No te pertenezco

XXIII

 Llegaron al departamento del Alfa y bajaron del auto para entrar al edificio donde Namjoon vivía. Yoongi ignoraba las quejas del Alfa hasta que comenzó a contarle lo que había pasado con el Omega. Suspiró resignado y un tanto molesto al pensar que había pasado algo mucho más grave, no es que menospreciara lo que había pasado, pero estaba claro que ambos habían optado por huir antes de escuchar al otro.

— ¿Entonces qué debo hacer? – Preguntó Namjoon algo nervioso ante la seria y un tanto fastidiada mirada de su amigo.

— ¿Qué quieres hacer?

— Llamarlo y decirle que todo está perdonado. – Su respuesta fue rápida y casi en automático, de la misma manera en que el golpe en la cabeza del Alfa no se hizo esperar por parte del Beta. — ¿Por qué fue eso? – Se quejó mientras acariciaba su cabeza.

— Porque no sé si realmente lo dices en serio. Lo primero es no responder el mensaje que te envió, al menos no de inmediato, espera a que crea que ya no te importa.

— Pero si me importa...

— Lo sé y él lo sabe, pero ¿Qué crees que pasará si solo necesita enviar un mensaje de texto para solucionar todo? No está bien, por más que te guste ese Omega. Si quiere disculparse que lo haga de frente y no porque tu vayas a buscar esa disculpa que te mereces.

— Podría no querer volver a hablarme... - Dijo bajo mientras se sentaba en un sillón de la sala. Para él ya era un milagro que un Omega como Jin se fijara en él, no quería tentar su suerte al no darle todo lo que quisiera en el momento en que quisiera.

— ¿No confías en el Omega? – El Alfa lo miró sin entender la pregunta, después de todo tenía una fe ciega hacía él. — Me refiero a que si no confías en lo que siente por ti.

— B-bueno, sé que no le desagrado y como le he ayudado quizás se siente en deuda conmigo, no lo sé, quizás le guste un poco.

— ¿Un poco? No lo sé – El de cabello color menta se sentó a un lado del Alfa y palmeó su espalda. — ¿Estamos hablando del mismo Omega que odia a los Alfa que me contaste? Porque para ser alguien que "odia" profundamente a tu especie, es curioso que te deje estar tan cerca de él o que te haya nombrado "suyo" cuando nos besamos.

— Pero lo que dijo en el jardín...

— No le des más importancia de lo debido a eso. Ambos estaban en un momento de estrés por lo que estaba sucediendo en aquella sala. – Habló intentando restarle algo de importancia al asunto mientras tecleaba en el celular del menor antes de pasárselo. — Ya te he ayudado un poco, ahora depende de ti lo que harás.