«Jovenes por Siempre»

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Spoiler: El titulo de la canción tiene demasiado que ver con el capítulo

Sandra

Llegamos al antro, casi eran las siete y el lugar estaba vacío, perfecto para un par de adolescentes, conformados por una sabelotodo, una Bad Girl, una chica muy grande, un policía que parece delincuente, un introvertido realmente hermoso, una mexicana con el mejor cuerpo del mundo y yo, la venezolana más sensual, arrechísima, perra, diva, caballota, potra y sinónimos. Nos sentamos por unos segundos y no tardó en aparecer el Sugar Daddy de turno que nos brindaba una bebida a todos, y con ese todos excluyo obviamente a Marlen, Santiago y a Lucas.

Obviamente se molestaron un poco, bueno en realidad solo Marlen, ella continuó sentada. Karla se levantó para bailar con un chico que la veía desde que entramos por la puerta. Lucas y Antonella no se quedaron atrás, hicieron lo mismo que Karla y bailaron juntos. Stephanie se unió a nosotros y pidió unas bebidas.

Observé el trago y quedé impresionada. Era tequila. Stephanie lo probó con cuidado, Santiago lo hizo sin pensar. Se llevó ambas manos a la cabeza, dejándome su trago.

— Agh... —exclamó con la voz ronca

— Creo que deberías saber que el tequila no se toma como jugo

Stephanie asintió dejando su copa a un lado, imité su movimiento y alejé el alcohol de Santiago y de mí.

— Lo sé. —Santiago bajó su mirada como perrito regañado—, Pero tú haces que haga cosas sin pensar.

— Ay... —Stephanie, que en estos momentos estaba actuando como la mejor lámpara del mundo, apretó las mejillas de Santiago—, Cosita... Que lindos son como pareja.

Stephanie seguía en lo suyo. Hasta que notó que nos incomodaba un poco. Bueno, después que le dijera con la mirada que iba a arrancar una parte muy importante en su cuerpo. Se levantó, tomó todo el tequila de su copa —cosa que me sorprendió—, y salió hasta el baño de mujeres.

— ¿Por qué hiciste eso? —preguntó Santiago al verla tambalear

— Entraré por primera vez a un baño de mujeres en un antro en plena Ciudad de México, no puedo ir sobria, podría vomitar. —Acto seguido, Stephanie entró en zig-zag al baño de mujeres

— ¿Debería ayudarla? —me levanté un poco para asegurarme que había llegado sana al baño

— Ayúdame a mí...

Retrocedí la mirada y observé a mi novio. Estaba observándome fijamente. Me reflejaba en sus ojos. Espero que sea siempre así, como la vez que nos conocimos. Como las llamas que ardieron sin un sonido, como el sonido del disparo que llevó a mi ex a una cama y que me sacó de Venezuela.

— Espero que me beses como si esta fuera nuestra última vez...

Santiago tomó mi cabello y lo acarició. Se acercó a mi cuello y lo besó, mordió un poco, pero no me importó. Estaba disfrutándolo. Quería quedarme ahí, tan cerca, tan solitarios. Quería disfrutar nuestra intimidad, ambos queríamos hacerlo. Los dos, solos. Santiago pasó su mano por mi espalda, bajó un poco y...

— Diablos, señoritos.

Giramos nuestra vista y ahí estaba Marlen, con...

Giramos nuestra vista y ahí estaba Marlen, con

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