Las primeras semanas parecía ir todo bien, Seokjin sabía como manejar sus finanzas y desde que obtuvo la multa se olvidó de comprar cualquiera cosa que no fuera absolutamente necesaria, así que dijo adiós a todo lo que le gustaba y disfrutaba. Ahora solo había presupuesto para cosas esenciales; agua, luz, gas y comida.
El aire acondicionado solo era encendido en la cafetería mientras estuviese abierta, sin importar que el verano ya había llegado a la ciudad y que era un infierno para Seokjin y Jimin por las noches, aguantarían. Los otros dos Omega que vivían con él habían buscado otro lugar donde quedarse, al parecer el tener que soportar el calor durante la noche había sido suficiente para que casi salieran corriendo de ahí.
En algunas ocasiones ambos habían decidido dormir en la cafetería para aprovechar que estaba fresca por tener el aire acondicionado encendido en el día pero, aunque fuese lo más cómodo no podían estar durmiendo ahí, ya que podrían ser vistos y dañaría la imagen del lugar, por eso Seokjin ahora se encontraba dando vueltas sobre su cama.
El calor parecía ser peor que las otras noches, ya se había levantado dos veces a darse una ducha en busca de refrescarse, pero no parecía ayudar. La segunda vez incluso se acostó en la cama sin secarse, solo poniéndose ropa interior y una camisa sin mangas. Pasó su mano por su rostro sintiendo lo húmeda que se encontraba su piel, incluso su cabello y ya no estaba seguro de si era debido a la ducha o su sudor.
Giró una vez más sobre su cama antes de caer al suelo, maldijo en voz baja antes de ponerse de pie y mirar alrededor, sabía que nadie lo había visto caer, pero nunca estaba de más echar un vistazo. Se levantó y fue hacía la ventana para abrirla por completo. No solía hacerlo para evitar que algún bicho entrara, pero con el calor que estaba en ese momento quizás podría soportar a uno que otro mosquito.
Regresó a la cama para sentarse y pasar una de sus manos por las sabanas, estaban totalmente húmedas, por un momento temió haber mojado la cama. Suspiró antes de ver como la puerta de su habitación se abría de golpe dejándole ver a Jimin con una espátula y un sarten en cada mano.
—¿Estás bien Jin? – Miró alrededor mientras apuntaba con sus "armas" —Escuché un ruido, así que vine lo más rápido que pude.
Desde el incidente, Jimin se había vuelto muy protector e incluso algo paranoico con el mayor. Temía no estar para él de nuevo, así que ahora le daba su total atención, incluso lo había acompañado a correr en algunas ocasiones.
—Estoy bien, solo se cayó algo de la cama. – Jamás admitiría que fue el quien rodó hasta terminar en el suelo. —Dejando eso de lado, no puedo dormir ya, el calor es insoportable – Se quejó mientras jalaba de su camisa en busca de refrescarse.
—¿Tienes calor? Pero la noche ha estado bastante fresca... - Bajó el sarten y la espátula para acercarse, cuando estuvo lo suficiente cerca cubrió su boca y nariz con una de sus manos y retrocedió.
—¿Qué pasa? – Preguntó preocupado al verle retroceder de esa manera y se puso de pie.
—Apestas – Dijo algo alto para que el mayor pudiera entenderle.
—¿Qué? ¡No creo que tú hueles precisamente a flores! – Dijo claramente ofendido mientras fruncía el ceño. —¡He estado sudando como loco! ¡Al igual que tú! Así que no entiendo porque soltar un comentario tan ofensivo, incluso si es verdad hay maneras de decirlo. – Gruñó mientras se alejaba un poco del menor, le había dado un poco de vergüenza saber que apestaba.

ESTÁS LEYENDO
No te pertenezco
Hayran KurguEl mundo siempre ha estado a favor de los Alfa, los Omega suelen aceptar su destino como incubadoras y juguetes sexuales, pero no Seokjin, se niega rotundamente a ser uno más en la lista de cualquier Alfa.