Una parte de Seokjin pedía a gritos que no siguiera con eso, que bajara del elevador y corriera tan rápido como sus piernas se lo permitieran antes de que fuese tarde. Sus ojos se paseaban nerviosamente de la maleta que sostenía el Alfa a los números que indicaban en que piso se encontraban mientras aquella caja de metal subía, sentía que las paredes se iban encogiendo a su alrededor, pero la mano del Alfa sobre su espalda le hizo regresar a la realidad, aquella en la cual la aparente claustrofobia era dejada de lado para sentir un poco de pánico al ver la puerta del apartamento de Namjoon.
Dudó por un momento cuando el más alto abrió la puerta y se hacía a un lado para darle espacio suficiente. Jin le miró nervioso antes de armarse de valor para adentrarse en el lugar, después de todo solo era el apartamento del Alfa, no era la primera vez que estaba ahí, pero como si fuese la primera vez en que el aroma de Namjoon se colaba por sus fosas nasales se sintió algo mareado, agobiado por el agradable aroma que llenaba cada espacio de aquel lugar. Retrocedió un paso para poder sostenerse al sentir que se caería, pero aquel sentimiento fue empeorado por las manos del Alfa que se posaban sobre él para ayudarle.
— ¿Estás bien? Deberías descansar. – Tenía pensado llevarlo a la habitación para que se recostara, pero obtuvo una negativa del mayor, así como un leve empujón para eliminar el contacto entre ambos.
— Estoy bien, no me trates como si estuviese tan grave. – Tenía que ignorar el calor que comenzaba a crearse en su cuerpo y la mejor manera que se le ocurría era ocupar su mente en otras cosas.
— Pero si estás grave, fuiste herido y no creo que deberías siquiera estar de pie. Mejor déjame llevarte a la cama. – Aquellas palabras no contenían nada de malicia, pero por la mente de Seokjin pasaron como si de una proposición se tratase. Aclaró su garganta mientras se regañaba mentalmente.
— Basta, no estaré sin hacer nada. – Se cruzó de brazos mientras veía al Alfa que parecía querer decir algo al respecto. — Yo cocinaré, tú limpiarás y cuando los puntos no me duelan te ayudaré en más cosas.
— ¿Te duele? – Eliminó la corta distancia entre ambos para tomar las manos del Omega con las suyas mientras le miraba preocupado. Aquel gesto hacía que algo dentro de Seokjin se derritiera, le hacía sentir confundido respecto a Namjoon. Era consiente de que el más alto era un Alfa y que podía ser de temer, pero cuando le mostraba ese lado tan suave, delicado e indefenso lograba que el mayor no pensara siquiera en burlarse o algo similar. Sonrió levemente antes de negar con la cabeza y romper la distancia entre ambas bocas al dejar un leve beso sobre los labios de un sorprendido Alfa.
— Ya te dije que no estoy tan grave, casi no duele. – Se alejó mientras le daba un leve golpecito en el hombro. — Ahora trae mis cosas que quiero acomodarlas apropiadamente.
El Alfa no debatió más y casi corriendo entre tropezones llegó a su habitación para meter la maleta del mayor. Quería ayudarle cuanto fuese posible, pero el Omega se lo hacía difícil al ser tan testarudo.
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No te pertenezco
Fiksi PenggemarEl mundo siempre ha estado a favor de los Alfa, los Omega suelen aceptar su destino como incubadoras y juguetes sexuales, pero no Seokjin, se niega rotundamente a ser uno más en la lista de cualquier Alfa.