«Damas de Compañia italianas»

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Santiago

— Papá... ¿Sabes dónde está Sandra?

— Salió a trabajar temprano ¿No lo sabías?

Y ahí me di cuenta que mi pregunta iba a crear un discusión entre mi familia.

Luego de que mi mamá hablara conmigo y me hiciera caer en cuentas que yo "amo a Sandra", al parecer todo el universo confabuló para que, en cada conversación que tengo, ella sea la protagonista.

No he podido hablar con ella desde hace un tiempo, al parecer su amistad con Marlen ha mejorado. Eso es bueno...

— No, ¿Por qué debería saberlo? —levanté mis cejas esperando una respuesta clara de mi padre

— Porqu...

— ¡Porque estás enamorado de ella! —Lucas apareció apresuradamente en la cocina

La respuesta de mi papá fue interrumpida por otra respuesta que, aunque es acertada, no viene al caso.

— ¿¡Q-qué!? ¿Quién te dijo eso? —pregunté

— Es obvio, Santiago. —se cruzó de brazos— Con todo respeto, me sorprende que ustedes aún no sean pareja.

— Es muy pronto para que algo pase, ni siquiera estoy tan seguro.

— ¿Seguro de qué? —Papá volvió a la conversación— Esa chica es buena para ti, no lo pienses tanto

Ellos tienen razón, debo actuar y debo hacerlo ahora.

— ¿A dónde vas? —Lucas interrumpió mi huida de la cocina

— Voy al trabajo de Sandra, necesito decirle la verdad.

Ambos se observaron y mi papá empezó a reírse como si no hubiera un mañana, mientras que Lucas colocaba su mano en su frente.

— Ja, Ja, Ja, Ja, ¿Estás demente? —Mi padre terminó de reír— Que no se te ocurra hacer tremenda estupidez

— P-pero tú dijiste que actuara y eso hago.

— Hermano, no lo hagas así. —Sugirió Lucas— Primero invítala a comer, luego gánate su confianza y lo demás será pan comido.

— ¿Se supone que tenemos que ir a comprar pan?

— No... Solo llámala y dile que quieres ir a comer algo con ella, luego la vas a buscar al trabajo, hablan entre ustedes y ahí le sueltas la bomba. Es fácil ¿Cierto?

No sé qué es "Fácil" para Lucas, pero creo que puedo intentar ese plan. Ya lo tengo en mi mente: Ambos vamos a comer unos taquitos, luego le digo que la amo y terminamos besándonos con un gran futuro por delante.

— Tienes razón, v-voy a escribirle ahora mismo

Saqué el teléfono de mi bolsillo e inmediatamente marqué el número de Sandra. Cuando empezó en el centro comercial le di un teléfono para que se comunicara conmigo. Se supone que solo es para emergencias, pero ¿A quién le importa eso?

Sandra

Hola Sandra, ¿Estás ocupada?

¿Qué quieres?

¿Ya desayunaste?

No. 

¿Por qué el interés? 

Estoy ocupada

Sé que no lo estás y te tengo una oferta

Mexizolanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora