El beso robado por parte del Alfa no hizo nada más que sorprender gratamente a Jin, al inicio no tenía pensado que llegaran siquiera a un beso, pero estar tan cerca de Namjoon y sentirse tan lejos al mismo tiempo fue algo que no pudo soportar, por ello ahora se encontraba correspondiendo el beso moviendo sus labios al ritmo del contrario. Era un beso lento, intimo, pero con deseo contenido.
La mano libre del mayor subió hasta la nuca del Alfa para impedir que se alejara mientras profundizaba el beso haciendo que ambas lenguas se encontraran. Las sensaciones eran las mismas que la primera vez que sus labios se encontraron, igual que la segunda, simplemente placentero y haciendo que su mente se nublara. No razonaba ni pensaba en nada más que no fuera lo caliente que se había vuelvo el lugar, en lo estorboso que le parecía llevar un suéter y que sentía tanto calor como las tardes de verano en las que no pudo usar el aire acondicionado.
Su piel se erizó cuando la fría mano del Alfa se coló bajo su ropa acariciando su costado, subiendo lentamente hasta su pecho para bajar de nuevo por su abdomen. Jadeó mientras rompía el beso y antes de poder decir algo los labios del Alfa se pasearon por la línea de su mandíbula hasta su oreja a la cual besó y mordió levemente el lóbulo para tirar de este.
Se dejó guiar por el Alfa que lentamente lo recostaba sobre el sillón para acomodarse sobre él. Soltó la mano de Namjoon mientras este levantaba su suéter y camisa para poder recorrer cada parte de su piel con sus dedos. Aquellos dedos que parecían hierro caliente para el Omega, quemando cada centímetro de piel que era tocado. Un escalofrío recorrió su espalda baja cuando sus piernas fueron separadas y el Alfa se acomodó entre ellas haciendo que sus entrepiernas se tocaran por encima de la ropa.
Seokjin no pudo evitar dejar salir un leve gemido antes de morder su labio inferior y evitar que salieran más por el placer que inundaba su cuerpo gracias a aquellas manos que parecían expertas en su cuerpo, sabiendo donde exactamente tocar para desarmarlo ahí mismo, para dejarle mareado mientras el bulto en sus pantalones crecía ante cada delicioso rose que llegaba a su parte baja cuando el menor movía sus caderas un poco, solo un poco. Lo suficiente para que hubiese fricción sin mucho movimiento, lo suficiente para volver loco al Omega.
Namjoon dudaba si aquello estaba realmente pasando o si se trataba de un sueño, uno tan lucido que parecía real, donde podía oler la esencia a fresas salvajes del Omega, donde podía sentir claramente la calidez de aquella tersa piel, donde podía escuchar los suspiros y leves gemidos de quien había deseado desde hace tiempo, donde podía probar aquellos carnosos labios, morder parte de la piel que era expuesta por él mismo y disfrutar de la maravillosa vista que tenía del Omega bajo suyo, respirando lenta pero profundamente mientras algunas gotas de sudor comenzaron a bajar por sus sienes hasta chocar contra el collar que protegía su cuello de cualquier Alfa. Pensó por un momento en romperlo, desgarrarlo y así poder probar aquel tramo de carne que le era prohibida, pero sabía las consecuencias sobre ello por lo que prefirió hundir levemente sus dientes sobre la clavícula de Jin, recibiendo un gemido de placer y dolor.
Recorrió aquel marcado abdomen con ambas manos hasta llegar al borde del pantalón, quería bajarlo y ver por completo al Omega, ya lo había visto en ropa interior, pero el solo imaginarlo desnudo le hacía doler la entrepierna. Tiró un poco de la tela, pero la mano de Jin sosteniendo su propio pantalón para no ser retirado lo detuvo.
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No te pertenezco
FanfictionEl mundo siempre ha estado a favor de los Alfa, los Omega suelen aceptar su destino como incubadoras y juguetes sexuales, pero no Seokjin, se niega rotundamente a ser uno más en la lista de cualquier Alfa.