Día 21
Oh si despertar en una mañana tan terrible otra vez maldita sea, ni siquiera hay sol, está nublado mi cabeza va a explotar estoy muy estresada y aún sigo pensando en que es lo mejor para mí. Sí, estoy confundida, no sé qué hacer, necesito que todo esté preparado, me caso en 9 días, es lo que me tiene estresada por el momento, tengo que hacer la lista, la lista de las cosas que me faltan hacer. Me siento como una pequeña niña nerviosa que va a bailar en un festival escolar, es como de esas veces en la que no sabes que hacer, como cuando estás en un examen y bum lo que habías estudiado no venía, me siento preocupada, ¿Y si tal vez las cosas no salen como yo lo planeaba? Acabo de despertar y ya estoy siendo una paranoica, faltan exactamente 9 días con 216 horas que equivale a 12,960 minutos y 777,600 segundos, y cada vez es menos, ya no puedo más. –tocaba mi cabeza del estrés que tenía– Vamos Connie, eres una loca hablando sola, acabas de despertar, te falta volver a ver lo de la florería, la aceptación de los invitados a la boda, y la lista de regalos tiene que estar enviada, tengo que ir a ver los vestidos de mis "amigas" que son mis damas, tengo que visitar a mis padres y suegros que la mayoría del tiempo se la pasan juntos, si, mis padres solo lo hacen por interés más que por una amistad con los Collins.
Tome una camiseta blanca casual me puse un pantalón levis pegado y me puse unos tenis converse blancos, estaba tan despreocupada por como vestía que solamente tome una liga y me hice un chongo semi hecho, vaya parecía más un terremoto de pelos en mi cabeza que un chongo, me puse un poco de polvo, pinte mis pestañas, ¡RAYOS! ni siquiera me bañe, simplemente tome las llaves de mi coche que por lo general siempre las cuelgo en un pequeño clavo en la cocina. Abrí la puerta de mi departamento y bum, sorpresa.
–Sorpresa bebé.
–León ¿Qué milagro?
– ¿Qué? Porque lo dices somos una pareja comprometida, solo venía a decirte que estaré a partir de ahora junto a ti. –hice una mueca–
Suspire, mi cabeza en realidad no estaba aterrizada en este mundo de locos, así que solo deje salir un Oh de mi boca, si fue algo raro.
Al parecer León esperaba más de mí, tal vez esperaba algo de una típica novela, que al ver a su prometido salta sobre él mientras los dos se besan apasionadamente solo por el hecho de que dejaron de verse solo unos días, si así no es mi realidad.
– ¿Qué es lo que te pasa?
Y solo lo mire a los ojos y simplemente me quede muda, no sabía que responderle, bueno en realidad si sabía, pero no sabía qué respuesta era la correcta.
a) Ya no sé si en realidad me quiero casar contigo
b) Lo que pasa es que estoy estresada por lo de la boda
c) Solamente quiero comer.
Y opte por la respuesta B, aunque mi estómago gritaba a los 4 vientos que tenía hambre, pero ¿Y la dieta? ¡MALDITA SEA! odio las bodas. Eso fue como un pequeño test mental sobre cómo responderle a tu novio–prometido para que no sospeche que en realidad estas saliendo con alguien que te hace más feliz, y que en estos momentos solo necesitas escuchar un "todo saldrá bien" pero de la persona correcta, ah y que tienes hambre.
–Lo que pasa es que estoy estresada por la boda.
–Todo saldrá bien, por eso es por lo que he venido aquí a estar contigo y apoyarte, todo saldrá bien cariño no te preocupes por nada.
Si ese "todo saldrá bien" no era lo que quería, bueno al menos no de él.
–Tengo que irme, pasa, tengo que arreglar unas cosas de la boda, nos vemos más noche te quiero.
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La vida con otros ojos.
Teen FictionEidan Collins es un chico diferente que mira el mundo diferente, prácticamente su vida es basada en su imaginación. Reside en Guadalajara y vive con su perrita Happy. Es el tipo de chico que brinda su mundo a otras personas para poder sobrevivir, y...