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Narra Ángeles

— Tomas me invito a comer —sonreí mirando a Lola quien estaba tirada en mi cama como una morsa.

— Ese chico te va a terminar garchando ahre —le tire con una almohada y fui a buscar ropa para cambiarme rápido.

— No se que ponerme, auxilio —sonrei mirando mi ropa dentro del ropero.

— Jean, remera, zapatillas, tanga, lo habitual —habló Lola.

— Jean blanco, ¿Si? —pregunte.

— Nah, jean negro ajustado pega mas —reí y busque la ropa.

Al terminar de cambiarme, acomode mi pelo en una trenza cocida, y luego solo esperé a que Tomas llegara.

Lola se había ido a la casa de Duki, así que estaba disfrutando el silencio de mi departamento, Tomas me mando un mensaje que estaba abajo, salí de mi departamento y baje rápidamente para no hacerlo esperar mucho.

Sonreí al verlo, estaba tan lindo este pibe. Me acerque a el y bese su mejilla.

— ¿Todo bien? —pregunto.

— Todo bien, ¿vos que onda? —sonreí.

— Todo perfecto, ¿vamos? —asentí, me paso el casco para luego subir a la moto.

Subí y deje mis manos en su cintura, me daba algo de miedo andar en moto. El agarro mis manos y las dejo en su abdomen, sonreí y rodee mas su cintura.

Comenzó a conducir por las calles de la ciudad, amaba sentir el aire frío en mi cara, lo que provocaba que cierre mis ojos.

Luego de un rato de viaje, llegamos a un restaurante que estaba cerca de un hermoso parque, la noche estaba perfecta hacia todo mas perfecto.

Me baje de la moto y le di el casco para que lo dejara junto con el suyo. Entramos al local, Tomas hablo con unos de los meseros, me quede mirando la decoración del lugar, se veía todo muy lindo.

— Vamos a nuestra mesa —la mano de Tomas estaba en mi cintura, sonreí y caminamos juntos hasta una mesa del fondo.

— Es super lindo este lugar, nunca había venido —comente y él sonrió mirándome.

— Es un lugar copado, si —asintió— ¿que vas a pedir para comer?

— Mm no lo se, ¿vos? —pregunté.

— ¿Pastas? —sonrió.

— Dale, ravioles por favor —hice puchero con mis labios y el negó sonriendo.

— Mmmm yo quiero lasaña —murmuró.

— Genial entonces —reí encogiendo mis hombros, él llamo al mesero y le dio nuestras ordenes.

— Y para tomar creo que vino, ¿no? —me miro y sonreí.

— Esta bien por mi —agregue.

Comimos mientras hablábamos de cualquier tema, nuestra charla nunca tuvo un silencio incomodo. Tomas me contaba cosas que hacia cuando era mas pequeño, yo le contaba cosas mías, y así terminamos nuestra cena. 

— ¿nos vamos? —pregunto, asentí. El llamo al mesero para pedir la cuenta, luego de pagarla ambos salimos del local, y para mi suerte había comenzado a llover. 

Nos subimos a la moto y Tomas comenzó a conducir rápido para llegar a mi edificio. 

No tardamos mucho en llegar, Tomas dejo la moto en el estacionamiento del edificio y luego subimos a mi piso.

— ¿Queres tomar algo? —pregunte al entrar. Deje mis cosas sobre la mesa pequeña de la sala.

— Mmm como quieras —respondió.

— Tengo Fernet, Vodka, Vino, y creo que quedo algo de Frizze —comente mirando el interior de la heladera.

— Fernet nomas, deja yo lo preparo —comenzó a preparar la bebida en una jarra pequeña.

— Eu creo que te vas a tener que quedar a dormir porque cada vez llueve mas fuerte —hable mientras miraba por el gran ventanal del edificio.

— No beba, en un rato me voy —agrego.

— Dale bobo enserio, la otra vez vos me dejaste quedar en tu cama, ahora te devuelvo el favor — sonrei mirándolo y me senté sobre la barra de la cocina.

— Esta bien, ya que insistís, me quedo —asintió sonriendo, me paso un vaso con fernet, se busco otro para el.

— Esta copado —comente al tomar un trago de fernet, el se rió y encogió los hombros.

— Años de experiencia —respondió a lo que solo reí.

Nos quedamos ahí, yo sentada sobre la barra de la cocina, el frente a mi apoyado en la mesada. Nos mirábamos y ninguno de los dos hablaba.

Él se acerco a mi, yo sonreí algo nerviosa. Ambos nos mirábamos a los ojos, él se acercó un poco mas, acaricio mi mejilla con una de sus manos. Sonreí mirando sus labios, y luego volví a mirar sus ojos. El sonrió algo nervioso, me acerque mas a el para terminar con el espacio que había entre nosotros. Cerré mis ojos y lo bese, capture su labio inferior entre los míos. Tomas no tardó en responderme el beso, dejo sus manos en mi cintura y yo rodee su cuello, nos besábamos tan lento que no tenia ganas de que se terminara.

Él se alejo un poco y sonrió, deje besos cortos sobre su sonrisa. Acaricie su cuello, me acerque, comencé a besar ahí, dejando algunas mordidas suaves.

— No me hagas eso—susurro.

— ¿Porque? —pregunte.

— Me voy a calentar mal —susurro y apretó fuerte mi culo.

— Mejor —sonrei, rodee su cintura con mis piernas y lo acerque mas a mi, lo seguí besando mientras el acariciaba mi cintura y me apretaba mas a él.

Metió sus manos debajo de mi remera y comenzó a dejar caricias suave sobre mi cintura, sus manos estaban heladas lo que me provoco escalofríos.

Sonreí sobre sus labios, deje mis manos en el borde de su remera y comencé a subirla mientras el me besaba, se separo y se saco la prenda dejándola a un costado. Acaricie su abdomen mientras volvimos a besarnos, pase mis manos por su espalda, su piel estaba caliente y suave a la vez.

Saco mi remera, acaricio mi espalda y cintura. Bajo sus besos a mi cuello, clavícula y termino besándome hasta el borde del corpiño.

Mordí mi labio inferior, el sonrió. Dejo sus manos sobre la prendedura de mi pantalón, desprendió botón por botón. Acaricio mis piernas al costado de su cintura, volvió a dejar las manos sobre mi culo. Me llevo a mi cama, era mas cómodo para ambos.

Bajo mi pantalón mientras dejaba besos en mis piernas, sonreí un poco nerviosa y lo mire atentamente. Volvió a mi boca y dejo besos en mis labios mientras acariciaba mi piel, rodee su cuello con mis manos disfrutando de sus besos. 

Se sacó su jean, y quedo solo en boxer. Sonreí y me acerque a él para bajarle su ultima prenda. El me miro atentamente, lo deje acostado, me saque el corpiño, sonreí al ver como se mordía su labio inferior. Luego por ultimo me saque la tanga y me subí sobre su cuerpo, no tarde mucho allí ya que volvió a subirse sobre mi. Abrió un poco mis piernas y se ubico entre ellas, busco un forro y se lo puso rápido para comenzar a entrar en mi. Cerré mis ojos, tocaba mi cuerpo mientras el me miraba y seguía en lo suyo.

Así estuvimos un rato largo hasta que terminamos, él se acostó a mi lado y nos quedamos abrazados hasta que me dormí.   

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