Sandra
Después de lo que he pasado estos últimos días ya no me sorprende nada, ni siquiera la suerte que tengo. El hombre que me había secuestrado hace unas horas y me había dejado en la cajuela de un auto me acaba de traer a mi casa. Primero pensé que me llevaría a un lugar horrible y vendería mi cuerpo al mejor postor. Así que cuando escuche que alguien abrió la cajuela inmediatamente lancé un coñazo a la persona que lo hizo, luego me di cuenta que Santiago estaba ahí...
— ¡¿Sandra?! —exclamó Santiago
— ¿Tú? —mi ánimo ha decaído un poco— ¿Qué mierda haces aquí?
— Nosotros intentábamos. Espera... —paró de hablar— ¡¿Tú qué haces aquí?!
— Bueno yo estaba tranquilamente en el hospital, hasta que me dieron ganas de tomar un poquito de aire fresco y...
— Escapaste. —concluyó
— Sí.
— Acompáñame, tenemos que hablar con el comandante, tiene que saber esto.
Baje de la cajuela y caminamos hasta la entrada de la casa. Santiago está un poco molesto conmigo, tal vez lo esté porque desobedecí sus órdenes. Entramos a mi hogar y pude presenciar que todo estaba desordenado. Hay muchos policías, incluso el tipo que me secuestró también está aquí.
— ¿Qué hace ella aquí? —el hombre que me visitó en la mañana, habló con Santiago
— Fue secuestrada por este Hombre hace unas horas en el Hospital
— ¿¡Cómo!? —Alzó la voz con enojo—, Esto es inaceptable. ¡Tenemos que sacarla de aquí rápido!
¿Sacarme de aquí?
— Pero, ¿A dónde puede ir? —Santiago le respondió— no tiene más familia fuera de Venezuela
— Disculpen... —me adentre en su conversación
— Vamos a tener que llevarla a un refugio en otro país.
Los dos me ignoraron y siguieron ideando planes para sacarme del país.
— ¡ESCUCHENME! Creo que olvidan que yo soy la que decide a donde voy... ¡Y no voy a ir con ninguno de ustedes!
Ambos me miraron y luego subieron hasta la planta de arriba sin decirme ni una palabra, eso me molestó e inmediatamente los seguí, pero cuando llegué a la segunda planta me congele al ver a Lucía...
— ¡Sandra! —apenas logró verme gritó mi nombre
Me acerque corriendo a ella y la abracé, estuvimos por unos segundos así hasta que decidí hablar.
— ¿Qué te ocurrió?
— Nada. —se tapó la cara— P-pero mamá no...
Agarré su mano con fuerza.
— No te volveré a dejar sola, Lucía —susurré— Lo prometo.
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Mexizolanas ©
Teen FictionSinopsis: Una noche, Sandra Villarreal escapa a una fiesta en su natal Caracas. Allí es víctima de un intento de violación por parte de su novio. Logra escapar con algunos rasguños gracias a un policía experimentado y sale de allí, sin saber que se...