«Nuestro Amor está en Llamas»

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Maratón 2/2

Santiago

Al irse la madre de Antonella, dejó un gran vacío en ella. No era algo normal verla triste, siempre tenía una sonrisa en su rostro. Supongo que el hecho de saber que su abuela le mintió terminó destrozándola, pero mi hermano estaba ahí para ella. Él estaba para abrazarla, literalmente.

 Él estaba para abrazarla, literalmente

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Realmente estaba alegre por ellos. Nuevamente su momento de amor había llegado, aunque también estaba un poco celoso... Digo, quisiera estar así con alguien, estar así con Sandra. Realmente no he hablado mucho con ella, quiero, pero el momento no llega. Tal vez he desaprovechado muchas oportunidades, pero prometo que hoy eso no pasará.

— ¿Te bañaste?

Lucas pasó a mi cuarto sin tocar la puerta. Seguramente buscaba unas medias o algo así. Pude ver que estaba listo, aunque ni siquiera era la hora.

Hoy iba a ser un día muy especial, se supone que todo el grupo saldrá, es decir, habrá una peda intergaláctica. Sandra y Karla planearon todo, era de esperarse, ambas son tan "Serenas" con esto del alcohol.

— Obvio —respondí lanzando mi ropa a la cama—, que no. Aún faltan tres horas, wey.

— Pues para mi ya es tarde. Tengo que hacer muchas cosas para que Antonella nunca olvide este día.

— Es una salida casual, no te esfuerces tanto. El único que debería estar ansioso por esto...

— Eres tú. 

Lucas encontró lo que buscaba y salió de mi habitación. Durante unos segundos medité sus palabras. Realmente tengo que esforzarme con esto, si no lo hago, probablemente termine siendo su amigo, solo su amigo. Sería triste terminar así. 

Me levanté y revolví todos los cajones de mi habitación. No sabía si aún estaba ahí, pero no perdía nada si no hacía el intento de buscarlo.

— ¡Aja! —levanté las manos victorioso. Había encontrado dos entradas para el cine. Estaban reservadas para hoy y no podía perder esa oportunidad.

Lancé las cosas a la cama y me preparé para ducharme. No paraba de pensar en lo que diría. Estaba claro que no podía repetirse lo de las Strippers italianas, esto tenía que ser perfecto. Me duché y exageradamente limpie cada parte de mi cuerpo, en especial mi cara. Salí del baño y tomé el teléfono para llamar a Sandra.

— Santiago, Marlen me dejó encargada de la tienda. Resume todo lo que vas a decirme Una irritada Sandra contestó el teléfono

— En una hora paso por ti.

— La rumba es después —pude sentir como rodaba sus ojos—, ¿Por qué tan temprano?

— La última vez que intentamos salir no resultó tan bien... Quiero compensar eso. Tengo entradas para una película. 

Mexizolanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora