69

2.9K 156 10
                                    

Narra Ángeles:

El día había pasado rápido, entre juegos y bromas que nos hacíamos, nos habíamos divertido mucho.

Nos arreglamos para poder hacer fideos, los chicos se las habían ingeniado con fuego y una olla que llevó Lola. Pudimos disfrutar de una buena comida para la cena.

El clima estaba perfecto, no hacia mucho frío, se sentía un aire como de que iba a llover, el cielo estaba hermoso.

Los chicos jugaban al fútbol, las chicas y yo estábamos dentro de la carpa hablando de cualquier tema que se nos venía a la mente.

- Eu, ¿Que te pasa a vos? -Lola miro a Nadia.

- Nada, ¿Por? -sonrió negando.

- Dale boluda, algo tenés, estas re rarita -rió mi amiga, Nadia tapo su cara.

- Tengo un atraso -susurro.

- ¿que? -Malena nos miró y asintió, ya sabia todo.

- Aun no estoy segura chicas, pero no me baja y bueno -Nadia secó una de las lagrimas que dejaba salir.

- Pero que onda, ¿Mauro lo sabe? -preguntó Julieta.

- No -negó Nadia rápidamente- ni siquiera quiere tener hijos, yo les juro chicas que me cuidaba, yo no quería tener este bebe pero solo pasó -ella había comenzado a llorar, me acerqué y la abracé, abrazo donde luego se unieron mis otras tres amigas.

Al final Nadia se había dormido luego de que habláramos sobre ese tema, obviamente la íbamos a ayudar y apoyar en todo. Es nuestra amiga.

Julieta, Lola y Malena se habían puesto a joder con sus celulares a lo que, no se en que momento, terminaron dormidas. Miré mi teléfono y eran las 4am, no podía dormir y me sentía molesta.

Me levanté y salí de la carpa tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a las chicas.

Me encontré a alguien sentado en los troncos del árbol que rodeaban la fogata, sabía que era él.

- ¿No podes dormir? -pregunté sonriendo y me senté a su lado.

- No -negó mientras me sonreía super hermoso- Vos tampoco, por lo que veo

- Adivinaste -asentí y reí.

- La noche está super linda -susurro- quería disfrutar un poco el silencio, la paz y tranquilidad -comentó.

- Si, te entiendo -susurre.

- ¿Queres ir a caminar? -preguntó- Podemos ir hasta el acantilado, me super gusto ese lugar -sonreí y asentí.

- Vamos -agregué.

Comenzamos a caminar entre los árboles para llegar al lugar antes mencionado.

- ¿Como van tus cosas? -pregunté.

- Bien, todo tranquilo -asintió sonriendo.

- ¿Hay nuevas canciones? -pregunté.

- Si, tengo un par para sacar, y mas que nada se vienen minis giras -sonreí al escucharlo, me sentía feliz por él.

- Eso me parece perfecto, tenes que disfrutar todo lo bueno que te pasa -susurre.

- Si si a eso lose, aveces se complica un poco pero bueno, creo que a todos nos pasa igual -asentí escuchándolo.

Llegamos al lugar, mirara para donde mirara, era el lugar perfecto. Arboles, cielo, agua, un buen paisaje y el pibe que me re gustaba. No podía pedir nada más, yo ya gané.

- Vení -sonreí y me senté en el pasto cerca de la orilla, donde ayer había saltado con mis amigos, Ignacio se sentó a mi lado.

Nos quedamos ahí en silencio disfrutando el sonido del agua, el aire chocaba en nuestra piel, las estrellas decoraban el cielo completamente negro.

Nacho se acostó y apoyo su cabeza en mi pierna, sonreí y comencé a hacerle mimos en el pelo, el cerró los ojos disfrutando de eso.

- ¿Aun me queres? -pregunté, el abrió sus ojos rápidamente y asentí- ¿Me amas todavía, Bebé?

- ¿Que? -sonreí mirándolo, se sentó como estaba hace un rato y me miraba.

- Sé que fuimos novios, que la cagaste, sé que te quiero, me gustas y estoy dispuesta a darte otra oportunidad -no había terminado de hablar que ya lo tenía a Nacho abrazándome, sonreí amplio y pase mis manos por su espalda acercándolo mas contra mi cuerpo.

- Obvio que acepto tu oportunidad, te amo mas que a nada, yo no dejé de amarte nunca -comentó alejándose un poco de mi cuerpo- sos la mina que me voló la mente desde que te conocí -agregó, sonreí y no podía dejar de mirarlo, el se acercó mas a mi, paso su mano por mi mejilla, dejo sus dedos sobre mi mentón y me acercó a su boca.

Besé sus labios, se sentían tan suaves que lo bese lento disfrutando de ellos.

Nacho dejó sus manos en mis mejillas siguiendo el beso, acaricie la piel de su cuello dejando mis manos ahí.

- Sos tan linda -susurro sobre mis labios. Sonreí y besé nuevamente sus labios.

Nos quedamos ahí juntos los dos, como si nada más existiera. Su mano estaba juntó a la mía, mientras mirábamos el paisaje frente a nosotros.

- Volvamos, debes dormir -susurro mirándome.

- Me da paja -sonreí y apoye mi frente en su hombro, amaba su perfume.

- Te llevo a caballito -rió mientras acariciaba mi mano.

- No no no no no, bueno si -reímos los dos juntos y el se acercó a besarme.

El me llevaba en su espalda, sus manos estaban en mis piernas, mis brazos alrededor de su cuello, mi mentón apoyado en su hombro mientras de vez en cuando dejaba besos en su mejilla. 

Volvimos al campamento, los chicos seguían durmiendo. Nacho me bajo en la puerta de mi carpa, sonrei y bese sus labios nuevamente, el acaricio mi mejilla mientra miraba atentamente mis ojos. 

- Te amo -susurro.

- Te amo mas -respondí.

- Descansa -asentí, me beso por ultima vez y nos fuimos cada cual a su carpa para poder descansar, aunque no tenia nada de sueño. 

 Instagram  •Ecko•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora