Prólogo

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Venezuela

— ¿Aló? Ya estoy lista

— Hola, bebé. Voy a tu casa en quince minutos —Kevin me advirtió lo que iba a suceder en la noche—, Prepárate, nunca olvidarás esta noche

— Lo sé... Te espero aquí

No estoy preparada para esto.

Ojos castaños, cabello oscuro y largo, piel blanca y de apariencia delgada. Esa soy yo, Sandra Villarreal; Una adolescente venezolana de dieciocho años, graduada del Liceo y con un futuro próspero siendo una abogada.

¿Mi vida? Igual que la de todas las venezolanas de mi edad. ¿Mi vida amorosa? Tengo un enamorado llamado Kevin. ¿Mi vida social? Esta noche voy a ir de fiesta con mi novio.

—¿Con quién hablabas?

«Maldita sea»—pensé—, «¿No puedes aparecer en otro momento?»

Existen varias cosas que nunca lograré hacer, una de ellas es entender lo que hace que mi madre sea tan insoportable. Ella es así desde que soy conciente. Nunca me deja hacer cosas «peligrosas», nunca me deja vivir como una chica normal.

— ¿Yo? —bajé la vista con temor— No estoy haciendo nada.

La mirada imponente de mamá me hizo estremecer, estoy completamente segura que se va a oponer a la fiesta. 

— Sé que tramas algo, y sí no me dices lo que estás haciendo voy a castigarte.

— ¡Pero mamá! Ya soy una adulta —levanté la voz— ¿Acaso no lo ves?

Mamá se cruzó de brazos y observó hacia mi cama.

— Es difícil verlo... —se acercó a mí y me volteó hacia la cama— Tus sabanas de princesas me ocultan tu madurez.

— Pe-pero —me solté de su agarré— ¡Ya puedo cuidarme sola!

— Ayer tuviste que pedirle a tu hermana que te encendiera el microondas ¿Cómo te harías comida si vivieses sola?

— Lucía es una mentirosa, las cosas no sucedieron así. Además, no tengo porqué contarte mis cosas.

— Si tienes que hacerlo, yo tengo que saberlo todo de ti, por eso te prohíbo terminantemente que...

— ¡Ya sé! —me voltee hacia ella—, Contigo no se puede discutir.

— Lo hago por tu bien.

Después mi mamá salió de mi habitación y se fue a hacer cualquier cosa aburrida, en esta casa aburrida.

— ¡MALDITA VIDA ABURRIDA! —grité y cerré la puerta con furia.

México

Antonella García; diecisiete años, pelo oscuro y con una sonrisa inigualable, así soy yo. No tengo problemas para decir lo que pienso, y creo que por eso terminé castigada en la biblioteca de la escuela.

— No entiendo por qué te gusta estar aquí, esto es tan aburrido.

— Son libros ¿Quién no ama los libros?

Por suerte no estoy sola en esto. Mi mejor Amiga Stephanie es una fanática de los libros, por eso siempre está metida en este lugar. Ella es una de las pocas estudiantes que está aquí para leer de verdad; las demás personas solo se mantienen en la biblioteca por el Wi-Fi gratis, se excusan diciendo que están«Leyendo», pero solamente lo usan para ver videos de gatitos o escuchar música a todo volumen.

La otra parte de alumnos que está aquí, somos los denominados «Delincuentes». 

En nuestro Instituto las reglas son bastante relajadas en cuanto a los castigos, nosotros tenemos dos opciones: Cuidar a los niños de pre-escolar, o estar en la biblioteca durante cuatro horas. Por obvias razones todos escojen la segunda opción.

— Creo que eres la única persona que viene hasta aquí sólo para leer.  

— Cállate... —susurró—, Tú estas aquí para arruinar mi lectura ¿Cierto?

— No, Estoy aquí porque insulté al profesor de Matemáticas.

— Oh. Ya recordé... 

El silencio volvió, ninguna de las dos producía conversación. Ella está relajada con su libro y yo estoy relajada comiendo mis uñas.

— Tengo hambre —dije—. ¿Sabes a que hora termina el castigo?

— Termina a las Cuatro.

Nuevamente volvimos a callar. Esto ya empezó a irritarme.

— ¿Sabes que hora es?

— Las cinco y media... —suspiró enseñándome su reloj digital—. Creo que ya deberías irte.

— ¡¿CINCO Y MEDIA?! —grité fúrica—, ¿Por qué no me avisaste?

— ¿Tenía que hacerlo? Disculpa, lo olvidé por completo...

Por razones como ésta nunca confio en Stephanie. Ahora mi abuela va a matarme por su culpa.

***

Hola Bebes uwu 

Espero haber hecho algo de tu gusto en esta breve introducción al mundo de mis libros (me siento famoso, Hola mamá). Si no te gusta... Lee el siguiente capítulo y vota, pronto te encantará.

Portada Hecha por @EditorialMarte 

Mexizolanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora