6. Instintos problemáticos

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Niel subió agitado a la oficina por segunda vez después de llevar el agua y las pastillas, provocando que todos los que pudieron voltearan a verle algo extrañados. Buscó con la mirada a Murasaki quién se encontraba de pie frente a la pantalla de televisión enorme hablando con Takagi sobre un video y sus arreglos, y sin decir ninguna palabra le abrazó por detrás hundiendo la cabeza en su hombro.

―Hey, ¿qué pasa? ¿Ya han terminado?― no hubo respuesta. Murasaki llevó una mano a su cabello para acariciarle la cabeza y notó que la respiración de su amante estaba muy agitada lo cual le alertó de inmediato, deshaciendo ese incómodo abrazo ―Oi ¿Estás bien?

―¿Puedes ayudarme a guardar las cosas de Nakahara en su mochila y llevárselas al baño del piso 12? Yo, no sé cuáles son― comenzó a toser y tratar se quitarse la carraspera.

―¿Nakahara-kun está bien?― preguntó Takagi preocupada al escuchar sobre Enishi.

―Él entró en celo. Por suerte la reunión ya estaba terminando. Ya tomó sus medicinas así que debe de estar mejor. Pero preferiría que alguno de ustedes bajara a entregarle sus cosas para que pueda marcharse, yo tuve que ayudarle a caminar y ya tuve suficiente.

Murasaki entendió que el alpha tenía miedo de volver con Enishi, pues su estado lo había alterado lo suficiente para hacerlo jadear así de molesto e irrittado, inmediatamente éste recogió las cosas de su compañero y se dirigió camino al elevador.

—Déjame ir contigo― le siguió detrás Takagi.

―¿Huh?

―Quiero ver si se encuentra bien― la beta le siguió casi al mismo paso, sin esperar a una confirmación por parte del varón y después de una pequeña pausa silenciosa con nerviosismo continuó hablando ―En la mañana me dijo que estaba en celo pero no quiso saltarse la reunión, tenía la cara súper enrrojecida, le ayudé a esconderlo y pues... no puedo evitar preocuparme al saber que finalmente sí se puso mal― la chica tensó su boca hacia el lado derecho.

―Ya veo, por eso el maquillaje.

―Si― lo miró sorprendida de que se diera cuenta de lo que había hecho con el omega esa mañana, pues según ella no había dejado nada a la vista cuando él llegó.

Las puertas del elevador que esperaban se abrieron y ambos compañeros se asustaron al ver a Enishi arrinconado en una esquina de éste, agitado y temblando frenéticamente. El muchacho paralizó su respiración y se encogió abrazándose a sí mismo al percatarse de que el cajón de metal se había detenido y estaba punto de abrirse mientras él no era capaz de moverse, ni pararse su cuerpo no le respondía, la cosa empeoró cuando cayó en cuenta de que había gente detrás de las puertas esperando subir.

―¡NAKAHARA-KUN!― gritó Takagi.

―¿Pero qué demonios?― los ojos del beta se hallaron en conmoción, después de todo la sensación en la piel al abrirse el elevador fue perceptible para él.

―Nakahara-kun, somos nosotros tranquilo― La muchacha entró al elevador acercándose al omega quién en el piso no se atrevía a alzar la mirada, mientras Murasaki interpuso su mano en la entrada para que el elevador no se cerrara.

―Maldita sea... odio esto― murmuró el chico, mientras hacía el titánico esfuerzo por levantarse. Sus piernas le pesaban horrores y apenas le respondían, su trasero ya estaba sumamente empapado en un fluido viscoso, el cuál humedeció sus pantalones al grado de dejar una mancha visible en la mezclilla. A pesar de que trataba de contener sus feromonas, éstas se liberaban por sí solas, como si desesperadamente buscaran a quién aferrarse, lo habían encontrado y dejado ir eso no era justo, lo querían de vuelta.

OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora