Santiago Acosta
No pensé en los problemas que causarían mis actos, tal vez jalar el gatillo no fue la mejor opción que pude haber tomado. Hace unas horas me encontré con una situación difícil, lo primero que hice fue disparar, aunque tal vez pierda el trabajo por eso.
— ¿Cómo están? —Suspiré fuera del hospital, ahora mismo están operando a Kevin, mientras que Sandra está Hospitalizada por sus heridas
— Sandra está mejorando —un enfermero me explicó la situación— Sin embargo Kevin no logró salvarse.
— ¿Está muerto?
— No... —Suspiró— pero tuvimos que inducirlo al coma, su cuerpo no sobreviviría a la cirugía
— Gracias a Dios, ojalá ese imbécil mejore para llevarlo a prisión
El medico se retiró de la estancia y me dejó solo por unos minutos. No sé cómo ese desgraciado llevó a la chica a ese lugar de mala muerte, supongo que fue un secuestro para violarla, no veo otra razón...
— ¡Santiago! —oí la voz del comisionado
No tengo noticias sobre el caso, tampoco sé si la policía está metida en esto. Lo más seguro es que estén investigando esa fiesta. La mayoría de las mujeres eran menores de edad, La mayoría están siendo ingresadas en otras clínicas de emergencia, aunque otras terminaron muertas...
— Buen día, comisionado —le di un apretón de manos— ¿Qué ocurre?
—Lo que ocurre es que la fiesta donde se encontró a Sandra —sacó un papel— Era una de las fiestas de Omar blanco
— ¿Quién? —leí el papel, que solo tenía un registro de cervezas a nombre de Miguel Jaramillo— Pero... aquí dice no dice Omar Blanco.
— Esa es una de sus identidades falsas —me arrancó el papel de las manos— Tenemos varios meses de seguimiento hacia él.
— Aja... ¿Por qué tiene una identidad falsa? ¿Es una especie de mafioso o algo parecido?
— Omar Blanco es uno de los líderes más poderosos de la trata de blancas y pederastia del continente, suponemos que él chico que golpeó a la señorita conocía esa información.
— ¿Entonces por qué llevó a Sandra hasta allí?
— Nada está claro todavía, pero creemos que la llevó para venderla...
¿Venderla? ¿Qué clase de idiota le haría eso a su novia?
— Pinche idiota... Necesito hablar con Sandra —caminé hasta la sala donde se encontraba ella, pero una mano me detuvo
— Lo siento, Santiago —el policía me bloqueó el paso— debido a su desempeño, acaba de quedar suspendido del caso
— ¿Suspendido? ¡¿Por qué?!
— ¿Aún lo pregunta? —Se dio la vuelta— Usted no pudo detener a los criminales en aquella fiesta, actuó deliberadamente al ir solo a esa misión y casi asesina a un joven en su intento de ser un héroe.
— Pero no lo hice, salvé a la chica que está en aquella sala —señalé la habitación— y sí ustedes me hubiesen acompañado, ¿Qué cambiaría?
Al parecer mis palabras lograron hacer efecto en el comisionado. Su reacción no fue la mejor, pero al menos me dio permiso de hablar con Sandra y explicarle lo que sucede, con una sola condición: Tendré que regresar a mi país dentro de cuatro días...
Tuve que esperar que los doctores vistieran a Sandra. Cuando lo hicieron autorizaron mi entrada a su habitación. Al entrar me la encontré viendo televisión, un collarín rodea su cuello, me imagino que es por los golpes que sufrió en su cuello.
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Mexizolanas ©
Teen FictionSinopsis: Una noche, Sandra Villarreal escapa a una fiesta en su natal Caracas. Allí es víctima de un intento de violación por parte de su novio. Logra escapar con algunos rasguños gracias a un policía experimentado y sale de allí, sin saber que se...