensajero.— Explicó tranquilamente mientras rebuscaba algo en sus bolsillos.

—¿El mensajero?— Preguntó Sakura a la vez que el sensei sacaba un reloj de bolsillo.

—¡Uh! Y lo hicieron justo a tiempo.— Cerró el reloj y les sonrió más contento.— Y ahora, felicidades, aprobaron el segundo examen. Y para celebrar su logro, me gustaría invitarlos a cenar a Ramen Ichiraku, pero...

—¡Ramen! ¡¿En serio? ¡Qué bien!— Naruto se aproximó al sensei y lo abrazó con fuerza mientras reía estruendosamente, ignorando los llamados y quejas de Iruka.— ¡Oh sí! ¡Un ramen sería genial! ¡Especialmente después de todos los insectos y plantas que hemos comido!

Naruto se aproximó a Kimera y la abrazó con fuerza mientras ambos comenzaban a festejar sin ser conscientes de que sus compañeros de equipo se habían dejado caer al suelo debido al cansancio. Mientras reían y celebraban, Iruka-sensei intentaba llamar su atención en vano.

—De acuerdo, puedo ver que sigues siendo igual hiperactivo que siempre, Naruto, y sigues arrastrando a Kimera en tus travesuras.— Ambos rieron y se miraron con complicidad. Siempre que a Naruto se le ocurría una idea, corría a Kimera y la convencía de ayudarlo por lo que ambos se metían en problemas.

—Ahora lo entiendo.— Todos miraron a Sasuke intentando descifrar qué era lo que había entendido.— ¿Y si hubiéramos abierto los pergaminos a mitad del examen, qué nos hubieras hecho, Iruka-sensei?

—Como siempre, Sasuke, eres tan inteligente.— Comentó el Chūnin mientras recogía el pergamino de la tierra bajo la atenta mirada de sus ex estudiantes.— Has adivinado el secreto. Parte de este examen era probar su forma de ver una misión difícil en todos los aspectos. Por ejemplo, sabían que abrir los pergaminos era contra las reglas de su misión y si hubieran intentado abrir uno...

—¿Qué? ¿Qué hubiera ocurrido?— Sakura esperaba temerosa la respuesta pues ella y Naruto casi abrían uno de ellos.

—Si un pergamino se abría, teníamos órdenes de noquear a quien lo abriera. Algunos ninjas aprenden por las malas.— Mientras Sasuke se burlaba de sus compañeros y Sakura y Naruto se disculpan, Kimera observaba el texto del pizarrón con curiosidad.

—Disculpe, sensei, ¿qué significa lo escrito ahí y por qué falta una palabra?— Preguntó la peliazul mirando al sensei.

—¡Eso ya no importa, Kimera, ya pasamos!— Comentó Naruto con una sonrisa ganándose una mala mirada de los demás.

—Bueno, la explicación es otra de las tareas de las que debo encargarme. Es un asunto serio, lean con atención, son las instrucciones que Hokage-sama grabó como los principios que un Chūnin debe seguir. El cielo significa tu cabeza y la tierra tu cuerpo. "Sí las cualidades del cielo son tu deseo, adquiere sabiduría para elevar tu mente", ¿entendieron?- Naruto negó con un sonido mientras Kimera movió la cabeza en negación también.- Muy bien, se los explicaré. En otras palabras, sí tu debilidad radica en tu intelecto, Naruto, entonces debes asegurarte de entrenar duro para aprender la información y habilidades que necesitas para preparar tus misiones.