Si nuestro destino esta escrito ¿No hay escapatoria? Entonces... no importa cuánto nos esforcemos en intentar cambiarlo, las cosas serán así... ¡No me jodas!
—Enishi
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En una noche de tormenta, el estruendo causado por un tifón opaca con facilidad los golpes y rechinidos de una cama que ha sido poseía por el arrebato en celo de una pareja, los gritos y gemidos poco a poco se desvanecen mientras ambos quedan inconscientes sobre las sábanas húmedas y frías.
Dentro de la habitación que quedó oscura, se podía sentir una tenue calidez en el aire, como aquella fogata que acabara de ser sofocada con un puñado de arena fina, dejando en vez de humo un olor dulce y empalagoso.
―Ugh, la cama se me mueve, estoy muy mareado... pero qué mierda... agh― llevándose el antebrazo a la cabeza cubriendo su cara, Enishi no era capaz de mover un solo músculo más allá de eso y sólo podía murmurar para sí mismo —¿Acaso sigo siendo tan malo bebiendo?
No... esto es diferente... no recuerdo haber bebido, no bebí, no lo hice...
—¿Por qué me duele todo?— murmuraba con los ojos entre cerrados en medio de esta oscuridad que no era absoluta pero que lo mantenía aturdido de alguna manera.
Incorporándose al borde de la cama, fue sacudido sin aviso por una punzada en la nuca y a lo largo de toda la columna que inmediatamente le hizo llevar su mano hacia atrás para calmar ese dolor por inercia. Abriendo los ojos frente a la mano con la que se había tocado estaba a punto de descubrir a qué se debía su extraña situación.
―¡Ah! ¡Duele! esto es... ¿agua?
¿Cómo? No... no es... es... ¿sangre? ¡Es sangre!
—Qué... ¿Qué rayos ha pasado? ¿Por qué estoy desnudo?— el miedo se hizo presente al notar ese relieve en su piel, las endiduras de algo, quizás un par de dientes, lo sabía, lo supo de inmediato al volver a pasar la mano por su nuca y detenerse, siendo azotado enseguida por el hecho de que no llevaba ropa encima, empapándole de sudor frío y despertándole por completo, no quería aceptarlo pero era todo lo que quedaba, comenzando a recapitular sus pasos antes de llegar a dónde estaba, aquello se volvió una pesadilla muy real.
—Yo, yo yo estaba tomando un baño y... y luego, luego― mirándose a sí mismo la parte baja del cuerpo, empezó a entrar en pánico en lo que sus ojos se acostumbraban a la poca luz que atravesaba la ventana por un pequeño pedazo sin cortina.
SE SE SEXO ¿ACASO YO... TUVE SEXO?
—YO...YO...
No, no, esto no puede estar pasando, no, no, no, no yo no... acaso yo... ¿FUI VIOLADO?
―Vi-violado... Ugh...
Alzando la vista para cotejar sus alrededores, se dio cuenta de que la habitación en la que estaba era completamente diferente de cómo la recordaba, pues el acomodo era diferente, no estaba la cama que se supone debería estar enfrente a la suya, y efectivamente porque no era la suya.
―Éste no es mi cuarto, la cama de senpai, la cama de senpai... ¡Mierda! No, no, no, cálmate debe de haber una explica― se le cortó la voz, su espalda se enderezó en un instante al escuchar una respiración y sentir una presencia detrás suyo, quedó paralizado y con un movimiento lento volteó hacia atrás en shock.
―Mmhg― a su lado yacía dormido un hombre de cabello negro dándole la espalda, también desnudo, a quien las sábanas cubrían sólo de medio cuerpo para abajo, y eso una pequeña parte de sus nalgas.
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OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]
RomanceEnishi (ω) y Naoya (α) son una pareja destinada pero no tienen intenciones de enlazarse el uno con el otro, hasta que el instinto se apodera de ellos cerrando el contrato, yendo en contra de su voluntad.