Taehyung caminaba por los pasillos del hospital seguido de Jungkook que traía a la cría en brazos mientras buscaban la habitación de Seokjin. El pelirrojo había recibido la llamada del Beta para avisarle que no fuese a cuidar al mayor porque lo habían llevado al hospital y tras colgar no dudar en ir a buscarle para cerciorarse de que se encontrara bien.
Había dejado al Alfa detrás al caminar tan rápido y se detuvo un poco al escuchar a un guardia y una doctora hablar, sonrió emocionado mientras retomaba su caminata hacía el Beta al verlo fuera de una habitación. Lo saludó mientras llegaba a su lado antes de mirar lo que el otro.
Quería llegar y hablar con Seokjin en cuanto lo viera, pero en ese momento se encontraba con Namjoon y fue imposible para Taehyung siquiera pensar en entrar en la habitación.
— Ellos tenían razón. – Dijo feliz haciendo que el Beta le mirara.
— ¿Quiénes?
— Los que iban por el pasillo, dijeron que ellos parecían almas gemelas y al verlos no tengo dudas de que lo sean.
— Si... parece que realmente lo son. – Habló bajo mientras veía como su mejor amigo abrazaba de nuevo al Omega antes de darle un beso. Desvió la mirada al no querer seguir viendo.
Al enfocar su mirada en el pasillo pudo ver al Alfa que traía consigo una pequeña cría. Su mirada rápidamente viajó al pelirrojo y de nuevo al menor que lo miraba sin decir nada, negó levemente con la cabeza antes de ver como Taehyung iba donde Jungkook para jalarlo del brazo invitándole a que mirara dentro de la habitación.
El menor no decía nada mientras era abrazado por el Omega que no dejaba de hablar emocionado sobre como se veían tan bien los que estaban dentro de la habitación, sin embargo, los ojos de Jungkook no abandonaban la presencia del Beta que se iba alejando para dejarlos atrás.
Una semana es lo que Seokjin había estado encerrado en el hospital y el tiempo que Namjoon se mantuvo yendo a verlo cada día, aunque hubiese querido quedarse con el Omega todos los días era consiente de que tenía trabajo que hacer, no podía descuidar su labor y meta de darles libertad.
Las cosas parecían ir mejorando conforme pasaba el tiempo, cada mañana el Alfa revisaba su correspondencia con la esperanza de encontrar una respuesta positiva al cambio de leyes al mismo tiempo que temía encontrar una negativa de nuevo. No se daría por vencido hasta ver que los Omega pudieran hacer de su vida lo que quisieran y no lo que un Alfa mandara.
Namjoon no era fan de correr, quizás de dar largas caminatas y paseos, pero no de trotar, sin embargo, no pudo negarse a la petición de Seokjin sobre tomar una rutina de correr juntos cada mañana, porque cualquier duda que hubiese tenido sobre levantarse temprano se desvaneció cuando dijo "juntos". Por estar junto al mayor haría lo que fuese, incluso levantarse de la cómoda y mullida cama que al fin compartía con el otro, ponerse una gorra para ocultar el desorden de su cabello al estar recién levantado, vestirse apropiadamente para una sesión de ejercicio e ignorar las enormes ganas de volver a dormir. Lo que fuese para ver al Omega feliz.

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No te pertenezco
FanfictionEl mundo siempre ha estado a favor de los Alfa, los Omega suelen aceptar su destino como incubadoras y juguetes sexuales, pero no Seokjin, se niega rotundamente a ser uno más en la lista de cualquier Alfa.