Yokohama, Japón.
21:41 PM
La multitud de personas cruzaban las calles cuando el semáforo daba el pase a los peatones, pero a pesar de que las personas cruzaban desde un extremo al otro, aquel ruso de cabello azabache se había frenado en medio de la multitud observando el cielo nublado de aquella noche en Yokohama.
Ver el cielo de esa manera le traía recuerdos, sin embargo, al mismo tiempo le dejaba una inquietud que no le dejaba en paz, le dejaba pensativo, distante, y a pesar de que decía saber a dónde ir desde ese punto, la verdad es que se había perdido ya en unas calles, pero creía que si continuaba andando tarde o temprano se ubicaría, cosa que Nikolai ya estaba dudando al ver como su superior se detuvo unos momentos en medio de la multitud observando a la nada en el cielo.
— Dosto-Kun, creo que será mejor que llamemos a Chūya. —Sugirió el rubio yendo a su lado, pues en verdad quería llegar y hacerle un sinfín de preguntas a Gin acerca de ese mensaje de voz que le había dejado.
El azabache se volvió hacia el rubio, observándole con una mirada pensativa, cansada, pero pronto apartó la mirada al frente para continuar cruzando.
— Se suponía que veníamos a ayudarlos, no a darles problemas. —Murmuró, despacio, pues aunque intentara concentrarse, su mente se negaba a cooperar, era como si intentara decirle algo que él no lograba escuchar.
— Entonces paremos en Cosmo World. Podemos decirle que hemos llegado ahí, así no sabrá que estamos tan perdidos, subiremos a un edificio y podemos ubicarnos desde ahí, ¿De acuerdo? —Volvió a opinar el rubio apresurando sus pasos al ver que el azabache parecía querer alejarse. — Vamos Dosto-Kun, deja de intentar solucionar todo tu solo cuando no lo estás, sé que estás preocupado por Ryūnosuke-Kun, y por muchas cosas, pero si sigues así, estamos perdiendo tiempo, cada segundo perdido podría sernos una gran pérdida para dar con Ryūnosuke-Kun, ¿Por qué no ahorrar tiempo? —Agregó rápidamente, extendiendo el brazo para sujetar al azabache por la muñeca, haciendo que este se girara, pero sin verlo pues mantuvo la mirada baja.
— Es solo que tengo un mal presentimiento, no me gusta, Nikolai. —Susurró haciendo que el rubio se preocupara, nunca había escuchado una confesión así por parte de su superior, así que irremediablemente le sujetó por el rostro con ambas manos, mirándole a los ojos.
— Todo estará bien, Dosto-Kun. Yo estaré contigo hasta el final, y si es necesario pelear, pelearemos. —Habló con firmeza, estaba determinado, y no fallaría a sus palabras, solo necesitaba que el mayor nuevamente tomara el liderazgo, si Dostoyevsky estaba bien, él podría dar lo mejor de sí en el escenario, pero ver como aquellos ojos inexpresivos le miraron con decadencia, le hizo temblar ligeramente los dedos pues quería abrazarlo pero algo le decía que no debía pasar esa línea.
— Si continuas siguiéndome, en algún momento te perderás. —Murmuró muy despacio, casi de manera inaudible, pero en ese momento el rubio se decidió y lo abrazó con fuerza, sorprendiéndolo un poco.
— ¡Jamás me perderé si voy con Dosto-Kun! —Alzó la voz empleando un poco más de fuerza, sintiendo como el azabache no correspondió el abrazo, pero sí se dejó abrazar, solo eso le bastó, pues si no le apartaba era porque no le desagradaba, pero no sabía corresponder en ese momento.
— Solo mira donde estamos, ni siquiera sé que calle es, estoy distraído. —Insistió en un suspiro provocando que el rubio cambiara de posición para sujetarle por los hombros, sacudiéndolo un poco por la rapidez en la que lo hizo.
— Dosto-Kun no estás solo, ¿De acuerdo? La meta será Cosmo World, Chūya podrá encontrarnos más rápido ahí si le decimos. —Explicó mirándole a los ojos. — Es más, podemos llamarle desde ahora, así llegaremos casi al mismo tiempo y no habrá necesidad de esperar o ser esperado.
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Flowers Of Love.
Hayran KurguSolo basta una flor para hallar el amor... O matar y morir en el intento.