Mexizolanas ©

«La vieja Familia, la nueva Familia»

Santiago

¿Por qué tuvo que suceder así?

Es malo, pero es lo único que me queda.

— ¿Qué tal te fue con tu cita con Sandra, Santiago? —Ya pasó una noche desde que Sandra se enteró del problema, no ha querido ir a trabajar, ni salir de su cuarto— Ella no me ha dicho nada ¿Puedes contarme?

Después de lo de anoche, no hemos cruzado palabras entre nosotros. Supongo que ya entró a una de las etapas del Luto: Depresión.

Y aún no le he dicho toda la verdad...

— N-no quiero hablar de eso.

— ¿Algún problema? Sabes que puedes confiar en mi.

— Lucas, ayer todo iba de maravilla, pero recibí una llamada de Venezuela y eso lo arruinó todo. Ayer nos enteramos de que la madre de Sandra...

— Murió.

— Sí. —suspiré— Ella lo tomó mal y aún falta otra mala noticia que no sé como decirle.

— ¿Qué otra mala noticia? —Lucas se cruzó de brazos—, No me digas que mataron a su gato, ahí yo moriría.

— No, es algo más serio.

Me acerqué a él para evitar ser escuchado por alguien más, si Sandra se enteraba que le ocultaba información todo podría acabar entre nosotros, aunque ni siquiera exista algo.

— Es sobre su hermana, Lucía Villarral

— ¿Hermana? —arrugó su frente, un mal hábito que pensé que ya no tenía—. No sabia que ella tenía una hermana

— Si tiene y ella oculta algo grande.

— Según las investigaciones, el ex novio de Sandra, Kevin Araujo, mantenía transferencias activas de dinero hacia Lucía y viceversa. Por algún extraño motivo esa misma cantidad de dinero llegaba a manos de Julián Naranjo, y al investigar a fondo la cuenta, lograron descifrar que se trataba de una de las cuentas falsas de Omar Blanco. ¿Suena trillado, verdad? pues lo es. Lucía necesitaba dinero para pagar las deudas y al parecer el ataque en su hogar no fue exactamente por culpa de Sandra, sino por una especie de ajuste de cuentas para Lucía, que le costó la vida a su madre...

Estaba viviendo una pesadilla en la vida real, deseando que la fantasía fuese sólo una ilusión, una mala broma del universo. Permaneciendo callado, para no ver los diamantes quebrarse.

— Es estresante ser policía ¿No? —Lucas rompió el silencio con la pregunta— Yo ya estuviese vuelto loco si me llegara a pasar eso

— Es un poco estresante, pero es fácil de llevar, aunque, no puedo dejar de pensar en la venezolana en aquella habitación. Me hace sentir mal por ella...

— Si, es horrible pasar por es...

Mi hermano dejó de conversar conmigo, debido al sonido del timbre de la puerta de afuera. Él se levantó y, extrañado por la situación, se dirigió al origen del sonido, la puerta principal.