| Capítulo 16 |

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Todo no ha resultado tan mal como pensé

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Todo no ha resultado tan mal como pensé. Exceptuando la parte en que Beth casi fulmina a Nick con la mirada cuando éste me llevó hasta la acera del edificio donde se ubica el apartamento de mi amiga. Aún faltaban tres horas para el mediodía cuando me encontré con ella y Collins recibió un intensivo escrutinio de los sagaces ojos de Beth.

Y estaba más que segura de que iba a comérselo con las palabras si yo no hubiese sido lo suficientemente rápida para darle una reprimenda tácita de callarse la boca.

Cuando Nick se retiró en su moto, despidiéndose de mí con un guiño de ojos, no pude hacer ni decir nada para prevenir la retahíla de preguntas de mi mejor amiga durante todo el recorrido que nos llevó enfilar hasta mi calle

 Un trayecto que se me hizo interminable mientras ella no dejaba de indagar y proferir sermones.

Sin embargo, contra todo pronóstico, cuando llegué a casa no recibí el esperado espectáculo de alteración que había previsto de mi madre. La estancia no se llenó de sus riñas.

Afortunadamente mamá creyó a Beth cuando anoche le dijo que yo me había quedado a dormir con ella. Y mamá sabe que el segundo lugar donde yo puedo estar severamente protegida es estando en la casa de Beth. Porque mi amiga es igual de estricta que ella. Así que no hubo problema al respecto.

Ahora estamos aquí, encima de la cama, una frente a la hora mientras ella sigue tratando de sonsacarme más información de la que ya le he proporcionado acerca de lo que pasó anoche en la fiesta, después de mi borrachera, y del por qué terminé durmiendo en el apartamento de Nick.

—¿Estás segura de qué sigues siendo la más decente de las dos, Amy? Soy tu mejor amiga. Tienes que decírmelo ¿entiendes? — Su observación podría intimidarme. Pero ya estoy tan acostumbrada a cada peculiar conducta de Beth que soy inmune a ellas.

— ¡Que no ha pasado nada entre nosotros, Beth! Definitivamente sigo siendo virgen. Compréndelo ¿quieres?

—Quizás no te acuerdas ¿no? Tal vez hicisteis algo y él te lo ha ocultado, tía. Seamos razonables.

—Nick no es un capullo, Beth. No se propasó conmigo, aunque se hubiera podido aprovechar.

— ¿Entonces nadita, nadita?

—Que no.

—Pues igual eres una estúpida, Amy. Con semejante semental de hombre y no te dejaste manipular... Nadie en su santo juicio dejaría desperdiciar una noche junto a ese tío...

—¿Quién te entiende, cucaracha? ¡Madre mía! Corta el rollo ya.

—Es que aún no lo supero, la verdad. Primero aceptas la invitación a salir de un chico, sin decirme nada, te emborrachas y terminas yéndote a su apartamento a dormir con él. ¡Qué fuerte, eh, Amy!

—Vamos ya, Beth. —Digo, entonando mis palabras de modo que mi amiga entienda que ahora el tema va serio. —Si tuve el descontrol de ponerme a tomar alcohol como loca es porque sentí que me consumía de nuevo... Me sentí tan frustrada...

El débil suspiro que emiten mis labios termina por hacer regresar a la Beth sensata.

—Y esos sentimientos eligen el peor momento para volver a resurgir, joder. Justo cuando no estaré aquí para ayudarte a desecharlos. —Se lamenta—. Pero escucha, Amy, enserio necesito que mantengas esa inquebrantable energía que has estado mostrando últimamente. No quiero que te dejes afectar por esto ¿vale? Porque entonces me sentiré terriblemente mal de dejarte y tampoco estaré tranquila estando con papá sabiendo que tú estás pasándolo mal.

—Te juro que no he tenido problemas en intentarlo las últimas semanas, Beth. He antepuesto las sonrisas a las lágrimas y he procurado combatir el pavor provocándome un forzado optimismo por creer que al menos puedo disfrutar al máximo los meses que me restan. Pero siento que no estoy haciéndolo, Beth. Estoy apreciando el mundo a mí alrededor, pero no creo estar dándole el valor con que debería estimarlo mientras aún me permita seguir aquí. Siento que no estoy aprovechándolo, que el tiempo está pasando cada vez más rápido...

No puedo continuar. Siento un nudo engrosarse en mi garganta, asfixiante. Me esfuerzo en contener el escozor en mis ojos que amenaza con hacer resbalar algunas lágrimas.

—Amy, sabes que todo podría ser diferente si...

—¡No voy a continuar la quimioterapia, Beth!

-Pero podrías detener la LLS...

— ¿Cómo podría detener una enfermedad inusual que ha acabado con la vida de siete únicos casos registrados mundialmente? Y estuvo claro que durante mis primeras sesiones el cáncer no hacía más que proseguir como si nada...

— ¡Es que eres tan negativa y testaruda! Pero bien, tus puntos ya los conozco, y sólo quiero decirte que no creo sentirme tranquila en Canadá mientras tenga el temor de recibir la noticia de...

—Con suerte volverás antes de que pueda pasar.

—¡Joder, Amy!

—Estoy resignada a morir, Beth. Realmente no me asusta tanto hacerlo. Lo que realmente me da miedo es irme sin haber saboreado la vida. Que es algo que claramente no estoy haciendo.

—Te juro que me hace sentir muy impotente no saber cómo ayudarte, Amy...

—Es que sólo está en mis manos, Beth. Hacer que mis días sean memorables, sacarle tajada a la vida y conseguir que cada minuto valga la pena es tarea mía. Buscar la forma de vivir y no sólo subsistir durante estos meses me corresponde únicamente a mí. Sólo que no sé cómo hacerlo realmente.

Una Limitada Vida Sin Límites © [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora