La vida con otros ojos.

Capítulo 36

Día 27

Subí las escaleras, porque el elevador estaba fuera de servicio, mientras subía pensaba ¿Por qué rayos me dejo en el medio de la nada? ¿Por qué rayos se fue dejando una carta? Que de hecho tengo en mi bolso y no la he podido abrir por miedo, por miedo a descubrir si en realidad estaba fallando, por miedo a descubrir sin esa carta tal vez están escritas las peores palabras, o las mejores, tal vez en aquella carta está escrita la manera en que se burló de mí, o la manera en que me dice cuanto me ama.

Tome mi celular, y nada, ni un mensaje de él explicándome porque me había hecho esto, porque simplemente me tiro como basura, y me dejo las llaves para que yo tomara el auto y manejara pensando un millón de tonterías, porque no le importe.

Y cuando justamente lo guardaba sonó mi teléfono, era una llamada, ni siquiera vi el número y conteste.

– ¿Quisiera saber por qué rayos me dejaste en medio de la nada, como una estúpida?

– ¿De qué rayos me estás hablando mi amor?

La cague.

–La verdad es que preferiría no mencionar esto León, perdóname, es que –Mentí– Una de las organizadoras me guio hacia una dirección equivocada, y pensé que eras ella, lo lamento tanto.

–No tienes por qué estresarte, la boda es el sueño de nuestras vidas, disfruta tu soltería mi amor, porque pronto estaremos juntos, para siempre, Te dejo.

–Si no te preocupes.

–Connie –alzo la voz

– ¿Sí?

–Te amo.

–Y yo a ti –de nuevo mentí.

Colgué el teléfono, toqué mi frente y mientras abría mi departamento me detuve con la llave puesta en la cerradura, después comencé a llorar, hasta llegar al punto de arrastrarme poco a poco por la puerta y quedar hincada en el suelo, llorando porque me había roto el corazón, porque lo perdí, porque se fue simplemente sin decir adiós, y recordé.

Abrí mi bolso, sentada aun en la puerta de mi apartamento.

Estaba preparada en realidad para leer porque se había ido, para obtener la respuesta de que él simplemente se haya ido así de mi vida, porque no lucho por mí, porque simplemente se marchó dejándome como un cachorro, porque se fue, porque después de lo que paso, porque, porque, porque. Comencé a leer la carta.

Querida Connie.

Sé que te preguntaras porque he dejado esta carta, y porque simplemente me marche, pues he escrito esta carta para responder a todas tus preguntas pero antes de eso, tengo que decirte algo, tengo que decirte que me duele haberte perdido, que me duele el que tu no pudieras decidir, me duele que juegues conmigo, porque cada día que amanezco tengo la certeza de pensar que estás ahí acostada a mi lado, pero cuando trato de abrazarte no hay nada, solamente me hago ilusiones pensando que te quedaras, solo me auto rompo el corazón pensando que estaremos juntos y Connie me he cansado de eso. Pero si cambias de opinión créeme que regresare, créeme que estaré justamente en donde una loca trata de suicidarse, pero también aprendí que esto no se trata solo simplemente de decidir, se trata de ser feliz, y de no irte por lo que te conviene, tienes que irte por lo que tu corazón decida, yo ya lo he escuchado, por eso me marche, siempre lo he hecho, por eso me marcho cuando la persona ya no me necesita más, porque ya eres independiente, ya sabes controlar tu vida, sabes quererte, sabes amarte y eso era lo principal que tenías que aprender a mi lado, he hecho un gran trabajo, también por eso hice esta carta, sé que el trato era de 30 días, pero créeme que no puedo soportar sentirte tan cerca pero a la vez tan lejos. Créeme que me hago el fuerte, pero siempre hay un lapso que nos separa, recuerdo estar celoso aquel día en el hospital, pero no he escrito esta carta para reclamarte o para escribir mis sentimientos fallidos, he venido a felicitarte y a decirte adiós. He venido a decirte que yo no quería que todo esto pasara que solo se dio por obra del destino, quiero decirte que te amo, te amo tanto que por eso te dejo ser libre un tiempo para que medites tus decisiones, te felicito por ser esa mujer con imperfecciones, te felicito por ser esa mujer que fuiste conmigo porque simplemente me abriste tu corazón sin importar mi opinión, sin importar mis defectos, te felicito porque aprendiste a ser feliz, aprendiste a ver la vida con mis ojos felicidades Connie.