Capítulo 34

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Día 25

–Está despertando, la paciente está despertando

Una voz dulce dice sorprendida, después toca mi cabeza, y me toma las pulsaciones.

–60 latidos por minuto, normal, signos vitales normales, está progresando señor el paciente aún no ha sido registrada, tenemos su bolso, pronto sabremos a quien estamos tratando de localizar.

Estoy despertando, aun no puedo es un poco difícil, al parecer aun no estoy completamente bien, trato de hablar, pero los aparatos no me lo permiten tengo la mascarilla de oxígeno puesta, miro dos sombras borrosas frente a mí, es muy difícil moverme en estos momentos, tengo tantos aparatos pegados al cuerpo, me recuerda un poco a aquella visita que le hice a Eidan en el Hospital.

–Te vamos a inyectar un poco más de suero, parece que eres muy sedienta querida, esta es tu segunda bolsa de suero, vamos a inyectarte después un poco de anestesia para que duermas tranquila, un golpe como ese debió de doler mucho, por suerte estas viva y recuperándote como una campeona.

Dijo la voz dulce, tal vez es como la voz de una ardilla, como esas caricaturas tontas en la cual las ardillas tienen vida.

–Hola Margaret, localizamos a la paciente, se llama Connie Balvanera, vive en los departamentos Central Park Guadalajara, al parecer estamos curando a una chica rica, hija de papi. Tratamos de buscar número de teléfono de sus familiares, pero su celular estaba estropeado por el golpe, solo encontramos a una persona llamada Eidan Collins, lo llamaremos tal vez sea su marido yo que sé.

Hablan de mi como si fuera invisible, si supieran que no soy hija de papi, gano mi dinero con el sudor de mi frente, trato de sobrevivir por mí misma, trato de sobrevivir para tener lo que tengo ahora, para progresar yo misma sin ayuda de nadie.

Tal vez vivir en el Central Park no fue una de mis mejores ideas, por lo menos antes pensaba que con un buen departamento podía encajar en la sociedad estúpida en la que trate de entrar desde que entre a la preparatoria, lamentablemente esas cosas ya no me interesan ahora.

El doctor con voz de galán de acerca a mí con una linterna y revisa mis ojos, lamentablemente no puedo ver bien aún, siguen esas caras borrosas como si hubiera una nube de neblina en la habitación.

–Bueno señorita Balvanera, tiene las pupilas normales y reactivas tal vez mire un poco borroso, pero es parte de la recuperación es momento de descansar.

La cara borrosa del doctor con voz de galán desaparece poco a poco de mi vista, poco de unos 5 minutos vuelvo a quedar rendida.

***

Connie

El teléfono suena, que es un poco extraño porque nadie llamada a las 6:00 de la mañana a menos de que sean los enfadosos de los servicios de televisión por cable a decir que mi servicio de televisión por cable esta por expirar y tengo que ir a pagar, sin contar que yo no veo la tele y eso lo hace un tanto gracioso porque tendría que explicarle a cada operador que soy ciego y que simplemente no me interesaría en absoluto ver televisión por cable, o solamente un tipo de pandilla haciendo bromas, y fastidiando la vida de los demás solamente porque no saben qué hacer y están aburridos y consiguen números al azar en el directorio el cual nadie lo mira porque ya existe tecnología.

Después tomo el teléfono, y contesto.

Una voz dulce pregunta por mi nombre.

–Con el señor Eidan Collins por favor.

¿Problemas?

–Si con el habla, disculpe ¿Cuál es su nombre? – contesto con frivolidad.

–Mi nombre Es Margaret Kan, soy enfermera del Hospital de la Ciudad de Guadalajara, esta mañana llego una jovencita como de 23 años herida por un choque automovilístico. Encontramos a la paciente en estado grave, pero por el momento está estable, tratamos de encontrar más números de familiar espero al parecer su teléfono se estropeo en el impacto, ¿Qué es usted del paciente perdón?

La vida con otros ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora