Narra Ángeles:
Me desperté, como era costumbre Nacho dormía todo desparramado a mi costado. Sonreí mirándolo, acaricie su espalda desnuda, deje un camino de besos hasta su cuello.
- Buenos días -susurre en su oído, dejaba caricias en su espalda.
- Buenos días amor -tardo en responderme, pero no demoro en darse vuelta y aferrarse a mi cuerpo, como hacia siempre que no quería levantarse- ¿es necesario esto? -pregunto haciendo puchero.
- Si, ya organizamos con los chicos para juntarnos a comer hoy -agregue mientras acariciaba su mejilla.
- Pero es domingooooo -alargo la o mientras seguía con el puchero formados en su lindos labios.
- Dale bebe, es solo por hoy -susurre y me acerque a besar sus labios.
- Esta bien -bajo y dejo un beso en mi panza- Buenos Días Ian, ¿vos también me vas a odiar como tu madre? -reí al escucharlo, acariciaba su pelo mientras el le hablaba a nuestro futuro bebe- ¿Cuando falta? -pregunto mirándome.
- Hay que esperar que el decida salir -respondí sonriendo, no faltaba nada para que naciera nuestro primer bebe.
- Esta bien, me levantare a preparar el desayuno -beso mis labios, correspondí su beso.
Ambos preparábamos el desayuno, el rapeaba improvisando como siempre, sonrei al escucharlo. En todo este tiempo nunca deje de amarlo, a pesar de algunos problemas y desentendidos que habíamos tenido, nunca nos dejamos de ver como el primer día.
- ¿Tenemos todo para el asado? -asentí en repuesta mientras disfrutaba del sabor amargo del café.
- Si, igual las chicas dijeron que iba a traer verduras y esa cosas -agregue.
- Bueno, yo voy a ir preparando el fuego, por que es medio tarde ya -sonrei asintiendo, el se acerco y beso mi frente.
Me quede terminando mi café, Ian se movía re mal en mi panza provocando los dolores, que supuestamente, son normales.
Me acuerdo cuando le conté a Nacho que estaba embarazada.
*Flashback*
Venía hace dos semanas con vómitos y muchos mareos, dormía mas de lo normal, y no tenias ganas de nada. Me sentía pésimo. Mis amigas me dicen que me haga un test de embarazo, pero tenia miedo de el resultado, no quería ni pensarlo.
Hasta que él fue el que me dijo que me lo haga, nuestras dudas eran altas. Porque habíamos estado teniendo sexo muchas veces este ultimo mes.
Sábado a la tarde, Nacho llego al departamento. Ambos estábamos un poco nervioso, me dió la bolsita de la farmacia, supe que era el test. Se acercó a mi, beso mis labios mientras acariciaba mi mejilla.
- Pase lo que pase, todo esta mas que perfecto -susurro- y yo estoy aca, ¿si? -asentí y sonreí, era tan lindo.
Seguí las instrucciones que marcaba en la cajita del test. Una vez listo, lo deje sobre un pequeño mueble que formaba parte de la decoración del baño.
Me senté en el borde de la bañera, puse una alarma en el celular para saber cuando se cumplían los 15 minutos, mientras pensaba en todo lo que iba a cambiar si eso daba positivo, sabia que se venía un gran cambio en nuestras vidas.
El teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, apague la alarma, respire hondo y me levante. Mire el test, las emociones se apoderaron de mi, comencé a llorar.