La paciencia de Namjoon se iba acabando conforme pasaban los días. Estaba a la espera de la llamada de su amigo y contacto para ver si había encontrado algo. Por su cuenta no había encontrado mucho, así que de momento su única esperanza era Yoongi.
Suspiró frustrado mientras releía los documentos que le había facilitado el Alfa que le había contratado. Ahora tenía toda la información del pasado del Omega, pero de momento solo una cosa le podría servir y es que al parecer el Omega había venido a la ciudad para estudiar, pero se había terminado casando con su Alfa. En el lugar donde vivía tenía algunos conocidos y amigos, pero había uno que resaltaba del resto, ya que se le veía con él en fotos familiares por lo que era un amigo cercano al Omega, solo debía de ir a visitarlo si es que seguía viviendo en la antigua ciudad de a quien buscaba.
Tomó su ordenador y comenzó a buscar, no era tan difícil encontrar a una persona por la era en la que vivían, todos compartían sus asuntos por internet, incluso dejaban que desconocidos supieran cuando se iban de vacaciones y a donde. Por ello no le estaba resultando difícil dar con alguna pagina donde el amigo del Omega estuviera registrado, pero antes de seguir avanzando el sonido de su celular le interrumpió, miró el número y respondió de inmediato.
—Dime que tienes algo.
—No, solo te llamaba para saber cómo ibas con el Omega que te gusta.
—¿Eh? Pues no lo sé, no he ido a verlo y...
—¿Eres idiota? Claro que te llamé porque tengo algo, te mandaré la dirección donde nos veamos. – Dicho eso colgó el teléfono y Namjoon maldijo bajo por las bromas de su amigo. Esperó a recibir el mensaje con el lugar del encuentro y dejó de respirar al ver el lugar.
Desde la vergüenza que le hizo pasar a su hermoso Omega con la maldita policía, Namjoon no había vuelto a la cafetería, no quería aceptarlo, pero temía ser odiado por el otro. Frotó su rostro con ambas manos buscando calmarse frente a la puerta del lugar. Había salido corriendo desde que vio donde era el punto de reunión y es que era la excusa perfecta para ir, quizás podría pagarle por el día que se que se fue sin hacerlo.
Tomó aire y entró buscando su mesa favorita con la mirada, aún no se atrevía a buscarle con la mirada, incluso esperaba que le echara del lugar al verle ahí, pero igual se apresuró para llegar a su lugar y sentarse. Esperó a que su Omega favorito o alguien se acercara a atenderlo y como si hubieran leído su mente, escuchó los pasos de alguien que se acercaba, pero en algún punto el sonido dejó de ser importante. Un delicado olor a fresas comenzó a llegar a su nariz, intentó ignorarlo, pero el olor se hacía cada vez más fuerte, pasando hasta confundirlo con fresas salvajes, no del tipo que encuentras en una tienda, ni siquiera en un jardín, eran como las que raramente encontrabas en el bosque, con una fragancia más fuerte y dulce.
—¿Qué pedirá? – Lo escuchó, pero su tono de voz no iba acorde con todo lo demás. Aquel olor gritaba deseo y él estaba dispuesto a corresponder eso.
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No te pertenezco
FanficEl mundo siempre ha estado a favor de los Alfa, los Omega suelen aceptar su destino como incubadoras y juguetes sexuales, pero no Seokjin, se niega rotundamente a ser uno más en la lista de cualquier Alfa.