Yokohama, Japón.
9:57 PM
Dos semanas después.Los autos pasaban de un lado a otro en una avenida principal, lugar muy transitado para que aquella joven azabache ya hiciera en plena noche recorriendo las calles mientras se comunicaba con cierto pelinaranja.
— Del lado este tampoco hay nada... —Soltó ella en un suspiro hablando por teléfono con el pelinaranja. — Ya han pasado dos semanas, es imposible que no esté en ningún lado. —Añadió llevándose una mano a la frente.
— Lo sé... Como si fuera poco, Dazai no responde mis llamadas, y para mí, él es sospechoso, me preguntó por Akutagawa unas horas antes de que desapareciera. —Respondió el pelinaranja flotando en pleno aire sobre los puertos sin ver nada que se asemejara al muchacho.
— ¿Deberíamos atacar a la Agencia? —Sugirió la azabache, si bien habían perdido aquella vez fue gracias a la complicada habilidad de esa doctora, de lo contrario estaba segura que hubiesen tenido más oportunidad.
— No estoy seguro, sería iniciar una guerra cuando realmente durante estos meses hemos estado haciendo caso omiso. —Suspiró colocándose de cabeza, necesitaba pensar mejor. — Dame unos minutos, estaré ahí contigo en un momento.
— De acuerdo, Chūya-San. —Aceptó la jovencita colgando la llamada para guardar su celular y continuar con esa búsqueda.
Llevaban dos semanas buscando al Mafioso desde que desapareció y había sido tachado de traidor, y no había rastro alguno de él. Parecía que la tierra se lo había tragado y no tenía planes de volverle a escupir, pero eso solo le preocupaba aún más.
Le habían buscado desesperadamente, querían encontrarlo antes que el resto, pues no dudaba en que lo atacaran de cualquier manera con tal de llevarlo hasta el Jefe quién había pedido exactamente eso para que le rindiera cuentas, aquello le preocupaba, no podía dejar a su hermano así, pero... Parecía que en ese momento Ryūnosuke había pasado a ser algo que simplemente se había esfumado.
Decidió observar alrededor mientras subía a un edificio de cinco pisos esperando llamar la atención del pelinaranja, a su vez observó alrededor, esperando ver algo, pero no había nada, ni una señal de su hermano.
— Tampoco nada por el Oeste. —Le interrumpió el pelinaranja descendiendo detrás de ella, soltando poco después un largo suspiro mientras se acomodaba el sombrero.
— Si Dazai-San preguntó por él en las últimas horas en las que mi hermano seguía en contacto con nosotros... ¿Cree que de verdad haya tenido él algo que ver en esto? —Preguntó la azabache observando la luna, pidiéndole internamente ayuda a su madre para encontrar a su hermano.
— Fue alrededor de las tres de la tarde que Dazai me envió un mensaje preguntando por Ryūnosuke. Le dije que no molestara, insistió un poco más y después dejo de responder, poco después estuve hablando con Ryūnosuke, me dijo que haría algo importante antes de venir al punto de reunión. —Explicó el pelinaranja parte de lo que recordaba.
— ¿Cree que Dazai-San haya sido capaz de tenderle una trampa a mí hermano para dejarlo mal con la Mafia? —Esta vez la joven dejó de ver la luna para volverse hacia el pelinaranja que claramente era un poco más alto que ella.
— No estoy seguro... Hay cosas de las que Dazai y yo hablamos, cosas que fortalecerían esta sospecha, pero no estoy seguro de si sea adecuado contarte. —Suspiró recordando aquella charla en la fuente, pero la mirada indiferente de la menor le hizo revolverse el pelo antes de confesar. — A Dazai no le agradaba Dostoyevsky, lo quería lejos de Ryūnosuke, fue capaz de contactarme solo para decirme un par de cosas y dejarme en claro eso.
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Flowers Of Love.
FanfictionSolo basta una flor para hallar el amor... O matar y morir en el intento.