«Llamado de Emergencia»

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Santiago Acosta

— ¡Mierda...! —Alguien gritó al verme llegar— ¡Llego la policía!

— ¡Todos afuera!—una chica derramó su botella y salió gritando

Un alboroto se formó con mí llegada al lugar, los adolescentes empezaron a apagar sus cigarrillos y escaparon por las ventanas, unos pocos se quedaron adentro, al parecer están muy drogados para moverse, por todo el piso hay vidrios rotos y condones. En la casa existen dos plantas y creo que la gente de arriba viene para acá.

— ¡Ustedes! —Señalé a un grupo que venía de arriba— ¿Dónde está Sandra Villarreal?

— ¿Quién? —dijo uno

— ¡SANDRA! —grité impaciente

— Allá arriba solo están Kevin y su jeva. —Concluyo su amigo— Están teniendo relaciones...

En ese momento escuché un golpe arriba acompañado con un gritó.

— ¡Cállate, zorra!

Los chicos huyeron del lugar dejándome solo. En ese instante otro golpe inundó mis oídos. Subí lo más rápido que pude y escuché un vidrio romperse.

— Mierda... —susurré al llegar al segundo piso

Unas horas antes

Ya son la una de la mañana, la hora perfecta para un crimen...

— ¿Ya ordenaste los perros calientes?—le reclamé a Paula, mi secretaría— Son las dos de la mañana y aún no he cenado

— Lo sé... pero sí quiere puedo traerle un cafecito, ni me cuesta nada ir y...

— ¡No quiero café!—grité interrumpiéndola— Te ordené hace dos horas que me trajeras Perros Calientes y... ¡aún no tienes nada!

— Lo siento, Santiago

Paula se retiró delicadamente, pero antes de que llegara a la puerta le comenté de manera más calmada.

— ¿Puedes recordarme por qué te contrate como mi secretaría? —rasqué mi frente

— Usted quería a alguien con experiencia en el comportamiento humano

— ¿Ah?

— Gané el concurso de «Miss Venezuela Secretaría» y por eso llegué a usted

— ¡Oh! eso explica tú poca ayuda aquí —voltee mi rostro— Ya puedes irte...

Casi no recuerdo nada de esta chica, creo que la escogí por un reto o algo así. Hace cuatro horas empezó mi turno, me gusta trabajar en el horario nocturno porque siempre suceden cosas emocionantes a estas horas de la madrugada. Ayer tuve que ayudar a una prostituta, pues uno de los clientes se había puesto "difícil". Otro día un adolescente fue detenido por posesión de drogas, es decir, Perico en grandes cantidades. Y hoy espero tener una noche de aventuras.

— ¡Santiago! —Paula gritó desde la recepción— Una mujer de la línea de Emergencia quiere hablar con usted...

— Pasamela—contesté— ¡Y tráeme el café!

Ya comenzó la diversión para mí...

— ¿Bueno? —Hablé rápidamente— ¿Qué ocurre?

— Oficial Acosta, se registró un problema en la zona de el Junquito —me levanté de la silla— Al parecer una pelea entre dos adolescentes, se registró en una fiesta, no pude saber nada más...

— ¿Sabes los nombres?

— La chica que me llamó, dijo que se llamaba Sandra Villarreal—la mujer continúo— Y escuché que el otro adolescente se llama Kevin, o algo así...

Mexizolanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora